Así, filosofando, me represento lo que desde hace dos años se ha venido gestando en la Universidad Agraria de La Habana (UNAH), y que tiene como precedente y motor impulsor, las concepciones de la educación popular ya enraizadas en esta institución.
Y al calor de estas concepciones, como otro fruto de la educación popular en la UNAH, nació una maestría en Extensión agraria.
Con seguridad, muchos y muchas han podido conocer, o han participado de las sesiones y talleres previos, encaminados a diseñar los cursos y la maestría en su totalidad.
El claustro de profesores que integrará el grupo de coordinadores y docentes, de procedencia y formación muy diversa —algunos de los cuales inicialmente fueron reacios a entender y aceptar como suyos los métodos con que se ha estado conformando la maestría—, se reunió a inicios de octubre para compartir, de manera participativa, los fundamentos teóricos y metodológicos que la sustentan, e intercambiar criterios respecto a la organización y apertura de la primera edición, que está prevista para enero de 2007.
Creer, confiar, unir, han sido los verbos que en este tiempo han acompañado a la Cátedra de Extensión agraria. Todo este tiempo de esfuerzos, tropiezos, alegrías y sueños no ha sido en vano. Así fue reconocido por persola Agricultura, de los institutos de investigación adscriptos al Ministerio de Educación Superior y al de la agricultura, y de FLACSO. Junto a ellos y ellas, los profesores de la UNAH y las nunca vencidas educadoras populares de la universidad sintieron que no se habían equivocado y que ha sido posible construir realidades nuevas.
Noviembre nos espera con nuevos bríos. Juntos y juntas continuaremos la capacitación en educación popular, la concepción metodológica que sustenta esta maestría.