El CONIC denuncia la violencia y el autoritarismo contra las poblaciones indígenas y movimientos sociales en Bolivia, con el argumento de que están preservando la democracia.
La integridad física de las personas y el derecho a la libre manifestación no pueden ser violados por el Estado y ni por cualquier grupo de poder.
Repudiamos la instrumentalización de la Biblia y de la fe cristiana en estas acciones violentas.
Que los liderazgos políticos que autorizan tal violencia asuman que están actuando única y exclusivamente para imponer el retorno a las viejas órdenes oligárquicas.
Rogamos a Jesucristo, que también fue víctima de estados totalitarios y violentos, que auxilie nuestro continente en la búsqueda de paz y entendimiento.
No se oprime un pueblo en “nombre de Jesús”.
#NãoEmNomeDeJesus