En las últimas décadas la humanidad ha ido descubriendo que la naturaleza y sus recursos no son infinitos. El uso irracional de las energías no renovables y la depredación del medio ambiente han dado como resultado un estado de cosas preocupante, tanto para los actuales habitantes del planeta como para las generaciones futuras.
Los modelos de desarrollo vigentes en el llamado Primer Mundo no han hecho una auténtica opción por la vidasino mas bien una opción por el disfrute egoista de la vida, llevando el consumismo a un nivel de valor absoluto y de espaldas al sufrimiento provocado en millones de personas y especies animales o vegetales.
Se impone así una reflexión seria y critica sobre esos modelos de desarrollo desde nuestra fe cristiana, y a la vez una relectura de la Biblia a partir de la invitación que nos hace Jesucristo a compartir lo que él define como Vida Abundante (Jn 10:10)
Por ese motivo, y en concordancia con nuestro Programa para la Vida, queremos ofrecer a las iglesias de Cuba este trabajo de Leonardo Boff, en donde hace una breve presentación de las distintas corrientes de la ecología desde nuestra realidad latinoamericana y desde una clara opción por los marginados. Esperamos que pueda servir como material de estudio que lleve a tomar conciencia de los problemas de nuestro entorno y que paralelamente promueva actividades concretas de defensa del medio ambiente y búsqueda de fuentes energéticas renovables y recursos productivos que puedan satisfacer las necesidades básicas de la población manteniendo el ecoequilibrio.
Creemos, con el autor, que la ecología no debe ser una ciencia reservada a ciertos grupos sociales o movimientos, sino que “… tiene que ver con nuestra vida cotidiana y no puede ser usada como categoría o instrumento que desmovilice nuestras luchas sociales, políticas y económicas. No se puede en nombre de ella, dejar de sustentar la utopía socialista y dejar de criticar el modelo de acumulación capitalista… “
La construcción diaria de esa utipía es nuestro desafío y empeño: el hacer posible un lugar donde las necesidades básicas de la persona estén satisfechas y en donde el bienestar de unos no constituya una afrenta para los demás; espacio vital que sea respetado como acogedora casa común para todo ser viviente y tiempo para la alabanza y la celebración (Salmo 148).