El hecho simple que un líder – elegido democráticamente – fue expulsado ilegalmente, con el uso de fuerza es razón suficiente para la expresión de desaprobación y condenación por parte de organizaciones y gobiernes a través del mundo. Sin embargo, la manera de la expulsión del Presidente Zelaya provoca una condenación adicional. El domingo, 28 de junio, unos 300 soldados entraron en la residencia del Presidente Zelaya y le presentaron con un ultimátum; si él no rendía, le iban a matar. Después, le llevaron al aeropuerto, y le forzaron a montar un avión, el cual llevó al Presidente Zelaya a Costa Rica. Durante todo esto, ni se permitieron al Presidente cambiarse de ropa, humillándole aun más. Ningún líder, elegido justamente debe ser tratado en esa manera.
El gobierno inconstitucional, instalado después de la expulsión de Presidente Zelaya sigue ignorando las solicitudes de varios gobiernos e instituciones internacionales exigiendo la restauración del gobierno legítimo de Honduras. La Organización de los Estados Americanos ha declarado que Honduras sería expulsada de dicha organización si el Señor Zelaya no fuera reestablecido como el Presidente de Honduras antes del día 4 de julio. Los Estados Unidos han detenido sus operaciones militares en Honduras. Además, el Banco Mundial ha suspendido el apoyo financiero que suministra a Honduras. Los líderes de varios países de América Latina y el Caribe han exigido la restauración inmediata del gobierno de Presidente Zelaya. Algunos gobiernos han retirado sus embajadores de Honduras.
No obstante, siguen las atrocidades del actual gobierno inconstitucional de Honduras. Varios ciudadanos hondureños que han decidido demostrar su oposición a esta violación del sistema democrático con protestas han sido atacados por la policía y algunos han sido detenidos. Además, periodistas quienes estaban reportando los eventos han sido atacados. Adriana Sivori, de teleSUR fue detenida por militares hondureños.
Varios movimientos sociales y organizaciones de sociedad civil a través del hemisferio, también han exigido la restauración inmediata del Señor Zelaya. Además, estos grupos han expresado su solidaridad con el pueblo hondureño, especialmente los trabajadores, los campesinos y los grupos marginados quienes han apoyado a Presidente Zelaya y las reformas progresivas que él ha iniciado. En realidad, eran estos cambios que provocaron el golpe de estado. Las reformas de Zelaya representan una amenaza a la estructura tradicional de poder en Honduras. Dicha clase alta apoyaba la dictadura militar que causó décadas de represión para el pueblo de Honduras. Es evidente que un objetivo del actual golpe de estado es reestablecer una situación similar de represión en Honduras.
FITUN quiere reiterar su condenación de la expulsión ilegal del Señor Zelaya. Además, expresamos nuestra solidaridad profunda con nuestros hermanos y hermanas de los movimientos sociales de Honduras mientras siguen resistiendo heroicamente a este gobierno inconstitucional y luchando para su eliminación inmediata. También unimos con los varios grupos y organizaciones en exigir la restauración inmediata del Señor Zelaya como el presidente legítimo de Honduras.
En solidaridad,
David Abdulah
President