La Agencia Latinoamericana de Información (ALAI) convocó a este Encuentro, al que han acudido periodistas de 14 países. “Hemos identificado medios que son referentes de sectores comprometidos con procesos de cambio en la región y la democratización de la comunicación,” señaló Sally Burch, una de las organizadoras de ese evento.
Desde la jornada inicial se intercambiaron experiencias en cuanto al trabajo comunicativo que se realiza hoy en cada uno de nuestros contextos y se identificaron los desafíos que enfrentamos. “Se ha logrado abrir el debate público con respecto a la comunicación-comentó Osvaldo León, de ALAI-, nuevas constituciones han dado un salto importantísimo en ese marco legal, reconociendo a la comunicación como un derecho. Dentro de los propios países se está hablando del rol social, en materia de comunicación. Argentina, Paraguay, Brasil, Ecuador, Uruguay están hablando de medios públicos, de una nueva agenda mediática, lo que nos coloca en una nueva dinámica, en la que se abren otras oportunidades.”
Las nuevas tecnologías accesibles desde internet, nos han impuesto otras rutinas, han ampliado la posibilidad de grupos y sectores sociales de multiplicar sus capacidades comunicativas. Ante ellas, las comunicadoras y comunicadores asistentes a este Encuentro, reclaman más espacios de capacitación que posibiliten utilizar de manera más óptima estas herramientas. Además se puntualizó la pertinencia de crear nuevos contenidos, socializar las experiencias que conocemos y juntarnos en coberturas, seguimientos temáticos y eventuales.
La integración de nuestros pueblos, la solidaridad internacional, en particular con Haití y Honduras, los derechos de la Madre Tierra, la lucha por la desmilitarización y la soberanía regional, son algunos ejes temáticos en los que se viene produciendo informaciones y que en lo adelante generarán sinergias entre distintos medios latinoamericanos. Esta agenda tendrá en cuenta las propias acciones de movimientos y organizaciones sociales del continente.
Como contribución al debate público en Ecuador se realizó un conversatorio sobre las controversias mediáticas en nuestros países, con panelistas de Paraguay, Brasil, Venezuela y Argentina, que propició una mirada al universo político y comunicacional en Latinoamérica, particularmente en estas naciones, que sirvieron de pretexto para abrir las puertas del Encuentro a otras personas invitadas. Sus comentarios, preguntas y consideraciones sirvieron para confraternizar y profundizar en lo que sucede ante los nuevos escenarios de cambio en América Latina.
Este espacio devino punto de confluencia para conocer lo que se hace en medios digitales, impresos, televisivos, radiales y las potencialidades para adentrarse de conjunto y llegar a más segmentos de públicos en las redes sociales, sin perder de vista sus peligros con respecto a la seguridad de la información que ofrecemos en ellas.
Karina López, de Prensa del Frente, de Argentina, llamó la atención sobre la responsabilidad colectiva para darle contenido real a las propuestas que surgieron de estas tres jornadas de intercambio mutuo. Ya vienen en marcha otros procesos colaborativos que en esta ocasión se multiplican con los aportes de muchos de los colectivos presentes en estos días en Quito, que tienen valiosas experiencias en la comunicación popular y alternativa.
“Que esto sea multiplicador, que podamos compartir lo que hemos discutido acá, que en la cotidianidad, en la rutina hagamos un sobreesfuerzo para integrar lo que hacemos desde cada uno de nuestros países. La riqueza de este encuentro pasa por la cantidad de experiencias reunidas aquí, aunque hubiera sido bueno contar con compañeros de Haití y Honduras. En lo adelante podamos tener una red valiosa de fuentes para el trabajo periodístico y también de amigas y amigos,” dijo al final del Encuentro, Jorge Gónzalez, periodista de E’a, de Paraguay.
Nos volveremos a ver en la red, replicando publicaciones, generando trabajos de fondo sobre las problemáticas de nuestros pueblos, aprendiendo a usar las herramientas tecnológicas con un sentido político claro, el de ser verdaderas alternativas dialógicas, que multipliquen voces, que empoderen, que defiendan la verdad, los derechos humanos y sobre todo, la capacidad de muchos y muchas de transformar para construir sociedades plurales más justas.