Tras un largo camino recorrido, plasmado en diversas experiencias como el movimiento resistencia 500 años en los ´90, las campañas contra el ALCA, seminarios, foros, la ecuela de formación Florestan Fernandes, etc, movimientos sociales urbanos y rurales de 16 países del continente decidieron dar un salto estrechando sus vículos y profundizando sus níveles de articulación. El objetivo es, entonces, pasar de compartir eventos a compartir procesos, pasar de generar documentos a generar acciones comunes. El espacio intentará superar las coordinaciones sectoriales y avanzar en la construcción de un proyecto político de integración continental, que hoy se referencia y se identifica con la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Las bases de acuerdo político, principios y propuestas desde donde se parte están plasmadas en la “Carta de los movimientos sociales de las Américas”, construida durante varios meses y aprobada en una actividad durante el Foro Social Mundial de enero de 2009 en la ciudad brasileña de Belém.
La carta propone, “frente al proyecto del imperialismo, construir un proyecto de integración latinoamericana de los pueblos, un proyecto popular que replantee el concepto de desarrollo sobre la base de la defensa de los bienes comunes de la naturaleza y de la vida, que avance hacia la creación de un modelo civilizatorio alternativo al proyecto depredador del capitalismo, que asegure la soberanía latinoamericana frente a las políticas de saqueo del imperialismo y de las transnacionales y que asuma el conjunto de las dimensiones emancipatorias enfrentando las múltiples opresiones generadas por la explotación capitalista”. Como proyección, plantea la lucha conjunta “por una auténtica emancipación que tenga en su horizonte el socialismo”.
Próximos pasos
Durante el encuentro, las organizaciones con el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil como punta de lanza y hermano mayor del espacio definieron una serie de propuestas y proyectos para impulsar de conjunto en los próximos meses: una escuela de formación política y una de comunicadores populares, ambas en Venezuela, un plan de reconstrucción agrícola en Haití, una escuela latinoamericana de medicina, una red de comunicación alternativa, conformar nuevos Institutos Agroecológicos latinoamericanos (ya funcionan uno en Brasil y otro en Venezuela) y una editorial, entre otros.
Por otra parte, se acordó impulsar campañas continentales contra las bases militares en Colombia y por el Bicentenario tomando como eje la soberanía popular. A su vez, se consensuó realizar una gran Asamblea Continental prevista para marzo de 2011 en Foz do Iguazú.
Para consolidar los mecanismos organizativos y llevar adelante todas las iniciativas, se conformaron comisiones para los siguientes ámbitos: formación, comunicación, movilización y cooperación, integradas por representantes de distintos movimientos. La idea es que en cada país se sigan construyendo (o comience donde no hay) capítulos nacionales que representen el espacio en cada país, a la vez que vayan intentando incorporar la mayor cantidad de movimientos posible, apostando a la unidad y pluralidad.