El Acuerdo Tegucigalpa/San José, constituye el resultado de un diálogo entre Hondureños con el acompañamiento de la comunidad internacional en forma especial, la Organización de Estados Americanos, el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, Acuerdo que tiene por objeto resolver la profunda crisis que vive el pueblo hondureño, atender los mandatos incluidos en las resoluciones de las Naciones Unidas y la OEA, todo dentro del espíritu del Plan Arias para revertir el Golpe de Estado que sorpresivamente rompió el orden constitucional el veintiocho de junio recién pasado.
En este Acuerdo el cargo del Presidente de la República de Honduras, que constitucionalmente eligió el pueblo no está en discusión para el congreso, si el hecho de derogar el decreto ilegal que destituyó al mandatario y nombró ilegalmente Presidente de facto de la República de Honduras al del Congreso, hecho que ha sido condenado por todas las naciones del mundo. Conjurar pacíficamente el golpe de estado o sea retrotraer la situación del titular del poder ejecutivo previo al del 28 de junio como lo reza el acuerdo es la solicitud respetuosa que se le ha hecho al CN y debe de actuar con esa responsabilidad.
Ambas partes convenimos que para terminar con la crisis y afianzar la democracia remitir al Congreso Nacional el acuerdo Tegucigalpa/San José, que contiene doce puntos, de los cuales el número cinco del Poder Ejecutivo recoge en forma precisa el espíritu del acuerdo y señala taxativamente el procedimiento para revertir el golpe de Estado; cualquier interpretación fuera de este contexto constituiría una nueva afrenta al pueblo hondureño y a la comunidad internacional.
El pueblo hondureño y la Comunidad Internacional aguarda y dará seguimiento con la Comisión de Verificación, para que en la profunda crisis de la nación en la que el pueblo tiene más de 4 meses de ser víctima y de comprobadas violaciones a los derechos humanos, el Congreso Nacional actué con la diligencia y celeridad requerida y así recuperar el más caro de los intereses de la patria: la Democracia, que está rota. Que si nos empeñamos todos los hondureños y hondureñas en cumplir el acuerdo nos sujetamos a ratificar su espíritu, para lo cuál ninguna de las partes debe de utilizar juegos sucios, estrategias dilatorias o medidas que nos hagan perder el crédito y el respeto que como pueblo merecemos ante la comunidad internacional, suficiente daño hemos soportado estoicamente como pueblo para pretender seguir manipulando la buena fe que hemos depositado para resolver la crisis.
La Comunidad Internacional, ha recibido con mucho optimismo, la firma del convenio Tegucigalpa/San José, podremos lograr la paz social sin necesidad de más violencia, la incorporación de nuestro país en el concierto de las naciones, alcanzando el reconocimiento del proceso electoral, y teniendo acceso a la inmensa cantidad de servicios que brindan las relaciones diplomáticas, por lo que no debemos de retroceder en este avance y debemos lograr salir de esta crisis revocando el Golpe de Estado e incorporando a Honduras a la democracia.
Tegucigalpa, M. D. C., 2 de noviembre de 2009
GOBIERNO DEL PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE HONDURAS
JOSE MANUEL ZELAYA ROSALES