Del 8 al 11 de febrero de 2018 en Papay, las organizaciones miembros del capítulo ALBA – Haití nos hemos reunido en el Centro de Formación Nacional de los cuadros campesinos para avanzar en la estructuración organizacional del capítulo. En esa ocasión hemos pasado más de una jornada de reflexión y de autoformación con respecto a la visión socialista y la evolución histórica de la actualización de ALBA Movimientos en el continente. La Asamblea trabajó sobre el reforzamiento del funcionamiento del capítulo[LC1] , así como sobre el desarrollo de un plan de trabajo conjunto para el período 2018-2019.
Dichas organizaciones reunidas en Papay reforzaron su compromiso para con la lucha permanente para cambiar esta sociedad basada en la lógica de la explotación. Esta explotación está destruyendo la mayoría de los Pueblos de los países de nuestra América. En esta batalla hasta la victoria final para instaurar un poder popular, son los trabajadores y las masas explotadas que han de tomar el poder. Así llegaremos a la sociedad socialista. Trabajamos en coherencia con la línea internacionalista solidaria y queremos afirmar nuestra presencia solidaria para con las batallas de todos los pueblos del continente que luchan por su liberación.
Desarrollaremos un proceso de formación política e ideológica para permitir a todos comprender las causas de la actual miseria, para tomar conciencia de las formas de lucha para salir de esta situación deplorable y para construir un pueblo libre en un país soberano. Este proceso de formación política debe estar acompañado de una nueva estrategia de comunicación popular donde las capas explotadas puedan expresarse. Así, van a poder dialogar con otras categorías de explotados de Haití como así también de otros países. Entre tanto, van a crear un espacio que les va a permitir construir un pensamiento crítico respetando sus culturas. Denunciamos todas las manipulaciones empleadas por los medios de comunicación dominantes del sistema capitalista para engañarnos y hacernos perder nuestra identidad.
Defendemos a la Madre Tierra y todos los bienes de la naturaleza. Nos oponemos a todas las formas de pillaje, destrucción y explotación que el sistema capitalista impuso priorizando el dinero y las ganancias antes que la vida. Defendemos el derecho de la Madre Tierra mientras construimos otros tipos de relaciones en la sociedad, en la economía y en el medio ambiente.
Luchamos sin cesar para construir soberanía alimentaria, energética, tecnológica y financiera de los Pueblos Latinoamericanos y del Caribe. Apoyamos la economía campesina agroecológica en su batalla para frenar la explotación minera e impedir que las empresas transnacionales y los terratenientes acaparen sus tierras. Apoyamos también la lucha para una reforma agraria popular e integral donde la gente que trabaja la tierra sea dueña de la misma.
Nosotros del capítulo ALBA-Haití, estamos construyendo y reforzando nuestro trabajo en una lógica económica popular solidaria. Así las riquezas del trabajo colectivo que producimos van a ser repartidas de manera igualitaria entre la gente que trabaja para crear dichas riquezas. Estamos trabajando para el desarrollo de nuestras comunidades donde colocamos los valores de uso de los bienes por encima de los valores de cambio. Decidimos seguir con el trabajo para desarrollar más iniciativas económico-sociales y solidarias que nos permitan construir experiencias económicas basadas en la equidad y la solidaridad. Lo estamos haciendo en el seno de las cooperativas, las mutuales solidarias y otras empresas no atadas a las patas de las mesas de los patrones capitalistas.
Estamos luchando para reforzar nuestros movimientos feministas. Pues vemos cómo la globalización neoliberal golpea a las mujeres y las empuja a la miseria. También estamos luchando sin cesar para defender los derechos de las mujeres, y oponiéndonos a todas las formas de violencia que están sufriendo simplemente por ser mujeres. Además luchamos en contra de todas las formas de organización donde las mujeres no encuentran su lugar.
Estamos luchando para construir una sociedad democrática donde es el pueblo que decide la forma de organización social, política y económica que desea para poder vivir en armonía. En ese sentido, denunciamos todas las maniobras que violan los derechos políticos del pueblo haitiano, sobre todo cuando se le impide elegir libremente a sus dirigentes en las elecciones, como así también cuando dejan de lado las conquistas democráticas enmarcadas en la Constitución de 1987. Debemos enfrentar a todos los sectores que quieren volver a la dictadura. Jamás estaremos de acuerdo con un sistema presidencial autoritario. Hemos comprobado cómo nos han impuesto un presupuesto criminal para el año 2017-2018, a pesar de todas las movilizaciones en contra que hemos llevado a cabo durante el último trimestre del año 2017.
Reconocemos la existencia de una serie de obstáculos que nos impiden avanzar más rápidamente en la lucha por la liberación de Haití que está sumergido en la miseria, la explotación, la corrupción, la dependencia y la dominación de un Estado que trabaja para una pequeña minoría de familias de la oligarquía. Un Estado que se encuentra bajo las órdenes de las potencias imperialistas. Somos conscientes que nuestros movimientos sociales reivindicativos tienen mucho trabajo por realizar para construir la unidad entre nosotros. Estamos trabajando para desarrollar una nueva estrategia de comunicación capaz de establecer un clima apropiado entre nosotros. Entre tanto, estamos desarrollando un trabajo de formación política e ideológica que nos permita comunicarnos mejor con la población.
Trabajamos para construir la unidad entre diversas fuerzas que luchan para un cambio total en el país. Estamos construyendo la soberanía popular donde es el pueblo haitiano es quien debe controlar los recursos del país y poner fin al pillaje que se está haciendo de nuestras riquezas.
