Tras el contundente triunfo alcanzado por Acuerdo País en las elecciones de ayer (30 de septiembre) que le permitirá contar con una cómoda mayoría en la próxima Asamblea Constituyente, el Presidente Rafael Correa anunció que dialogará “con todos los grupos que sinceramente buscan el bienestar del país”.
Correa señaló a los corresponsales de la prensa extranjera que “ahora que hay un equilibrio de fuerzas” se sentará a conversar con la banca en función de bajar las tasas de interés y con los empleadores para que puedan hacer negocios pero para “decirles claramente se acabó la explotación laboral, se acabó esa alcahuetería llamada terciarización o esa explotación llamada trabajo por horas”.
El Presidente, igualmente, se mostró muy crítico con la propuesta de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE, de instalar la Asamblea Nacional de los Pueblos del Ecuador en la ciudad de Montecristi, sede de la Asamblea Constituyente.
Luego de señalar que el movimiento indígena ha cometido errores y que la CONAIE no es la única organización indígena, acusó a la dirigencia de tener “una visión demasiado etnocéntrica , excluyente”. “Bienvenida su propuesta pero cuidado que se quieren imponer sobre las grandes mayorías, dentro de las grandes mayorías también están indígenas, porque han perdido gran cantidad, capacidad de representación (…..) una asamblea paralela indígena nos parece un completo absurdo, totalmente fuera de lugar, si quieren hacer veeduría ciudadanía qué mayor veeduría la que ha sido elegida por los ciudadanos, pero en todo caso, si quieren hacer veeduría ciudadana maravilloso que concerten con el resto de la sociedad”, señaló Correa.
Los resultados
Según el conteo rápido de votos reales realizado por Participación Ciudadana, Acuerdo País contaría con 71 escaños, de las cuales 15 son nacionales y 56 provinciales. El total de Asambleístas es de ciento treinta, incluyendo a 6 representes por los migrantes, cuyos resultados aún no se conocen. El conteo de Participación Ciudadana tiene un carácter extraoficial. En unos 10 días el Tribunal Supremo Electoral dará a conocer los resultados oficiales, cuya tabulación reviste una gran complejidad dada la gran cantidad de candidatos que participaron en las contienda.
El segundo lugar en la Asamblea ocuparía el Partido Sociedad Patriótica (PSP) que dirige el expresidente Lucio Gutiérrez y su hermano Gilmar (7,1% de los votos), el PRIAN del magnate bananero Alvaro Noboa (6.7%), el Partido Social Cristino (4.2%), de acuerdo a participación Ciudadana. Con porcentajes menores, estarán representados en la Asamblea, el Movimiento Popular Democrático, Red Ética y de Democracia, movimiento UNO, entre otros.
La derecha, en general, ha salido golpeada en esta contienda, habiéndose frustrados sus planes de boicotear la Asamblea. En la provincia del Guayas, la más poblada del Ecuador, se perfila un retroceso significativo del Partido Social Cristiano que ha controlado por muchos años tanto la Alcaldía de Guayaquil como la prefectura del Guayas, habiendo ganado Acuerdo País que alcanzaría 8 de los 16 curules. El partido de gobierno, por otro lado, desplazó a la Izquierda Democrática, de tendencia social demócrata, de ciudades como Quito y Cuenca y de provincias de gran población como Pichincha y Azuay.
A la tendencia de izquierda tampoco le fue bien en estas elecciones. El recientemente creado Polo Democrático, que agrupa a los sindicatos petroleros y otras organizaciones sociales, al parecer no logrará estar representado en la Asamblea. Pachakutik tendría una escasa representación (dos o tres asambleístas) habiendo perdido terreno en provincias de fuerte composición indígena como Cotopaxi, Bolívar o Chimborazo. El que saldrá bien librado en esta tendencia es el Movimiento Popular Democrático que alcanzaría entre 3 y 7 asambleístas gracias a su campaña que “prometía ratificar a Correa y disolver el Congreso”.
La tarea fundamental de la Asamblea Constituyente, que se instalará a fines de octubre, será la elaboración de una nueva Constitución que sustituya a la que actualmente está vigente y fue aprobada en 1997/1998. Si bien esta última, reconoció algunos derechos sociales, introdujo normas para aplicar el modelo neoliberal y la privatización de áreas estratégicas y bienes esenciales, estableciendo, además, el marco legal para la entrega de los recursos naturales a las transnacionales y el reparto de las instituciones del Estado como botín político.
