Haití no necesita soldados. La militarización vivida a partir del 1 de junio del 2004, cuando las tropas de la llamada Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización del país, (MINUSTAH), invadieron el territorio ha significado un retroceso para la soberanía del pueblo. Movimientos y organizaciones haitianas se han unido a lo largo de estos años para exigir el retiro de estas fuerzas. Hoy también la solidaridad continental es contundente.
A raíz del terremoto del 12 de enero del 2010, otros acontecimientos dejaron ver la sin razón de esta presencia extranjera en las calles de Haití. Más violencia. Criminalización. La contaminación por cólera del pueblo, que trajo consigo la muerte de alrededor de 8 000 personas.
Como se sabe, diversos países de la región, algunos de los cuales llevan adelante proyectos de beneficio popular y la defensa de su autodeterminación en foros y mecanismos de integración, mantienen sin embargo el respaldo al proceso militarista en Haití. Por ello, este primero de junio, en una amplia jornada, se unieron al pueblo haitiano las demandas de que salgan los cascos azules de la nación caribeña. Acciones en Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y en el propio Puerto Príncipe tuvieron esos propósitos de denuncia.
La Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA, a la que se integran movimientos sociales de las Américas, y acoge varias de las iniciativas de redes y campañas a favor de la solidaridad surgidas en la región, expresa un enérgico rechazo a la presencia militar en Haití, y exige que se reabran las discusiones sobre este tema en los espacios de integración continental. Como se ha reiterado desde distintos lugares del área, hay un impasse ante la posición del Senado haitiano que se pronunció en pleno por el retiro de las tropas en el 2011. Unasur también anunció la paulatina salida del territorio caribeño, pero todavía no se han logrado pasos más radicales.
Haití necesita una solidaridad activa y concreta, que contribuya a su avance político, económico y social y a la organización de su pueblo. El clima violento que se agudiza con estas fuerzas extranjeras va en detrimento de los históricos sueños de liberación. Por ello, seguiremos levantando nuestras voces, y generando acciones basadas en los principios de hermandad y cooperación como la creación de la Brigada Dessalines. Sabemos que además debemos a haitianos y haitianas los primeros aires de independencia que soplaron por la región.
Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA
Junio del 2013