Con tal propósito se realizó un taller de preparación que incluyó temáticas sobre la realidad cubana actual, un levantamiento de expectativas sobre el relacionamiento de nuestro Centro con diversas organizaciones y movimientos latinoamericanos con la idea de actualizar y contextualizar esos vínculos a partir de ejes varios estratégicos: cooperativismo, autogestión, formación política, trabajo social y comunitario, entre otros.
“La intención —según refiere Llanisca Lugo, coordinadora del Programa de Solidaridad del CMMLK—, es que mujeres y hombres de ambas redes que vienen de experiencias y procesos sociales diversos en diferentes sitios de nuestro país pueden conocer otras manera de hacer y de vivir la participación y la educación en países como Venezuela, Argentina, Uruguay, Salvador, Ecuador y Brasil, con los cuales desde hace tiempo se ha acariciado el sueño de conectarse y dialogar a partir de prácticas comunes”.
“La propuesta concreta, afirma Llanisca, es traer a nuestra realidad nuevos referentes, saberes, experiencias y maneras de hacer pues compartimos horizontes políticos con numerosas organizaciones hermanas del continente desde hace mucho tiempo, sin embargo a la hora de articularnos, cuesta un poco de trabajo”.
Quienes participan del intercambio, tres hombres y ocho mujeres, han sido formados por nuestro Centro y tienen diferentes profesiones y oficios, desde sociólogos, arquitectos, teólogos, cuentapropistas hasta trabajadores sociales. Aunque cada quien tiene un aporte concreto que hacer y una historia particular, los une la Educación popular como filosofía político-pedagógica y una mirada a la fe cristiana y a la lectura popular de la Biblia, dos ámbitos que desarrolla el Centro Memorial Martin Luther King desde su fundación en abril de 1987.
Otra de las intenciones de este taller es que el intercambio sirva para desarrollar actividades de solidaridad dentro y fuera de Cuba desde la Red Cubana de Educación Popular y la Plataforma ecuménica.
Entre las organizaciones que acogerán a las cubanas y los cubanos que partirán a este intercambio por espacio de un mes, se encuentran el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil —que a su vez, coordinará para que se sumen otras organizaciones y movimientos de ese gigante sudamericano, como la Marcha Mundial de Mujeres, la Plataforma brasileña de articulación hacia el ALBA, y a la vez, tratará de tender un puente con comunidades cristianas de base que toman en cuenta las raíces de la Teología de la Liberación. Del mismo modo, están organizaciones de Ecuador como la Fundación de Estudios, Acción y Participación Social (FEDAEPS), la Red de Mujeres Transformando la Economía, la Alianza Solidaria —una organización de cooperativas—, además de los aprendizajes que tendrán ocasión de vivenciar de la CLOC- Vía Campesina de esa nación andina.
Igualmente, en el Salvador las educadoras y los educadores populares cubanos se insertarán en FUNDASAL, que centra su trabajo en el cooperativismo y la vivienda por ayuda mutua, una problemática de mucho interés para Cuba; mientras en Argentina se ha coordinado con la Plataforma de articulación hacia el ALBA, que agrupa a numerosas organizaciones y redes sociales. En Uruguay, donde existe un fuerte componente del cooperativismo de vivienda, además de este ámbito, se quiere conocer el desempeño de las centrales sindicales. Y por último, en Venezuela queremos intercambiar con la Asociación de Medios Comunitarios (AMCLA) para que nuestra gente pueda acercarse a los aportes de esa organización en medios comunitarios alternativos y pueda participar de la rica trayectoria de trabajo social y comunitario en departamentos como Lares y Barquisimeto.
Según Llanisca Lugo, este intercambio viene como anillo al dedo sobre todo para la realidad cubana del momento, pues a partir de los debates propiciados por el VI Congreso del Partido, realizado en abril de este año.
“En el actual contexto cubano —refiere la coordinadora del Programa de Solidaridad del CMMLK—se están dando oportunidades de debate y de construcción muy interesantes donde existen proyectos en disputa, tensiones entre políticas que se impulsan, legislaciones que facilitan y otras que tienen excesivas regulaciones, y en las que hay grupos interesados con diversas visiones que están colocando temas y maneras de actuar teniendo como premisa la idea de un socialismo con mayor participación y control popular que ponga en el centro la felicidad humana.
Viéndolo así es una apuesta que precisa ganar en claridad y, por lo tanto, necesita ponerse en diálogo con experiencias diversas desde la mirada plural de los movimientos y organizaciones sociales, populares, campesinas, de jóvenes, de cristianas y cristianos, de mujeres, de cooperativas y de autogestión comunitaria latinoamericanas”.
En el continente existen organizaciones que impulsan trabajos concretos en temas de soberanía alimentaria, buen vivir, cooperativas de viviendas autogestionadas, desarrollo local, trabajo social comunitario con las cuales debemos entrar en contacto para aprender de sus experiencias y aportar también nuestros modestos saberes, añadió Llanisca Lugo.
A la pregunta de qué pasará cuando quienes ahora se van a este intercambio, regresen a sus experiencias en Cuba, Llanisca explica: “deberán regresar con un mapeo de organizaciones sociales con las cuales podamos continuar compartiendo problemática comunes”. Al convivir con cada una de estas organizaciones, los participantes analizarán ejes de observación que tienen que ver con la espiritualidad, la comunicación, el modo en que se produce y reproduce la vida cotidiana, cómo distribuyen y comercializan en el mercado, cuáles son las estructuras y dinámicas propias de esas organizaciones y, algo bien importante, cómo hacen cotidianas las políticas hacia adentro de su vida institucional.
Al regreso, deberán entregar un texto que recoja sus vivencias personales y la observación participante que lograron hacer durante su estancia. Ese material servirá para nuestras publicaciones y también para compartir en los espacios de formación de la Red Cubana de Educación Popular y la Plataforma ecuménica que se extienden por toda la Isla.