Como se trata de una Asamblea de plenos poderes, el partido de gobierno propone que disuelva el actual Congreso, cuyos niveles de aceptación popular son sumamente bajos.
En sustitución del parlamento, el presidente Correa sugiere que la Asamblea nombre una comisión legislativa que se encargue de aprobar, entre otras, las leyes orgánicas claves en temas sociales, económicos, institucionales, tributarios, etc. que complementaría y darían viabilidad a la nueva Constitución. Esta comisión duraría el tiempo que dure la Asamblea. Los nuevos parlamentarios se elegirían después de la consulta popular que deberá convocarse para aprobar la nueva Constitución. Dado que Acuerdo País contará con la mayoría absoluta para tomar decisiones, la suerte del Congreso parece estar echada. El asambleísta nacional electo por Acuerdo País, Alberto Acosta dijo que el Congreso “tiene que entrar al menos en receso y sobre eso esperamos simplemente la comprensión de los señores diputados, que deberían ellos mismos, por dignidad, establecer algún mecanismo para no generar más confrontaciones en el país”.
Algunas propuestas
Alberto Acosta, señaló que primera vez en mucho tiempo en la historia ecuatoriana un solo movimiento logra un reconocimiento nacional. “Estamos representados en todas las regiones del país y mayoritariamente, yo creo que esa es una señal de unidad nacional y de voluntad de cambio”, agregó.
Acosta, que ha sido postulado para ocupar la Presidencia de la Asamblea, se refirió a algunos de los ejes que impulsará su movimiento en la Asamblea.
“Planteamos una revolución económica, señaló, en la que hemos dicho con claridad, queremos propietarios no monopolistas, vamos a combatir a los monopolios y a las prácticas oligopólicas, vamos a controlar el mercado, queremos también una sociedad de productores no de especuladores (…) queremos recuperar espacios de soberanía para nuestra política económica: la soberanía alimentaría, la soberanía energética, la soberanía ecológica que es fundamental, recuerden que aquel país que pierde el control de su naturaleza, pierde el control de su economía y pierde el control de su política.
“Hemos hablado también de una revolución social, vamos a combatir frontalmente, la inequidad, la miseria y la pobreza, educación y salud gratuitas y de primerísima calidad, son derechos humanos que habrá que plasmarlos en la Constitución y en la práctica de los futuros gobiernos.
“Queremos combatir el racismo, como queremos combatir el hecho de que existe en nuestro país el machismo, queremos una sociedad con equidades, porque ese es el camino para fortalecer la democracia y la base para el desarrollo.
“También hablamos de una revolución ética, somos claramente frontales al respecto, vamos a combatir toda forma de corrupción, entendida esta como abuso del poder. Haremos todos los esfuerzos para que las sanciones sean ejemplarizadoras para que no haya impunidad, para quienes han robado los recursos del Estado”.
De otro lado, el vicepresidente de la República, Lenin Moreno, se refirió a la necesidad de que la Asamblea Constituyente adopte leyes para brindar seguridad jurídica a un millón 600 ecuatorianos que sufren de discapacidad. Moreno, quien quedó inválido a raíz de un asalto y se desplaza en una silla de ruedas, señaló que aún antes de que se instale la Asamblea, el gobierno ha destinado un elevado presupuesto de “ayudas técnicas que les permitan equiparar sus oportunidades”.
La cineasta Tania Hermida, que de acuerdo a los resultados extraoficiales, habría sido electa asambleísta nacional por Acuerdo País, dijo que irá a la Asamblea a colocar el tema de los derechos culturales como derechos humanos. “Ese es un tema que todavía no se ha colocado en el tapete político del Ecuador y ahora es cuando lo podemos poner en el debate: el tema de la política cultural como una política de Estado, que apunta a tener una población con capacidad para crear sus propios referentes simbólicos, también muy vinculado al tema de los medios de comunicación, es decir , recuperar la soberanía simbólica del país, recuperar el espacio simbólico, recuperar el espacio de producción y reproducción de referentes culturales”.
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