En un comunicado emitido, la embajada en esta nación indicó que el 5 de enero pasado se conoció, a través de la prensa local, una intervención pública del ministro de Salud donde se informaba del lanzamiento de la iniciativa Visión 20-20, en reemplazo de la Operación Milagro.
Con ello, la decisión del gobierno de Panamá de dar por terminada la cooperación médica de la isla en este país.
Desde ese momento y hasta la fecha, la misión cubana se ha cerciorado en diversos encuentros con altas autoridades panameñas, que es firme esta posición unilateral que se aparta de lo estipulado en el acuerdo vigente.
Por ello, “se ha decidido proceder a la retirada inmediata del personal y equipamiento médico“, con la satisfacción “de haber contribuido a la elevación de los niveles de salud del pueblo panameño, en especial de sus sectores más vulnerables y de menos ingresos”.
A los 22 pacientes que aún deben ser intervenidos quirúrgicamente, “se les ofrecerá la posibilidad de ser trasladados a Cuba, de forma totalmente gratuita, para su atención”.
El tiempo dirá si los interesados en la abrupta conclusión de la cooperación médica oftalmológica, con el argumento de que ha dejado de ser “necesaria, porque será garantizada por los sectores público y privado de la salud en este país”, están o no en lo cierto.
La Operación Milagro dejó como saldo las operaciones quirúrgicas a 44 mil 486 personas en el Centro Oftalmológico que funcionó en la provincia de Veraguas, unido a otras cinco mil 229 intervenidas en Cuba, todas de forma gratuita.
Asimismo, mediante la modalidad de usufructo gratuito, Cuba también aportó todo el equipamiento empleado, de la más moderna y alta tecnología, así como la provisión de los medicamentos e insumos requeridos para la prestación de los servicios oftalmológicos previstos .
Además, cubrió el pago de los pasajes y el salario del personal médico cubano.
Dicho programa se desarrolla actualmente, con todo éxito, en 35 países y ha devuelto o mejorado la visión de 1,8 millones de personas.