La decisión, que cuenta con el apoyo de la Oficina del Informe de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), es uno de los resultados del proceso de diálogo y consultas que sucedió a la exclusión de esta isla caribeña de la investigación global en esa materia, correspondiente a 2010.
“Estamos dispuestos a trabajar, a comprometernos y a poner un esfuerzo adicional desde la oficina en Nueva York y trabajar en colaboración con la oficina del PNUD en Cuba”, dijo a la prensa Khalid Malik, secretario general auxiliar de la ONU y nuevo director de la Oficina del IDH, al término de una visita a Cuba el 30 de septiembre.
No es la primera vez que el PNUD apoya esfuerzos similares. Tres investigaciones sobre desarrollo humano en Cuba fueron realizadas por el gubernamental Centro de Investigaciones de la Economía Mundial en 1996, 1999 y 2003, en los últimos dos casos dedicados específicamente a la equidad y a la ciencia y la tecnología.
Malik aseguró que, paralelamente a este esfuerzo, la oficina que dirige espera contar con la presencia cubana en un Foro de Desarrollo Humano global que, en enero o febrero de 2012, deberá reunir a líderes de todo el mundo, y la participación de especialistas de la isla en proceso de consultas para la definición de los temas de los próximos informes globales.
“Estamos pensando analizar el tipo de índice que tenemos y cuál es la mejor manera de poder medir el progreso en desarrollo humano entre los países. Mientras más nos veamos y trabajemos juntos, podemos beneficiarnos más”, dijo el alto funcionario, quien incluyó el viaje a la isla entre sus primeras misiones como director de la Oficina del IDH.
Entre los objetivos fundamentales de la visita aparecía la presentación oficial a las autoridades cubanas de los resultados del proceso que sucedió a la publicación del informe “La verdadera riqueza de las naciones: Caminos al desarrollo humano” y los cambios metodológicos que permitieron la inclusión retroactiva de Cuba.
La investigación del pasado año ponía en duda los datos de la isla y se cuestionaba la fiabilidad de la posición cubana en informes de años anteriores. La duda surgía por la dificultad de comparar los resultados de un país donde la economía funciona en condiciones de dualidad monetaria (peso cubano y peso cubano convertible).
“Daban números muy inusuales y pasa porque había dos tipos de cambio. Cuando usted tiene que comparar país con país, compara la moneda local con la internacional y después a todos los países. Y entonces, nos daban cifras que no parecían reales y podían dar una impresión errada”, dijo Malik en declaraciones exclusivas a IPS.
“Este es el problema técnico y quizás no fue la decisión correcta”, aseguró el alto funcionario sobre la opción de no incluir a la isla.
“Lo que hemos hecho después de eso es invertir mucho tiempo tratando de buscar un método confiable para ver cómo podemos obtener una fórmula que no necesita de la conversión y poder llegar a una cifra que parece ser buena. Y entonces actualizamos los resultados de todos los años sobre Cuba y también la fórmula”, explicó.
Además de la isla, el informe de 2010 había excluido a Palau y al Territorio Palestino Ocupado por problemas con los datos. El caso, que generó debates y el trabajo conjunto de especialistas en estadísticas de varias instituciones, propició el retorno de los tres países al índice y la expansión de la cobertura de 169 a más de 180 naciones.
La metodología desarrollada permitió hacer un estimado regresivo y actualizar el IDH de 2010. En la nueva lista, Cuba aparece en el número 53, que la coloca en el grupo de países de desarrollo humano alto. En la región de América Latina y el Caribe, se coloca en sexto lugar.
En el caso de Cuba, el nuevo método para calcular el ingreso nacional bruto contempló el producto interno bruto por persona como una función referente al comercio internacional, el uso de energía por cada habitante, la población con acceso a Internet y un conjunto de variables regionales.
El resultado, según fuentes de la Oficina del IDH del PNUD, refleja logros nacionales como los 10 años de escolarización promedio entre la población adulta, casi 18 años esperados de instrucción en los grupos más jóvenes, 79 años de esperanza de vida y una renta por persona en términos de paridad de poder adquisitivo de 5.747 dólares.
“Cuba es el único país de América Latina que se encuentra entre los 10 con mejores resultados en el IDH no económico de la última década, con un aumento de dos años en la esperanza de vida y de cinco en los años de escolarización esperados”, asegura un artículo de Francisco Rodríguez y Clara García, especialistas de la Oficina del IDH.
Los informes globales, sin embargo, no pueden incluir dimensiones muy específicas de cada nación, como podría ser el impacto en materia de desarrollo humano del bloqueo económico de Estados Unidos a la isla, que se extiende por casi 50 años, reconoció Malik en su intercambio con la prensa nacional y extranjera en La Habana.
“Mientras más nos veamos y trabajemos juntos, podemos beneficiarnos más”, añadió el funcionario de la ONU, tras reunirse con autoridades y especialistas nacionales, en compañía de Barbara Pesce-Monteiro, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas y Representante Residente del PNUD en Cuba.