— ¿Qué mensaje quiere transmitir en este debate?
—El mensaje de nuestro subcontinente, que está en un proceso muy interesante. Yo estuve aquí en el 91, en un momento muy oscuro para toda la izquierda mundial. Y hoy día en América Latina tenemos un gran optimismo. Estamos viendo que muchas ideas que nunca pudimos realizar están plasmándose en algunos gobiernos. La correlación de fuerzas de nuestro continente es muy difícil y hay experiencias innovadoras, que creo que es lo más importante. Se está tratando de inventar soluciones. El pensador Simón Rodríguez insistía mucho en “0 inventamos, o erramos”. Y justamente he titulado mi charla (en la Semana Gallega de Filosofía) América Latina, inventar para no errar.
— ¿A dónde está ese faro de ilusión, en qué países?
—Fundamentalmente en gobiernos que creen en sus pueblos y apuestan por la organización popular y que confían mediante esa organización popular se puede ir venciendo una correlación de fuerzas que no es nada fácil. Ha cambiado el mundo y ha cambiado para América Latina, pero el Imperio sigue siendo el Imperio. Y creo que esta apuesta a los pueblos, eso que hemos visto ahora con la huelga de hambre de Evo Morales… ¿Quién hubiera pensando que un gobernante en América Latina iba a hacer ese gesto? Apostar por crear una correlación de fuerzas a nivel del pueblo. Pienso que es lo más interesante que está pasando.
—Pero hay también una gran tensión por ejemplo precisamente con Evo Morales o en Venezuela con Hugo Chávez.
—Creo que todos estos procesos tienen que producir reacciones de los sectores que van a sufrir las consecuencias, que es la elite de siempre. Eso va a ocurrir y ha ocurrido históricamente. El asunto es que hoy día estamos todos unidos. Si contamos los países que quedan fuera de esta articulación en nuestra sub. región son muy pocos. Entonces, la articulación distinta que estamos llevando a cabo y el apoyo popular de estos gobiernos, está llamada a conseguir la culminación de los pueblos, que se llama en algunos casos.
— ¿Hacia dónde se encamina América Latina, ahora que estamos en una crisis mundial y se habla de la refundación del modelo económico?
—Bueno, la idea siempre ha sido una forma de predistribución de la riqueza en forma mucho más equitativa. Se llama socilalismo del siglo XXI, un modelo mucho más democrático y más participativo. Es el rasgo fundamental de este esfuerzo. La apuesta es grandísima, pero soy optimista. Llevo desde hace cinco años yendo y viniendo a Venezuela. Y ves el crecimiento. popular, estos procesos en los que le entregan a la gente posibidades de decidir, de participar de los recursos directamente a las comunidades. Todo eso hace que la gente crezca y ese pueblo no es el mismo de hace cinco años.
—O sea, que ni Chávez ni Morales son iluminados populistas.
—No. Esa es la propaganda externa que se hace. Yo diferencio entre un populista que usa el pueblo y estos dirigentes que apuestan al crecimiento del pueblo.
— ¿Y cómo ye el futuro que se avecina al mundo rico, Estados Unidos y Europa, y el papel de España en el proceso?
—Creo que ya están mirando a América Latina. Hoy día creo que ustedes están viendo que se están moviendo las cosas. Y si hay una parte del mundo donde se están moviendo es allí. Determinadas políticas de los gobiernos están haciendo que estemos sufriendo menos la crisis mundial que ustedes, lo que no quiere decir que este año va a ser más difícil que el pasado, sin duda. Pienso que habría que mirar a nuestros países y tener una política de apostar al desarrollo, cosa para la que habrá que cambiar la mentalidad de los gobiernos europeos. La soberanía es algo fundamental para nosotros y todo el que respete la nuestra podrá tener un espacio. De hecho, estos gobiernos no pretenden aislarse. Como dice Hugo Chávez, es un mundo multipolar el que se quiere establecer y entonces está buscando alianzas con todos los que quieran contribuir al proyecto, para firmar la soberanía nacional, que es la apuesta fundamental.
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“La fuerza de Hugo Chávez para levantar un proyecto alternativo está por encima de cualquier crítica a sus debilidades personales”, por Susana Regueira, en El Faro de Vigo (http://www.farodevigo.es)