“Solo vale la pena
Vivir por aquellas causas
Por las que también
Merece la pena morir”
Albert Camus
¿Hemos aprendido a vivir? ¿Hemos aprendido a convivir?
Solo un necio, un conformista, un conservador diría que sí, pero un auténtico revolucionario sabe que todavía estamos en el camino, porque nos hemos inventado todo un arsenal de lenguajes encriptados para justificarnos.
¿Ha pasado el espíritu pop y redentor de los años 60? ¿Están en desuso los códigos emancipatorios de entonces?
Aún en tiempos de Regaetón, de MP3, Internet y de todos los shows mediáticos, seguimos como velas al viento, en la búsqueda de la verdad y la justicia, apresados como rebeldes sin causa, junto a los Beatles, quizás ya no en el submarino amarillo.
Es evidente que las cosas han cambiado de color, pero continuamos peleando: por las causas de los indios, los negros, las mujeres, los gays, los sin tierras, de los homeless de New York. Ahora se suman los indignados, esos que no pueden pagar las hipotecas, ellos no viven en barrios elegantes, ni tienen ahorros en bancos Suizos, tampoco apuestan en la bolsa, porque sus bolsillos están en moratoria permanente, han congelado su futuro, a pesar que un afroamericano es ahora el inquilino de la Casa Blanca y ha ganado el Premio Nobel de la Paz.
Es preciso echar a andar con otras praxis, tomar otras armas y no querer con desgana, aprender otras tácticas y estrategias, para que no nos quedemos anclados en las esperanzas, para que no nos durmamos sin sueños, ni tampoco nos vendamos simulacros.
¡He dicho simulacros! Claro que sí, y no es un desvarío mío, ni una jerga prohibida y contestataria que me invento. ¡Basta ya de inmovilismo y de palabrería hueca! De discursos ambiguos y de zapatos incómodos.
Es hora de orar, pero también de caminar, no importa si descalzos o con zapatos de última moda, pero de andar, en marcha unida y apretada, sin pedagogía de la opresión, de aprender todos y todas a vivir y a convivir: Bajo las mismas luces de Martin Luther King.
por: Pedro Luis Jiménez Calvo, Comunicador Fepad Guantánamo