(Red Demanos) Una de nosotras se enteró, por una amiga trabajadora del Hogar de niños sin amparo familiar mayores de 6 años, que allí estaban trabajadores y niños, necesitando de nasobucos.
Con el mayor deseo de ayudar y hacer realidad los valores humanistas con que aderezamos la convivencia en el colectivo artesanal «A manos» – iniciativa de Manualidades de la Red de Educadores (as) Populares de Bayamo- se dió ella a la tarea de coordinar voluntades entre las artesanas para poner manos a la obra.
A la idea se sumaron otras manos y corazones, vinculados a la Red de Educadores Populares en Bayamo y a la experiencia de fortalecimiento del poder popular que acompañamos en el Consejo Popular Aereopuerto Viejo.
Retazos guardados, sábanas y fundas, se juntaron para ser llevados con la valentía de quien se ofreció a conducir la bicicleta…varias máquinas fueron pedaleadas sin descanso, hasta elaborar los 62 nasobucos que fueron entregados el 31 de marzo, a los niños y trabajadores de la institución.
Esta pequeña y gran acción, se enlaza a la cadena de amor y de esperanza que estamos tejiendo ahora mismo los cubanos y cubanas, ante la adversidad de una pandemia que nos recuerda, con creces, cuán iguales somos y cuánta necesidad existe de sentir y hacer por el otro.
Más nasobucos se hicieron y se siguen haciendo por las costureras vinculadas a nuestra experiencia. Sus destinatarios serán las personas más vulnerables de la comunidad o alguna otra institución del entorno que lo requiera.
Será esta, sin dudas, la primera de muchas acciones por venir para resarcir estos días de sombra, confiados como Martí, en que si hay algo que hermana hombres, es subir juntos grandes lomas.