Querida Ana, esta noche/madrugada cay por aqu una tormenta, perdona la expresin, do c, rayos, truenos y agua sin fin; al lado de la Avenida 23 de Mayo, el ruido de la lluvia consegua apagar el estruendo permanente del trfico; un tor que dicen en algunas regiones del pas. Pens mucho en t y, menos alegre y gracioso, un poco en la situacin del pas.
No s muy bien, sin embargo, por dnde empezar para explicarte un poco la situacin que vive Brasil en estos das, ya desde hace tres meses que iniciara la que pasar a la historia como la crisis del mensalo (algo as como sueldazo mensual). En realidad, hay dos temas diferentes, aunque mezclados. El primero, el mensalo en rigor, que es el del eventual pagamiento a diputados, aliados por cierto, para que votasen a favor de las propuestas del gobierno; el segundo, financiacin ilegal de campaas electorales.
Quizs, podra ser considerando la visin que ofrecen los llamados medios de comunicacin o informacin de masas, no hace falta insistir en que lo de masas no es porque sean stas quienes los producen o utilizan sino porque estn hechos para el consumo, muchas veces en el peor sentido, de las masas, tambin en el peor sentido. Por ejemplo, ayer u hoy mismo, en las, entre 13 y 16, primeras pginas de uno de los cotidianos ms vendidos, todas las noticias, vietas y opiniones tratan de esa crisis. Una de las lneas principales de investigacin es sobre la eventual implicacin del Presidente Lula en esos esquemas de corrupcin y actividades ilegales. Otra, sobre la culpabilidad efectiva o no de Jos Dirceu, que fuera segundo de a bordo en el Gobierno y considerado eminencia gris de la lnea poltica adoptada por el ncleo dirigente del Partido de los Trabajadores para ganar las elecciones y, despus, dirigir el pas desde el palacio presidencial, palacio del Planalto; culpabilidad que, por la relacin especial entre l y Lula podra tener consecuencia obvias que remiten a la lnea anterior. Con un perfil ms bajo, todo tipo de acusaciones contra cualquier diputado, senador, alcalde o concejal del PT que eventualmente pudiera ponerse a tiro. Transversalmente a todo eso, el PT recibe por todos los lados: por culpable, por incapaz, por inepto, por leninista, por pretender el poder por el poder, por pretenderse ms tico que los dems. Te puedes imaginar cmo se te queda el cuerpo despus de la lectura de esa seccin. Porque, adems, los indicios que han venido apareciendo en las diferentes comisiones parlamentarias de investigacin, as como las declaraciones a esas mismas comisiones y a la Polica Federal, no dejan espacio para la inocencia de una buena parte de los acusados. Parece que el mundo se va a acabar, que es el caos, que el pas se va a hundir…
Despus, sin embargo, en la seccin de economa, parece que salga el sol sobre el pas-continente: la industrias crecen todas, las exportaciones baten rcordes histricos, los bancos estn que revientan de beneficios, el consumo familiar crece, aumentan las posibilidades de crdito y microcrdito, se crea empleo formal y tambin informal… y as en este plan, liquidando deuda externa, y a pesar de los riesgos siempre presentes de fluctuacin del dlar y movimientos en los mercados financieros. El resto del peridico, como si fuera una especie de reedicin revisada, relata la cantinela de siempre: por un lado, un pas de caras (ttulo de una de las revistas rosa ms vendidas), supuestas personalidades, artistas, cine, conciertos, bares y restaurantes con el mayor charme, un mundo, en fin, maravilloso; cerca de ah, las maravillas, iba a decir del deporte pero en realidad casi tan slo del ftbol y de otros deportes cuando se trata de exaltacin patritica. Ya, a continuacin, viene la seccin de los secuestros express, asaltos a edificios nobles en la ciudad de So Paulo, narcotrfico y asesinatos en las favelas de Ro de Janeiro, manifestaciones de estudiantes pidiendo billete gratis para ir a la universidad; prostitucin infantil en las calles de la gran metrpoli paulista, con detalle de las reas, edades, precios… y los clasificados.
