Carmen y Damary vinieron desde Camagüey cargadas de muñecas y otros juguetes a los que han dedicado una parte importante de su tiempo. El proyecto Carsueño multiplica los deseos de construir uno mismo una de esas muñecas de trapo: gordas y flacas, rubias, pelirrojas, trigueñas, mulatas, negras, chinas… No se parecen entre sí porque cada una tiene el sello de su creadora o creador, porque cada una es un personaje para inventarle un cuento.
Ellas han sido las profesoras de este taller, que más bien se ha convertido en un intercambio de experiencias entre sus participantes, procedentes de diferentes barrios capitalinos.
Dos ejes han tenido estas jornadas de creación colectiva: la perspectiva de género y la solidaridad. Una, porque desde el juego en las primeras edades asignamos roles, se aprende a ser mujeres y hombres, madres y padres. Quizás por eso todavía a la convocatoria de un taller como este llegaron solo dos hombres, que se han empeñado en demostrar que también ellos tienen la sensibilidad para tomar aguja e hilo y soñar juguetes.
Una de las certezas sobre la que se ha reflexionado es que hay que sumar a los varones desde que son pequeños. Las abuelas, la familia en general, tiene que dar el primer paso y las muñecas son una buena oportunidad para llenar el universo creativo de los más chicos, no solo con carritos, soldaditos y pelotas.
La solidaridad ha estado entre quienes comparten sus más entrañables secretos para lograr la terminación de una obra artesanal o prestan sus tijeras, regalan las telas, sugieren con qué rellenar un cuerpo o traen moldes para hacer una brujita, una pionera, un payaso, un osito, una vaca o una flor.
Pero desde que se concibió esta iniciativa se pensó que el producto final fuera enviado a niñas y niños de Haití para seguir tendiendo puentes con ese pueblo hermano. Por eso en el programa de estos días se ha hablado de la realidad que se vive allí y la utilidad que tiene regalar un juguete para sanar la profunda herida que ha dejado la pobreza, la militarización y la naturaleza en la niñez de esa nación.
Las personas asistentes al Taller se han comprometido a contar los nuevos aprendizajes en sus barrios habaneros para que más pequeñines puedan disfrutar de muñecas y muñecos que alimenten sus fantasías.
La actividad de cierre del taller será este sábado 17 de marzo, a las 9:00 de la mañana en el parque Luceván, frente al Centro Martin Luther King Jr. (CMLK), en la calle 53, entre 96 y 98, en Marianao.
Será una oportunidad de mostrar algunos de los juegues realizados y de compartir con los niños y niñas de la comunidad o sus familiares interesados en el arte de hacer muñecas.
Esta actividad forma parte de la celebración del cumpleaños 25 del CMLK.
Les invitamos a acompañarnos.