Frente a esos acontecimientos, las organizaciones que componemos el Espacio Refundacional del FNRP manifestamos lo siguiente:
PRIMERO: La Coordinación Nacional del Frente, electa en el marco de la Asamblea Intermedia del FNRP el 9 de marzo recién pasado, es la instancia definida para conocer, decidir, orientar y coordinar el trabajo del FNRP, está obligada a cumplir las estrategias aprobadas por la base en las asambleas respectivas y a convocar a las instancias de base si aparece la necesidad de introducir cambios en la línea de acción política del Pueblo en Resistencia.
Por ello, con extrañeza y preocupación hemos observado como un grupo de dirigentes y miembros del Frente, encabezados por nuestro Coordinador General, Manuel Zelaya Rosales, el Sub Coordinador, Juan Barahona, y otros tres compañeros no directivos como Gilberto Ríos, Enrique Flores Lanza y Rodolfo Padilla Sunceri, participaron en una reunión con el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, compañero Hugo Chávez Frías, el 16 de abril del corriente año, sin haber previamente informado y consultado a la Coordinación Nacional.
Por la conferencia de prensa posterior a esa reunión, supimos de la aceptación y respaldo público que los compañeros Manuel Zelaya y Juan Barahona en nombre del FNRP, dieron al presidente Hugo Chávez para que mediara en el conflicto hondureño a través de la propuesta hecha por el Gobierno derechista de Colombia, que encabeza, Juan Manuel Santos. Pero además conocimos cuatro propuestas que comprometen seriamente algunas de las más importantes decisiones adoptadas por la Asamblea Nacional “Campesinos Mártires del Aguan” y que, en nombre del Frente fueron entregadas para formar parte de las negociaciones. No entendemos por qué se desaprovechó la oportunidad de informar y consultar sobre este viaje y sus objetivos en la reunión ordinaria programada para el sábado 16 de abril. Por el contrario la misma fue cancelada arbitrariamente por parte del subcoordinador para mantener en secreto el viaje y su propósito.
SEGUNDO: En las asambleas del FNRP de febrero y marzo se planteó, como una línea de acción desde las organizaciones populares, la intensificación en las formas de lucha en contra del régimen asesino sucedáneo del golpe de Estado de Junio del 2009. Dicha línea corresponde a la necesidad de buscar soluciones democráticas y revolucionarias para las problemática nacional, que no podrá encontrar solución favorable al pueblo en general desde las estructuras viciadas del régimen burgués. Nos sorprende que ahora, luego del “acuerdo” Cartagena-Caracas, los compañeros aparezcan avalando una propuesta de “reconciliación” y negociación con el golpismo en el gobierno, totalmente opuesto a lo definido por las bases en las distintas asambleas.
La crisis hondureña no puede resolverse con firmas de acuerdos, menos cuando lo que hacen es oxigenar al régimen opresor en lo económico y en lo diplomático, pues en el caso que nos ocupa se busca allanar el camino para la reincorporación del gobierno de Honduras a la OEA y proporcionarle recursos económicos a través de la iniciativa Petrocaribe que, en manos de la dictadura, solo serán usados en contra del pueblo organizado.
TERCERO: Los puntos del acuerdo Cartagena-Caracas, hasta la fecha, han sido objeto de un tratamiento muy poco transparente por parte del sector de la conducción del FNRP que manipula la información, manteniendo en secreto los documentos del acuerdo, y que se ha encaprichado en no rendir cuentas ante las instancias de conducción de sus ejecutorias. Lo único que se ha hecho trascender públicamente por parte del Coordinador y Sub Coordinador del FNRP son los siguientes cuatro puntos:
a) La Asamblea Nacional Constituyente convocada desde las estructuras en crisis de la oligarquía, es decir una constituyente derivada que casi seguro nos conduciría a una simple reforma constitucional. Con ello se desconoce el mandado de las asambleas por su Auto convocatoria a una constituyente originaria y popular para construir una nueva Constitución que allane el camino para la transformación de la sociedad hondureña.
b) El retorno de los exiliados, incluido el retorno del Coordinador general, sin ninguna evidencia concreta para garantizar su vida y seguridad jurídica, pues continúan los factores que generan inseguridad e impunidad en el país, en especial un aparato paramilitar asesino y un sistema de “justicia” que en cualquier momento puede reanudar los procesos en su contra.
c) El respeto a los derechos humanos, que seguirán siendo papel mojado, mientras no se cambien las estructuras paramilitares, montadas por el régimen para aterrorizar a la población organizada, ni a la Corte Suprema de Justicia, punta de lanza de la estrategia golpista y garante de la impunidad de los criminales encarnados en el poder.
d) El Reconocimiento del Frente Nacional de Resistencia Popular como fuerza beligerante y política para participar en elecciones contrario al mandato de diversas asambleas nacionales que dejaron claro que el FNRP no puede ser convertido en un instrumento partidario y que no puede plantearse su participación en un proceso electoral, mientras no se cumplan cuatro condiciones que hasta la fecha no se han cumplido: la Auto Convocatoria a una Constituyente, el retorno seguro del Presidente Zelaya al país y el cambio del Tribunal Supremo Electoral y su Ley Electoral.
En vista de lo anterior, el Espacio Refundacional considera urgente, obligatorio y necesario que el Sub coordinador nacional del FNRP convoque a una Asamblea Nacional extraordinaria para que rinda cuentas de sus actos y brinde explicaciones para conocer los alcances del acuerdo Cartagena Caracas y el texto del documento borrador que los mediadores pretenden girar a la OEA, a fin de practicar el carácter democrático, incluyente, participativo y revolucionario que el FNRP debe tener para con las instancias de base: Asamblea nacional, Asamblea intermedia, todas y todos los integrantes de la Coordinación Nacional y en general con todo el movimiento nacional de resistencia popular.
ESPACIO REFUNDACIONAL del FNRP
Abril 2011