A todo esto, y aunque estoy convencido de que la experiencia y realizaciones de este gobierno marcarn un hito histrico, el bloque poltico y social que llev a Lula a la Presidencia est liquidado. Y quien peor parte lleva de momento en el reparto es el PT; y no muy lejos, la Central nica de Trabajadores-CUT, el MST y otros movimientos que vienen articulando una campaa de apoyo a Lula, que el Presidente es el primero en ignorar, exigiendo cambio de la poltica econmica; pretendiendo, en definitiva, que la situacin sera peor sin l. Lo cual que no me parece muy desatinado, como mnimo. El problema es que Lula no solamente ni imagina o suea que sea posible otra poltica econmica, es que est convencido de que estamos en el mejor de los mundos posibles. Si fuera de otra manera, no hay ninguna ni la ms mnima seal al respecto. Pero, una parte del problema es, sin duda, la ausencia de una autntica y vigorosa movilizacin social que pudiese obligar al Presidente a cambiar de posicin.
De acuerdo con las declaraciones del entonces tesorero del partido, Delubio Soares, l mismo y slo l sera responsable de la arquitectura del esquema de distribucin de dinero para financiamiento ilegal de campaas (llamado aqu caja 2). En aquellos das de mediados de julio, dejaron la direccin del partido l mismo, el secretario general, el secretario de comunicacin y hasta el presidente, el ex-guerrillero Jos Genono. Pocos das despus, para rematar la faena, el propio Lula, desde Francia, donde se encontraba con motivo de su participacin institucional en las celebraciones del 14 de Julio, confirm: el PT haba montado una estructura para conseguir caja 2 para el propio partido y para los partidos aliados, entre los cuales algunos reaccionarios de toda la vida, como el Partido Progresista (sic.), el Partido Liberal y el Partido Trabalhista Brasileiro. Pero, atencin, primero, l no saba nada puesto que estaba formalmente desligado de los trabajos de direccin desde haca aos. Segundo, como las personas que haban dirigido el partido hasta donde haba llegado asumieron responsabilidades de gobierno, la organizacin qued debilitada y con cuadros menos formados que habran cometido errores. Y, tercero, en fin, ese delito lo cometen todos los partidos en Brasil.
En aquel momento, ganaba espacio la tesis de que Lula estara desligndose del PT para, primero, no ser afectado por los casos de corrupcin ya pblicamente admitidos y, segundo, para preparar una eventual opcin a la reeleccin, esta vez ya, sin el partido o con el partido como una organizacin ms de apoyo a su candidatura. De hecho, y ste es uno de los elementos clave en el actual escenario, el buen funcionamiento de la economa del que, como te he comentado, informan los media, y un alto nivel de popularidad del propio Lula a pesar de la tormenta en marcha, hacen pensar a los grupos y sectores del entorno Lula que con o sin PT el Presidente tiene potencial por s solo para repetir. La oposicin, por su parte, se ha movido entre los que se animaron a reclamar la destitucin de Lula y trabajar para que las investigaciones de corrupcin llegasen hasta l, y los que optaron por mantener estabilidad institucional y econmica pero debilitando lo ms posible al extornero de modo que fuese impracticable cualquier intento de reeleccin en la contienda del prximo ao. El resultado final de las investigaciones y la marcha de la economa indicarn a unos y a otros los caminos posibles todava.
