Reconocidos intelectuales que intervinieron ayer en el V Congreso Internacional Cultura y Desarrollo advirtieron sobre los “crímenes de lesa humanidad contra la cultura iraquí ante los ojos asombrados e inmóviles de una buena parte de la humanidad” y se pronunciaron a favor de fortalecer nuestras identidades regionales para contrarrestar la voluntad hegemónica de las industrias culturales del neoliberalismo.
El ensayista e investigador cubano Eliades Acosta dijo en el foro que con la invasión de Estados Unidos “se han destruido más de un millón de volúmenes de la Biblioteca Nacional de Iraq, se han saqueado más de 700 sitios arqueológicos y ahora esta barbarie ha sido complementada con el asesinato sistemático de cientos de intelectuales, periodistas, científicos, escritores y filósofos a manos de oscuros escuadrones de la muerte que han hecho retroceder a uno de los países más avanzados de la región”.
Acosta, coordinador del panel Identidad y Hegemonía, manifestó: “estamos presenciando fenómenos inéditos para la trayectoria cultural de la humanidad que pasan por reivindicar, proclamar y decir de manera desembozada que todos los seres humanos del planeta tenemos que consumir lo mismo y pensar de la misma manera”.
A propósito de esas palabras el destacado pensador argentino Adolfo Colombres, consideró que “el sistema colonizador banaliza y somete en base a meras pautas de consumo y llega hasta destruir el lenguaje de los pueblos”.
“No solo se trata de un proceso de colonización cultural, sino que puede llegar a convertirse en una verdadera mutación antropológica”, añadió.
Por su parte, el antropólogo y sociólogo mexicano Héctor Díaz-Polanco, observó que pese a las estrategias desmovilizadoras de los grandes centros me-diáticos “no solo no se está produciendo un proceso de homogenización como lo anunciaban, sino que por el contrario estamos asistiendo a un renacimiento de la afirmación de las identidades, justamente en defensa de la diversidad cultural”.
El escritor Reynaldo González, Premio Nacional de Literatura 2003, recordó el Día Mundial contra el Trabajo infantil (12 de junio) ante las espeluznantes condiciones de millones de niños “separados de su cultura primigenia, explotados sexualmente, y abandonados a su suerte en las ciudades del mundo”.
Además, subrayó “se trata de vidas cegadas para la cultura, para todo tipo de cultura, hablamos de seres humanos para quienes la sola mención de una cultura posible es ya un despropósito”.
El panel reafirmó el debate con el llamado hecho por la investigadora cubana Graziella Pogolotti: “Para hablar sobre la diversidad de nuestras culturas hay que empezar por volver a contar la historia, a reactualizar la historia que hemos vivido en el último medio siglo y que se nos ha contado de modo reduccionista”.