-La comunicación del Evangelio es compromiso de la iglesia. Somos portadores y portadoras del mensaje de Dios y responsables de comunicarlo correctamente.
-Es necesario adquirir una preparación integral actualizada para realizar las actividades comunicativas.
-Hay que tener sentido de responsabilidad con el mensaje que compartimos.
-Tener en cuenta todos los medios y vías posibles, desde las más tradicionales hasta las más avanzadas.
-Considerar las características de las personas con las que nos comunicamos (género, discapacidades, grupo etario, sus códigos culturales…)
-Velar por el uso de un lenguaje adecuado y por la capacidad de diálogo. Se resalta la importancia de la habilidad, el respeto, el buen trato y evitar las imposiciones.
-La comunicadora o comunicador debe dar buen testimonio ante su comunidad.
-Estar en sintonía con la realidad que se vive, es decir, considerar los contextos sociales, personales, económicos, culturales…
-Ser consecuentes con el mensaje que compartimos, cuidar la coherencia (haz lo que yo digo y también lo que hago).
-Pedir la guía y ayuda de Dios, utilizar la oración como forma primaria de comunicación.
¿Cuáles son los aspectos que usted considera no deben faltar cuando hablamos de comunicación en una comunidad? ¿Cómo valora el trabajo comunicativo en su iglesia? Nos cuenta.