Ante la presencia de un concurrido grupo de amigos y amigas, el reverendo Ral Surez explic las razones que llevan al Centro Memorial Martin Luther King y, en especial, a su Programa de Solidaridad a realizar acciones comunicativas que expresen, desde distintos mbitos, las relaciones histricas que unen a los pueblos de Cuba y los Estados Unidos.
El enfoque sobre esas relaciones ha tenido distintas perspectivas, asever, a veces, se ha analizado como un peligro ideolgico; sin embargo, las iglesias histricas del protestantismo norteamericano, las juntas misioneras, en especial, las del Sur, vean a Cuba como un campo de evangelizacin, incluso todava existen numerosas entidades religiosas en los Estados Unidos que nos siguen viendo como un objeto de evangelizacin; y, en algunos casos, eso significa una posibilidad para subvertir el orden en Cuba.
A pesar de eso, dijo, en nuestras relaciones con muchas iglesias, familias, personas e instituciones de inspiracin cristiana en los Estados Unidos, surgi la conviccin de acercarse a nuestras congregaciones, visitar el pas, conocer nuestras realidades pero desde otras miradas.
Todo eso explica, apunt Surez, que este nmero especial de la revista Caminos y el documental Why not Cuba? se conviertan en puentes que estimulen la amistad y solidaridad con el pueblo norteamericano y con sus propias experiencias y vivencias acerca de nuestro pas, pues esas mismas vivencias constituyen la base para renovar y reafirmar una conciencia tica, mstica y espiritual que pueda salvar a los Estados Unidos.
Nunca hemos credo, afirm Surez, que tenemos el monopolio de la verdad. Tenemos nuestra verdad como iglesia, como nacin y lo que queremos es compartirla y no imponerla. Eso es lo que intentamos hacer con la revista y el documental; es decir, sembrar un granito de arena para que las relaciones histricas, culturales y humanas entre ambos pueblos no se rompan sino que se entiendan como algo natural y posible.
Por su parte, Alfredo Prieto, quien tuvo a su cargo la presentacin de la revista Caminos, dijo, que por cercana geogrfica, por geopoltica y otras causas, los Estados Unidos han constitudo un referente demasiado importante en la realidad cubana de todos los tiempos. La distincin martiana entre Lincoln y Cutting, central por lo dems en la cultura poltica revolucionaria, ha sido sin dudas uno de los ncleos duros del Centro Memorial Martin Luther King desde el momento mismo en que se fund, como lo dice su propio nombre.
El Luther King, asever, se ha colocado en esa relacin apostando por el tendido de puentes con sectores del pueblo norteamericano para nada contaminados con el discurso hegemnico y que por consiguiente apuestan por el cambio y la justicia social. En un contexto donde, por razones obvias, el conflicto bilateral ocupa casi todo el campo visual, es este un primer acierto de los editores de este nmero de Caminos, en especial del dossier, dedicado a abordar a las personas a ambos lados de la relacin, bien en el caso de un pastor que nos descubre nexos familiares de Martin Luther King en Las Tunas, la isla rodeada de agua depara siempre sus sorpresas infinitas, o en el de una maestra latina que le escribe una inteligente y pragmtica carta al entonces candidato presidencial John Kerry despus de su primer viaje a Cuba, o de una entrevista sobre la clsica guagua amarilla que viene a simbolizar las posiciones antibloqueo de los Pastores por la Paz.
En otra parte de su excelente y enjundiosa presentacin Prieto seala durante la segunda mitad de los aos noventa se inici en los Estados Unidos un proceso poltico que constituye una consecuencia directa de dos famosas leyes, caracterizado por la permisibilidad y el auspicio de los contactos con la isla por la parte norteamericana, un curso de poltica que conjugaba, por una parte, la lnea dura de muchos republicanos y de la derecha congregacional cubanoamericana, la apelacin a recredecer el bloqueo como mdeida para lograr el principio del fin de Fidel Castro, y, por otra, el consenso de los polticos liberales en el sentido de buscar lneas de comunicacin con la sociedad civil cubana, en el entendido de que el rgimen se sustenta en la represin y no en el apoyo, la tesis, en suma, de la subversin amistosa. A ese engendro llamaron people to people policy, poltica de pueblo a pueblo, desmontada por la actual administracin en junio del pasado ao, con medidas leoninas que laceran a ambos lados de Estrecho.
Si en poltica lo real es lo que no se ve, dice Prieto, hace bien Caminos al subrayar en su editorial que las razones de este giro no se relacionan ni con la llamada lucha antiterrorista, ni con que escritores, profesores, acadmicos y lderes religiosos sean amanuenses del Gobierno o agentes de inteligencia, sino con el hecho de que esa poltica fracas rotundamente y est condenada a la repeticin si algn da se reimplantara.
Por su parte, el cineasta cubano Enrique lvarez, al hablar sobre sus experiencias como director de Why not Cuba? dijo que este documental propone abrir todas ests interrogantes para los ciudadanos norteamericanos que con Cuba han visto coartada su libertad de viajar; y para los cubanos que continuamos viviendo en el ansia de alcanzar un mundo mejor.
El viaje como imposibilidad, necesidad, simulacro, frustracin, ruptura aparece en todo el itinerario de mi cine de ficcin (Sed, La ola, Miradas) como un continuo de preocupacin existencial con mi pas y sus habitantes, apunt.
Why not Cuba?, expres, es la interrogante a la que debemos enfrentarnos todos los que queremos salvar el proyecto social de una isla que no slo est obligada a defender su diferencia; necesita tambin, acrecentar sus bienes.
Cine de encargo? Why not Cuba? ha sido un regalo que me ha permitido, nos ha permitido a todos y todas los que trabajamos en l: Liana, Gabriel, Lily, renovar y acrecentar nuestra identidad y nuestro compromiso con las dos patrias de Mart. Ese ha sido nuestro viaje.
Un momento, especialmente emotivo, fue cuando Conner Gorry, estadounidense que reside en Cuba, puso la nota testimonial al narrar cmo las medidas de restriccin de viajes le impiden mantener una comunicacin estable, frecuente y natural con sus familiares en los Estados Unidos.
Lloro, dijo emocionada, por la risa perdida y la historia que nuestra familia hace sin nosotros y nosotros hacemos sin ella.
Cuando Lily me avis que ya estaba terminado el documental, explica Conner, me sent sola en la cabina de edicin e irnicamente ese da era 4 de julio, el Da de la Independencia de los Estados Unidos; un da, en teora, para celebrar aquellos principios nobles con que fundaron mi pas: justicia y libertad; sin embargo para m y para la mayora de los estadounidenses no hay justicia ni libertad para viajar a Cuba. Tenemos que preguntar, tenemos que gritar Why not Cuba?