Como pueblo heredero de la sangre de Lempira, y en resistencia permanente, alzamos nuestras voces junto a otras hermanas y hermanos que hoy con justa indignación repudian la ocupación de sus territorios y países por estas fuerzas de muerte.
En Honduras, también invadido por el ejército gringo, donde se encuentra una de las bases militares más importante de la región como es la Soto Cano en Palmerola, en mayo de este año bajo el actual régimen, continuidad del golpe de estado, fue inaugurada una segunda base en la comunidad Indígena Miskita en la Barra de Karataska, y como si esto fuera poco se apresta a ocupar la isla de Guanaja, municipio insular de Islas de la Bahía en el Caribe hondureño, amenazando con reactivar ex bases militares que funcionaron en la “guerra fría” en la región Lenca y otras zonas. Todo esto bajo el contexto de golpe de estado, extensión de la “seguridad democrática” que se aplica en Colombia, y la represión sistemática contra el pueblo hondureño.
Condenamos de manera enérgica esta nueva y vieja maniobra imperialista, con la que se pretende detener el proceso de emancipación y defensa de territorios, soberanía, riqueza, dignidad y la misma vida que se libra en nuestra matria grande, América, poniendo en grave amenaza a nuestro pueblo hermano Costarricense con una ocupación sin precedentes, lo mismo que amenaza a Venezuela, Cuba, Haití, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y demás naciones del Cono Sur.
Hoy más que nunca expresamos nuestra urgencia, necesidad y ganas de caminar hacia la refundación de nuestros pueblos para frenar los objetivos de esta ofensiva gringa que cuenta con la complacencia de regímenes y gobiernos traidores, oligarcas, golpistas, de derecha y criminales como son el de Honduras, Panamá, Costa Rica, Colombia y otros.
Nos solidarizamos plenamente con estos pueblos que no renuncian a su derecho legítimo de defender la soberanía, la autodeterminación y la vida, desde América hasta otros lugares de este planeta que hoy tienen la pesadilla de un Irak ensangrentado.
Hacemos un llamado al mundo y al pueblo hondureño para que redoblemos esfuerzos por ese camino elegido de Resistencia heroica que le apuesta a la construcción de una matria refundada, sin capitalismo, sin patriarcado, sin racismo y discriminación, que violentan todas las formas de vida dignas.
Ante las puertas de otra guerra mundial, construyamos la paz que pase por la justicia.
Le apostamos a la vida, no a la muerte, así que todas y todos a movilizarnos para luchar contra la guerra, la ocupación, el intervencionismo y la dominación.
Solidaridad con el pueblo costarricense y demás pueblos que libran la batalla de expulsar las tropas de ocupación.
¡Con la fuerza ancestral de Lempira, Icelaca, Etempica se levantan nuestras voces de vida, justicia, dignidad, libertad y paz!
¡Fin a la ocupación y la invasión gringa en el mundo!
Dado en Intibucá, a los 13 días del mes de julio, del 2010.
Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras COPINH
