Por: Marina Duarte de Souza
Traducción: Luiza Mançano
Brasil de Fato
Bajo el lema “Mujeres en lucha: sembrando la resistencia”, aproximadamente 3,5 mil mujeres participan en el 1.er Encuentro Nacional de Mujeres Sin Tierra en Brasilia, capital de Brasil, realizado entre 5 y 9 de marzo.
Esta es la primera vez en la historia del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) que las mujeres campesinas protagonizan un encuentro autoorganizado. El evento tiene lugar en el Parque da Cidade [Parque de la Ciudad], uno de los más grandes del mundo y el más grande de América Latina.
“Tenemos, desde la Amazonía hasta el sur del país, nuestras experiencias de resistencia y tengo la certeza de que en estos días vamos a tener un importante diagnóstico y más que eso, un pronóstico de cómo las mujeres participan y participarán aun más de la lucha”, dice Kelli Mafort, integrante de la coordinación nacional del MST, que explica que el encuentro también orientará los movimientos populares en la cuestión de género.
Las bases del MST se movilizan desde hace dos años para construir el encuentro. Mujeres sin tierra que viven en campamentos y asentamientos del movimiento en 24 estados de Brasil participan de charlas de formación y conversatorios sobre diversos temas, como producción agroecológica, producción de alimentos sanos, enfrentamiento a la violencia machista, autonomía económica de las mujeres y resistencia en los territorios.
Mafort señala que el encuentro está estratégicamente ubicado en una coyuntura de ofensiva del gobierno derechista de Jair Bolsonaro contra las políticas de reforma agraria y temas que afectan la vida de las mujeres y que el objetivo del evento es delinear una estrategia a medio plazo para la lucha política del país.
“La coyuntura exige una acción de radicalidad para que podamos hacer frente y derrotar este proyecto que está en el poder. Esta lucha radical viene de aquellos y aquellas que luchan por la tierra, por derechos, en defensa de la vida y cuando hablamos de la lucha de las mujeres, estamos hablando de seres humanos que luchan para mantenerse vivos. Entonces hablamos de situaciones extremas de violencia feminicida que son aun peores para las mujeres campesinas, para las mujeres negras”, dice Mafort.
La programación del encuentro incluye también charlas sobre capitalismo, patriarcado, racismo y patriarcado, además de talleres, actividades artísticas y culturales y una gran marcha que reunirá a mujeres del campo y de la ciudad en las calles del distrito federal el 8 de marzo.
“En estos días contaremos con la belleza de la lucha sin tierra, de la lucha de las mujeres y saldremos fortalecidas para poder seguir con la resistencia y crear las luchas necesarias”, asevera la coordinadora del movimiento.