Bolivia ha tomado el camino de la integración como un paso concreto hacia la unión de América del Sur, afirmó este martes Alfredo Rada, viceministro boliviano de Coordinación con los Movimientos Sociales, en el marco de la charla brindada en el Encuentro Latinoamericano “Democratizar la palabra en la integración de los pueblos”, que se realiza hasta el jueves en Quito, Ecuador.
Rada recordó que el gobierno del presidente Evo Morales aceptó el concepto de “integración en 2006, pero con el objetivo de impulsar la unión” de la región. Como paso transcendental para la unidad, el viceministro destacó la creación de la Unión Suramericana de Naciones (UNASUR), que con apenas cinco años, y sin quedar exenta de contradicciones, “ha acelerado el camino hacia la integración”. Rada indicó que a Europa le llevó varias décadas conformar la Unión Europea (UE) y todavía no “han podido superar sus contradicciones nacionales”. Como ejemplo de esto, nombró el caso de los pueblos catalanes y vascos en España.
“Nosotros no postulamos el monoculturalismo y que la integración anule a los Estados Nacionales”, afirmó. Rada señaló que los procesos de integración dependen de las relaciones de fuerzas políticas y reconoció que en el interior de UNASUR “hay una pugna entre proyectos políticos y modelos económicos” diferentes.
Estas diferencias, explicó Rada, también se traducen en el Mercosur, razón por la cual países como Venezuela, Bolivia y Ecuador decidieron sumarse al organismo para funcionar como “contrapeso” a proyectos como la recientemente conformada Alianza del Pacífico (AP), bloque de marcado corte neoliberal y apoyado por Estados Unidos. “El ALCA hoy se llama Alianza del Pacífico”, aseveró.
Rada analizó que los procesos de integración continental que actualmente conviven “tienen alcances y límites” y puntualizó que “suponen una correlación de fuerzas y una puja de proyectos políticos. No es lo mismo la integración según los presidentes que estén en cada país”.
“Dentro de la UNASUR hay una especie de crisis de conducción, que tiene que ver con una nueva correlación de fuerzas políticas luego del golpe institucional a Paraguay. No se está pudiendo elegir un secretario general y esto se expresó en la última reunión donde la propuesta de que sea uno de Bolivia tuvo 7 votos, y uno de Perú tuvo 5 votos, por lo que no se pudo llegar a un acuerdo”.
Rada reflexionó sobre el rol que cumplen los movimientos sociales en este mapa político regional y más específicamente en el Foro de Participación Ciudadana, una instancia que incluye el proyecto de la UNASUR. Estos Foros “también se han estancado, ya que hay acuerdos que no están pudiendo ser conceptuados, ya que para Bolivia por ejemplo sugería que sean integrados por los movimientos sociales y Colombia que lo integre la llamada sociedad civil, pero al aceptar este término, ¿quiénes están, los medios de comunicación y las ONG´s?, la participación tiene que ver con los movimientos y no una instancia onegenista”. Para intentar avanzar hacia una plena conformación de este Foro se realizará en enero del próximo año la primera plenaria en Cochabamba, Bolivia.
Alfredo Rada puntualizó que para Bolivia, más allá de los diferentes procesos continentales de integración “la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) es el espacio estratégico” ya que les permite a los Estados integrantes “discutir temas que en la UNASUR no se van a discutir y no han llegado el momento de plantearlos”.
Por Leandro Albani y Fernando Gómez, desde Ecuador