“Siempre quise ser parte de todo esto. No recuerdo cuántas veces le dije a
mi mamá: voy a hacer que funcione; yo voy a hacer la revolución”, dijo
Mónica a IPS, una joven cubana que en diciembre se unió simbólicamente con
su pareja, Elizabeth, en el patio del gubernamental Centro Nacional de
Educación Sexual (Cenesex).
En tanto, Danilo Rivero, quien viajó 100 kilómetros para asistir a la
celebración en La Habana del Día Internacional contra la Homofobia y la
Transfobia, aseguró que nunca pensó que llegara el momento en que en su
país “se le diera al homosexual el lugar del ser humano”.
“Soy muy cubano, cubanísimo, no dejo mi tierra por nada del mundo. Pero
a mis 53 años puedo decir que he vivido y he sufrido intensamente. No
quiero hacer denuncias porque ya ha pasado la vida”, comentó a IPS Rivero,
quien hace 35 años debió dejar el área estatal de educación para emplearse
en una empresa productiva donde aún labora.
Mónica, Elizabeth y Danilo fueron sólo tres de las cientos de personas
que acudieron a la actividad central de la jornada nacional cubana contra
la homofobia y la transfobia que, más que concentrarse en una semana,
busca impulsar un grupo de iniciativas que se extenderán todo el año.
El verdadero boom informativo en los últimos días es un hecho sin
precedentes en este país, con 11,2 millones de habitantes y esencialmente
machista, donde hasta hace poco tiempo ser homosexual era un argumento
suficiente para no acceder a determinadas carreras universitarias, puestos
de trabajo y cargos de dirección.
Aunque para algunas personas jóvenes “el pasado no vuelve”, no pocos
gays y lesbianas viven con el recuerdo y las heridas de los tiempos en que
cientos de homosexuales fueron llevados a las llamadas Unidades Militares
de Apoyo a la Producción (UMAP), en los años 60, o excluidos de los
sectores de la educación y de la cultura, en los 70.
“Estamos dando un gran paso, pero aún necesitamos tiempo, educación y
cultura. Y no sólo hablo del heterosexual sino también del homosexual que,
por tantos años de discriminación, hemos buscado una manera de protestar y
rebelarnos contra esa violencia de la que hemos sido víctimas”, opinó
Ernesto Rojas, un coreógrafo de 40 años.
Programas y anuncios emitidos por televisión, el cine club “Diferente”
con frecuencia mensual, encuentros especializados, puestas teatrales y
seriales de radio, complementarán en las próximas semanas y meses el
encuentro del sábado, considerado por no pocas personas como “un momento
histórico” y, sin precedentes, por su apertura al gran público.
Ese acto habanero fue en celebración del Día Internacional contra la
Homofobia y Transfobia, instituido en recuerdo del 17 de mayo de 1990,
cuando la Organización Mundial de la Salud quitó de su lista de
enfermedades mentales a la homosexualidad y la transexualidad.
La bandera gay ondeó por primera vez, libremente, en la entrada de una
instalación estatal cubana. Travestis, transexuales, gays, lesbianas y
bisexuales participaron como ponentes en las mesas de debate, junto a
autoridades y especialistas. Un transexual contó su historia y reclamó su
derecho a morir como hombre.
“Estoy sorprendida. Yo venía con ese susto del primer día, cuando uno
no sabe que va a pasar. Y me da mucho gusto cómo ha sido la participación
de la gente, muy respetuosa, muy cuidadosa y sincera”, comentó a IPS
Mariela Castro, directora del Cenesex, institución que desde 2004
desarrolla un amplio programa a favor de la diversidad sexual en Cuba.
Manuel Hernández, un especialista vinculado a la prevención del
síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) desde 1985, opinó que la
celebración demostró cómo “a veces los temores que se le tienen a las
reacciones de la población y el público ante determinados temas, son
infundadas”. “Vivimos una confrontación de opiniones muy positiva”, añadió
a IPS.
Los planteamientos fueron desde el cuestionamiento a la educación
sexista hasta el acoso policial que sufren algunas personas sólo por su
orientación sexual, la ausencia de espacios de encuentro gay reconocidos y
respetados oficialmente y la estigmatización de que son víctimas las
lesbianas, incluso dentro de la comunidad homosexual.
“La escuela es el espacio canalizador de la homofobia, de hecho, la
potencia a niveles insospechados en la medida que el niño “diferente” “no
encaja” con el resto de sus compañeros”, aseguró Alberto Roque,
colaborador del Cenesex, en su ponencia titulada “Identidad gay y
homofobia”.
Contrario a la posición defendida por el Cenesex que favorece la
creación de lugares inclusivos para evitar guetos, un homosexual propuso
en el debate la apertura de espacios propios de la comunidad gay que
faciliten el encuentro y el intercambio libre entre parejas del mismo
sexo.
También se exigió mayor agilidad en la aprobación de las uniones
legales entre personas del mismo sexo y en el inicio de las operaciones de
reasignación sexual a las 28 transexuales que, según Castro, integran ya
la lista de personas que esperan por ese momento que deberá cambiarles la
vida.
Entre las noticias de la jornada, se conoció que la propuesta de
incluir en la reforma del Código de Familia, vigente en Cuba desde 1975,
el derecho a la adopción por parejas de gays y lesbianas fue eliminada en
aras de agilizar la aprobación de derechos más amplios y en espera de un
momento más oportuno.
Sobre la propuesta legal en su conjunto, el presidente del parlamento
de Cuba, Ricardo Alarcón, aseguró a la prensa que “hay una buena
disposición para examinarlo adecuadamente, incorporando todos los
criterios, todas las opiniones”. “Tiene que ser necesariamente un esfuerzo
intelectual, de reflexión, concertado”, apuntó.
“Estos temas han sido tabú y lo siguen siendo entre muchos y muchas”,
reconoció el político, quien asistió el sábado a toda la sesión matutina
de conferencias y debates de la actividad central por el Día Internacional
contra la Homofobia y la Transfobia, que contó con el apoyo del gobernante
Partido Comunista.
Por su parte, Sandra Álvarez, una psicóloga que trabaja como editora y
periodista, se cuestionó cuánto habrá que esperar para que las personas
que toman decisiones respondan a las demandas planteadas por gays,
lesbianas, travestis y transexuales. ¿Cuánto tiempo más hay que esperar
porque la vida evidentemente se les está consumiendo?, dijo a IPS.
“Ahí está el ejemplo de Juani. Desde el año 1970 planteó su
problemática, que hizo que toda una serie de estudios y preocupaciones se
abrieran y ya estamos en 2008. Han pasado 38 años desde que Juani dio su
vida para ser estudiado”, comentó Álvarez sobre el caso de un transexual
que contó su historia durante la jornada.
“¿Qué va a pasar? ¿Tendremos que seguir esperando 10, 15, o 20 años, a
que alguien abra sus entendederas o se haga más sensible?”, añadió la
psicóloga, quien reconoció la jornada como un momento más en los debates
impulsados en el país sobre temas de los que “nunca se hablan” como es la
educación, los estereotipos de género y la discriminación.
(FIN/IPS/da/dm/pr he hd ip/sl la/08)*****
+ La boda de Mónica y Elizabeth
(http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=87007)
+ Puerta abierta a la diversidad sexual
(http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=29737)
+ Diversidad sexual: la hora del cambio
(http://www.cubaalamano.net/voces/index.php?option=com_debate&task=debate&id=12)
+ Cenesex – Proyecto de diversidad sexual
(http://www.cenesex.sld.cu/webs/diversidad/diversidad.htm)