Cerca de 100 comunicadoras y comunicadores populares de 24 países del continente nos encontramos del 24 al 28 de febrero en las instalaciones del Centro de Formación Simón Rodríguez en Venezuela. Resulta un hecho trascendental y estratégico que podamos reunirnos más de 80 organizaciones sociales y populares con el objetivo de reflexionar y proyectar las acciones comunicativas en la actual coyuntura continental.
Esta iniciativa forma parte de la agenda política de la Articulación de ALBA Movimientos que es la expresión del compromiso de los pueblos de seguir empujando el legado del Comandante Hugo Chávez Frías en la senda de una nueva geopolítica mundial que favorezca la construcción de un modelo de sociedad alternativo al orden hegemónico del capital.
Realizamos un análisis de coyuntura continental en el que reflexionamos respecto a la ofensiva imperial que se inscribe en una crisis civilizatoria del capitalismo, asentada en una profundización de las políticas extractivistas y que favorecen lógicas depredadoras. Los poderosos han tomado una iniciativa nucleada para intentar que los pueblos paguemos la crisis. Frente a esa avanzada nos paramos firmes y decimos que vamos por más, que llegó la hora de reactivar la llama que
se avivó en nuestras tierras en las últimas décadas y que se tradujo en cambios políticos que venimos analizando con rigor militante.
Entendemos que los proyectos neodesarrollistas y reformistas han mostrado sus límites y han dejado al desnudo su inviabilidad. Por otro lado, creemos que las propuestas que vienen apostando por una transformación de fondo deben radicalizar su talante democrático, trascendiendo incluso el enorme avance de los procesos constituyentes y profundizando el protagonismo popular.
En esta coyuntura, desde el punto de vista comunicacional las grandes trasnacionales de la información vienen imponiendo el terrorismo mediático, el discurso único y la construcción del miedo. Frente a esto, debemos integrarnos más, fomentar la unidad del campo popular, formarnos, multiplicar las capacidades, pensar y gestionar una comunicación articulada para disputar espacios, discursos, generar matrices de opinión que contrarresten los embates de la derecha.
Tenemos que fomentar la movilización popular para la lucha continental, fundamentada en el acumulado histórico desde nuestros pueblos originarios. Es preciso superar este escenario a partir de un proyecto anclado en la participación popular, la unidad, la integración, la solidaridad, la esperanza y la construcción desde abajo y a la izquierda. Es hora de apostar por una alternativa que garantice la reproducción de la vida de las mayorías trabajadoras del continente, que camine hacia un horizonte socialista.
Reafirmamos nuestra apuesta por una comunicación contrahegemónica, comprometida con las luchas populares y la integración de nuestros pueblos. Reflexionamos, además, sobre la necesidad de pensar estrategias comunicativas que logren un mayor impacto y eficacia ante el complejo escenario que atraviesa la región.
En el 2016 una de las máximas expresiones de esta lucha es la que libra el pueblo y gobierno venezolano, junto al camarada Presidente Nicolás Maduro Moros, a quienes queremos expresar nuestra más clara y profunda solidaridad frente a esta fase de arrecie de los ataques de la derecha continental. Para los movimientos sociales y populares, la Revolución Bolivariana significa una gran referencia de democracia no solo electoral sino participativa y de garantía de derechos humanos e inclusión de las mayorías. Nos parece clave que se profundicen y visibilicen los procesos comunales y de autogobierno, que son la base fundamental de la construcción del socialismo bolivariano. El 13 de abril de este año, fecha de conmemoración de la victoria popular frente al golpe de derecha del 2002, lanzaremos una Campaña Continental de Solidaridad con la Revolución Bolivariana, con acciones simultáneas en todos nuestros países.
Expresamos nuestra solidaridad con las luchas del pueblo de Argentina ante la ofensiva neoliberal, así como sumamos nuestras voces a la exigencia de soberanía de las Islas Malvinas. Reconocemos el traspié electoral que sufrió el proceso de cambio en Bolivia pero estamos convencidas y convencidos de que no es una derrota definitiva sino parte de las complejidades en la construcción democrática de un proceso que escucha al pueblo. Reafirmamos, además, nuestro apoyo al reclamo de la
salida soberana al mar del pueblo boliviano. En tanto, demandamos en el marco de la revolución ciudadana en Ecuador que se amplíe el diálogo con las organizaciones sociales; y suscribimos la demanda hacia la trasnacional Chevron frente a su contaminación en la Amazonía.
Exigimos la salida de las tropas de la ONU de Haití y que se respete la autodeterminación de su pueblo.
Denunciamos la criminalización de la protesta y la persecución a las comunicadoras y comunicadores en América Latina y exigimos la democratización de la comunicación como un derecho humano.
Nos comprometemos a seguir visibilizando y siendo parte de las luchas antipatriarcales, por la igualdad de género, el respeto a la sexodiversidad y contra toda forma de violencia y dominación hacia las mujeres.
Rechazamos el avance del agronegocio en nuestros territorios –a través de sus modos de producción explotadores y los desalojos a familias campesinas- y ratificamos nuestra apuesta a seguir desarrollando la soberanía alimentaria y la agroecología como alternativa viable para la alimentación de nuestros pueblos y el respeto a la Madre Tierra.
Decimos que no puede existir paz en Colombia sin justicia social y sin la participación de los movimientos sociales y populares.
Consideramos que es un contrasentido la visita de Barack Obama a Cuba sin que se hayan eliminado el bloqueo económico y la base naval de Guantánamo y se mantenga el objetivo de aniquilar a la revolución cubana, que sigue siendo para nosotras y nosotros un referente del socialismo en el continente. De igual manera consideramos como una provocación su presencia en Argentina apoyando al gobierno de Mauricio Macri justo en la fecha en que se conmemoran 40 años del inicio de la última dictadura cívico-militar. Por ello el 24 de marzo todos los pueblos estaremos acompañando al pueblo argentino que marchará unido en repudio al imperialismo.
No olvidamos los golpes en Honduras y Paraguay, que ensayaron formas antidemocráticas de restauración conservadora que podrían replicarse en otros países latinoamericanos.
Proponemos a los presidentes del ALBA-TCP potenciar el diálogo, la integración y la solidaridad con los movimientos sociales y populares de ALBA Movimientos, que pudiera materializarse en un encuentro que nos articule para enfrentar de conjunto esta compleja coyuntura. Instamos a que en la agenda política de estos gobiernos se incorpore el tema de la comunicación para avanzar en los procesos de integración y construcción popular.
Desde ALBA Movimientos seguiremos en lucha por una comunicación popular, participativa, democrática y emancipadora.
Unidad, lucha, batalla y victoria
¡Chávez vive! ¡La lucha sigue!
/Venezuela, 28 de febrero de 2016/
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