Revisamos los objetivos estratégicos y principios del ALBA que representan los fundamentos de dicho movimiento. Adherimos a esos principios.
Estamos reforzando la solidaridad internacionalista apoyando las luchas que llevan a cabo los Pueblos en América Latina y el Caribe en contra del imperialismo y de las políticas neoliberales. En ese sentido, saludamos la resistencia extraordinaria del pueblo de Cuba. Desde la revolución de 1959 está demostrando que es posible construir una sociedad capaz de dar respuestas a las necesidades de sus habitantes en una lógica de dignidad e igualdad. Cuba sigue resistiendo mediante una maravillosa experiencia de construcción socialista. 59 años después lleva bien en alto los principios de fraternidad aportando su colaboración a otros pueblos mediante una cooperación solidaria en los campos de la medicina, educación, agricultura, etc. Saludamos la enorme contribución de los médicos cubanos que luchan en contra de las enfermedades al lado del pueblo haitiano. Cuba también está presente en diversos otros campos como por ejemplo recibe a varios centenares de jóvenes haitianos para su educación universitaria. Mientras saludamos la solidaridad del pueblo de Cuba, denunciamos también todas las agresiones de los países imperialistas en contra de nuestros hermanos y nuestras hermanas de Cuba, en particular exigimos el fin del bloqueo ilegal y criminal impuesto por el imperialismo norteamericano sobre este país desde 1962.
Saludamos a la revolución bolivariana que demuestra que es posible que un pueblo puede enfrentar a los países imperialistas, y decidir abandonar las políticas de dominación neoliberal. Saludamos la hermosa herencia de Hugo Chávez Frías y defendemos al gobierno de Nicolás Maduro que actualmente está enfrentando las agresiones de las potencias imperialistas. Por otra parte está desarrollando una linda experiencia de construcción democrática en relación a la cuestión de los poderes comunales y de la Asamblea Nacional Constituyente. Pedimos que en todo el continente se pueda decir la verdad sobre lo que está ocurriendo en Venezuela y acerca de la batalla en contra de las propagandas de los países imperialistas.
El programa Petro Caribe es un hermoso ejemplo de cooperación solidaria que permite a muchos países de la región del Caribe resistir ante la crisis del sistema capitalista y resolver varios problemas de infraestructura. En Haití el dinero de Petro Caribe ha servido a los intereses de la oligarquía que acaparó ese dinero en función de los intereses personales de algunas familias. Junto al Pueblo haitiano denunciamos a los ladrones y exigimos identificar a todos esos criminales, que devuelvan lo robado y sean condenados por la justicia. Es en este mismo sentido que apoyamos la batalla de los Pueblos del Caribe que están pidiendo justicia y reparación para los crímenes perpetrados durante la esclavitud por las potencias colonialistas europeas.
Saludamos el hermoso esfuerzo que se está desarrollando hace ya algunos años en Colombia para establecer la paz y denunciamos los asesinatos de algunos antiguos guerrilleros de las FARC y del ELN como así también de dirigentes de organizaciones sociales. Denunciamos el asesinato de Jesús Orlando Grueso Obregón y el de Jonathan Cundumi Anchino militantes de derechos humanos y miembros de Marcha Patriótica. Ellos cayeron bajo las balas asesinas el 8 de febrero de 2018, como ocurre a diario a varios centenares de defensores de derechos humanos con el objetivo de bloquear el proceso de paz. Pedimos justicia y reparación para las familias de las víctimas y exigimos el fin de las violencias y los asesinatos contra los militantes de derechos humanos y los pueblos indígenas de todo el continente. Al mismo tiempo, pedimos al gobierno de Colombia que respete el territorio de Venezuela y suspenda todas las operaciones militares y paramilitares en la frontera entre los dos países.
Hace ya varios años, que el imperialismo y las fuerzas de derecha vienen luchando para retomar el control del continente por todos los medios. Así, ocuparon militarmente Haití, instalaron bases militares en varios lugares, perpetraron golpes de estado en Brasil, Paraguay y Honduras, y acaban de robar la elección en Honduras. Esa ofensiva se basa en todas las formas de agresión contra los trabajadores y la intensificación de la dependencia y la dominación de nuestros Pueblos. Pedimos a los Pueblos latinoamericanos que se mantengan vigilantes para poder seguir resistiendo como lo están haciendo para derrotar los planes de recolonización, mientras retoman el camino de la construcción de la soberanía y de la libertad. Mantendremos la herencia de Fidel Castro, Che Guevara, Charlemagne Péralte, Augusto César Sandino, Emiliano Zapata, Hugo Chávez Frías, Jean-Jacques Dessalines y varios otros revolucionarios que lucharon durante más de 500 años para defender nuestras tierras y nuestra dignidad. El año 2018 es un año importante, ya que hay elecciones presidenciales en Brasil, México, Venezuela, Costa Rica, Cuba… En todas esas batallas electorales tenemos que juntar nuestras fuerzas para enfrentar a los enemigos de las clases populares.
¡Viva la batalla antiimperialista en nuestra América!
¡Viva el Movimiento Social para construir el ALBA!
¡Viva la lucha por la libertad y la soberanía del Pueblo de Haití!
¡Viva todo trabajo internacionalista solidario para conectar las batallas que estamos librando por la liberación de todos los Pueblos del continente y de la tierra!