Represión. Honduras formalmente militarizada. Aviones, avionetas, y helicópteros sobre las ciudades. Disparos de los militares para cerrar el paso del pueblo. Gases lacrimógenos, bombas, detenciones. Un constante acoso a integrantes de la Resistencia.
Así transcurrió para los hondureños y hondureñas este 29 de noviembre. El país centroamericano vivió una cruenta e ilegítima jornada electoral, “la solución” que, pisoteando las demandas y la voluntad popular, encontró la dictadura para intentar legitimar el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
Según Telesur, unos 80 detenidos arbitrariamente y una persona muerta fue el saldo parcial del día, que ahora se inscribe en la espiral de violencia que envuelve a esa nación y que ha quitado la vida a unos 30 compatriotas.
Colonia Kennedy y El Reparto, en Tegucigalpa; Santa Bárbara, en Gualala; Cortés, en San Pedro Sula resultaron puntos clave del asedio de los militares. En esta última ciudad, el Coordinador General para América Latina del SERPAJ, Dr. Gustavo Cabrera, y el Pastor Menonita Cesar Cárcamo (en el marco de la Misión de creación del Observatorio Ecuménico de DDHH) fueron detenidos mientras participaban en las manifestaciones. Como ellos, finalmente puestos en libertad, muchos hermanos y hermanas sufrieron la persecución del Ejército.
Las inconstitucionales elecciones de este domingo contaron también con la custodia estadounidense desde la base de Soto Cano, del Instituto Republicano Internacional (IRI), y del Instituto Demócratico Nacional (NDI), dos agencias timoneadas por la USAID y la NED.
La política norteamericana de apoyo al régimen de facto y su participación en el circo político de ayer mantuvieron al pueblo en vigilia, sin abandonar ni un instante las calles, a pesar de la represión. El desconocimiento a los comicios se hizo evidente en el alto índice de abstencionismo.
Con poco más del 60 por ciento de los votos escrutados en el conteo rápido, el candidato del derechista Partido Nacional, Porfirio “Pepe” Lobo Sosa superaba a su contrincante Elvin Santos, candidato del Partido Liberal, quien alcanza el 38 por ciento de los sufragios. Este resultado es consecuencia de la profunda división del partido a raíz del golpe de Estado, fragmentado entre quienes apoyaron la ruptura del orden constitucional y los que se mantuvieron fieles a su líder, el presidente legítimo del país, Manuel Zelaya Rosales.
Desde la embajada de Brasil, Mel hizo un llamado a desconocer los resultados de los comicios que difundirá el Tribunal Electoral Supremo. Ha instado a los hondureños y hondureñas a continuar en pie de lucha.
El mandatario constitucional advirtió además que su restitución ––en manos del Congreso Nacional hasta el próximo 2 de diciembre, como parte de un acuerdo firmado a finales de octubre–– debió resolverse antes de estas votaciones ilegales.
Consecuentes con este pedido, escritores y artistas de la nación centroamericana dejaron constancia de su rechazo a las votaciones.
También las declaraciones de la Resistencia Popular, desplegadas en medios alternativos este 29 de noviembre, han reafirmado que el verdadero triunfador ante la nación y el mundo ha sido el pueblo, que en su mayoría ha acatado el llamado a boicotear el proceso electoral y permanece en las calles por una nueva Honduras.