Para los cristianos la cuaresma es un período para la reflexión, el arrepentimiento, el perdón, para la profundización de la fe. También significa la búsqueda de la justicia. Fueron muchos otros los sentimientos compartidos por numerosos miembros de colectivos sociales cubanos reunidos en una vigilia de homenaje a la líder del pueblo lenca Berta Cáceres en la sede del Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr. en Marianao.
Memoria, indignación, renovación y continuidad pudieran ser llamadas las cuatro estaciones recorridas durante la velada, en la que también estuvo presente la solidaridad con el COPINH.
En la primera de ellas fueron recuperados los diversos momentos de este primer año sin Berta en que cubanos y cubanas han reclamado justicia y reparación para ella, para su familia y para el pueblo lenca. La posibilidad que tuvieron muchos de conocerla, de compartir sus luchas en defensa de la vida y por un Honduras con equidad social y derechos para todas y todos, es una motivación para que cada vez más gente comprenda a través de estos testimonios que no puede haber descanso sin que los culpables de su asesinato paguen por el crimen.
La indignación ha crecido a lo largo de este año de impunidad. La defensa de esta causa no puede ser ajena a ningún pueblo que, como el cubano, se forja en el principio de la solidaridad. Por eso, indignados y firmes, salieron a la calle a compartir con varios más los motivos de la velada.
“El asesinato de Berta es un crimen político de matriz colonial, racista, machista, es un hecho que carga en sus hombros la historia de saqueo de nuestro continente, la militarización y ocupación simbólica y material de la vida cotidiana. Un crimen del que son responsables directos el Estado hondureño y sus estructuras aliadas de servicios de inteligencia y seguridad de EE.UU. y las trasnacionales que dan cuerpo al capital y a la privatización de la vida”.
Así expresa un pronunciamiento de estos colectivos, organizados sobre todo por jóvenes del Colectivo Nuestra América, el Proyecto Escaramujo, las Payasas Terapéuticas, el Proyecto Mala Testa, el Colectivo Trance, el Capítulo cubano de la Marcha Mundial de Mujeres, el Espacio Feminista Berta Cáceres, la Red de Educadores y Educadoras Populares, la Red Ecuménica Fe por Cuba y el Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr., a los que se unieron también algunos estudiantes latinoamericanos así como miembros de la Iglesia Presbiteriana de Los Palos, de la propia Iglesia Ebenezer de Marianao, el Movimiento Estudiantil Cristiano y la Red Ecuménica Fe por Cuba que anima el CMMLK.
Esta convergencia entre fe y rebeldía no es casual. Berta estuvo alguna vez en el interior del templo de Ebenezer y allí habló sobre las luchas del pueblo lenco y sus sueños para Honduras. En la noche de este 2 de marzo, mientras se prendía una vela de c, la mayoría expresaba su reclamo de justicia y sus deseos de paz, respeto a los derechos de los pueblos indígenas en Honduras, fin de la criminalización de los movimientos sociales, del patriarcado, de la privatización de los bienes comunes que dan la vida a los pueblos originarios y de la impunidad ante la persecución y asesinato de los líderes sociales.
El compromiso con Berta, con el COPINH y con la resistencia hondureña alimenta también otras luchas, aspiraciones y principios como la unidad, la firmeza en la Revolución y el deseo de seguir construyendo el socialismo en Cuba. Desde esta noche, uno de los muros del CMMLK tiene grabada la imagen de Berta con todo su simbolismo, su mística, con toda su presencia desafiante.
Y serán varios los días de la cuaresma rebelde, cubana, en los que Berta motivará estos encuentros. La Jornada Berta Vive, el COPINH sigue continuará con otras acciones de debate y movilización que también serán realizadas en provincias como Sancti Spíritus, Villa Clara y Santiago de Cuba.