El encuentro tiene el propósito socializar y celebrar la reciente aprobación de la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas, el pasado 13 de septiembre por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que protege los derecho humanos, la tierra y los recursos de los 370 millones de indígenas que se calcula habitan en el mundo, de los cuales 50 millones viven en Latinoamérica. Esta Declaración es el resultado de 20 años de debate en el seno de la ONU.
Entre los objetivos de esta jornada están realizar propuestas de alternativas que permitan salvar el planeta; de igual forma se espera la construcción de una agenda conjunta sobre el derecho a los recursos naturales, la tierra, el territorio, y otros temas que son de interés para los pueblos indígenas del mundo.
En el acto inaugural participaron el presidente boliviano Evo Morales Ayma y la Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú.
En su discurso, Morales pidió a los parlamentarios latinoamericanos aprobar y ratificar la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, y manifestó que en Bolivia ya se solicitó al Congreso Nacional la ratificación de dicha Declaración, la cual según su criterio debe ser aplicada en todos los países del mundo, por esta razón, pidió al Parlamento Indígena de América visitar cada país pidiendo a sus respectivos Congresos la ratificación de la misma.
Para el presidente boliviano la aprobación de la Declaración es el inicio de una lucha por mantener los derechos de los pueblos originarios. Enfatizó que para lograr el desarrollo económico y social de estos pueblos, son fundamentales el agua, la energía, la tierra y los recursos naturales, que deben ser considerados como un derecho humano y no como mercancías.
Morales rechazó la contribución de algunos países desarrollados al calentamiento de la tierra que atenta contra la humanidad y acusó al sistema capitalista y la acumulación de la riqueza en pocas manos de ser causantes de la contaminación del medio ambiente. Destacó que los pueblos indígenas pueden contribuir a salvar la humanidad.
Durante su intervención, Rigoberta Menchú criticó duramente a Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y Australia, países que se opusieron a la aprobación de la Declaración de los Derechos Indígenas.
Además, manifestó que este es el inicio de una nueva era para los pueblos indígenas y habló de la importancia de fortalecer la autoestima, la identidad y los idiomas para que este tipo de declaraciones sean aplicables a la práctica. Finalmente, Menchú pidió la unidad a todos los indígenas del mundo y apoyó la candidatura de Evo Morales para que reciba el Premio Nobel de la Paz.
El jueves 11, el evento continuará en el centro ceremonial indígena de Tiwanaku, a 70 kilómetros al oeste de La Paz, y culminará el 12 de octubre día en que se celebra 515 años de resistencia indígena en Chimoré, región cocalera del Chapare, Departamento de Cochabamba. Allí se espera suscribir una Declaración de Principios que tendrá como objetivo manifestar la voluntad de los pueblos originarios de obtener el derecho a los recursos naturales, la que se inspirará en la Declaración de los Pueblos Indígenas aprobada por la ONU.
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