Para la parte ms organizada y decisiva de los movimientos sociales y reas de izquierda del pas, esa reeleccin es, a pesar de todo, el mejor de los escenarios posibles. Aunque la poltica del gobierno, especialmente la econmica, consigui ganarse crticas duras de parte de aquellos, el dilogo y la confianza entre las dos partes continan siendo un elemento valorado, especialmente por los primeros, por lo menos a espera de que el equilibrio de fuerzas pudiera cambiar de bando y favorecer a las fuerzas de los cambios estructurales. Sin embargo, no parece que tengan fuerza suficiente para eso y se confiaran ms bien a un buen acuerdo con el propio Lula y los sectores ms progresistas que todava hay dentro del gobierno. A final de cuentas, toda la crisis est marcada por ese carcter de representacin/gestin de conflicto, teatral realmente en muchos casos, en las instituciones. Pero, sin reflejo o expresin fuerte en las calles o en las esferas de la economa y social. Claro que lucha haberla hay- la, pero no sera tanto por los rumbos de la economa y, en general del pas, sino por el control del aparato de Estado.
Supongo, Ana, que a esta altura te preguntars: y el PT, el partido esperanza de la izquierda mundial, el partido del Foro Social, de la democracia participativa, el partido-movimiento? Pues, el prximo domingo se celebrar en todo el pas una jornada de elecciones para renovar todos los directorios partidarios y la presidencia de los mismos, que se elige directamente, en los niveles nacional, estatal y municipal. En mi opinin, creo que el partido haba conseguido conservar frescura y lozana y mucho potencial a pesar de lo avanzado del proceso de su paulatina conversin en una organizacin electoralista, institucionalista y, como dicen todava algunos por aqu, un partido del orden establecido. Potencial y energa viviendo en las numerosas, ricas y originales experiencias de gestin democrtica y popular en numerosos ayuntamientos y tambin en algn caso a nivel de Estado. Potencial y energa en su relacin con los movimientos y organizaciones sociales de todo el pas. Potencial y energa en los valores que animaban y animan a la mayora de los militantes, en su propia historia. Eso, est claro que no desaparece de un da para otro.
Con matices y diferencias, se es el discurso de la mayora de candidatos. Notorias diferencias en relacin a la crtica o no del gobierno y su poltica, menos en relacin al papel de Lula, a quien la mayora sigue considerando figura central para el futuro. La novedad real en medio del proceso de elecciones directas (PED) es la fractura del denominado Campo Mayoritario (CM), una alianza de corrientes nacionales y regionales en torno a un ncleo duro en el centro del cual est Lula, que viene dirigiendo histricamente al PT. Su influencia en el partido era determinante y su control de la estructura implacable. De hecho, desde hace aos las tendencias de la llamada izquierda petista venan prcticamente llorando la incapacidad de controlar, dominar y hasta aplacar la sed de poder de esa tendencia/aparato. Aunque la red de intereses y de estructuras de poder que una al Campo era y es todava muy fuerte, numerosas seales en este momento muestran que hoy ya no es posible mantener el poder incontestado de todava hace muy poco. Sin embargo, no est garantizado un cambio real ni tampoco la proclamada refundacin del PT, bandera levantada por el exalcalde de Porto Alegre, Tarso Genro, hoy presidente interino del partido, y a la que se sumaron numerosos e importantes miembros de la mayor tendencia as como otras tendencias de la izquierda, la Democracia Socialista del tambin exalcalde de Porto Alegre y candidato a la presidencia nacional de la organizacin, Raul Pont. Sinceramente, a lo que la mayora de lo que no es Campo Mayoritario, o sali de ste, aspira es a que por lo menos el candidato de esa tendencia no gane en el primer turno, forzando un segundo en el que habra alguna posibilidad de juntas fuerzas y ganar, en primer lugar. Y, en segundo, a que al menos la distribucin de fuerzas en los directorios sea ms representativa y plural y permita realizar o iniciar la deseada refundacin que hasta el candidato del CM afirmar buscar.
Con xito mayor o menor, sea el resultado que sea, algunos sectores de la izquierda ya anuncian que no ser posible continuar en el partido, ms o menos abiertamente. La alternativa ms probable para la mayora de los que salgan debera ser el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), creado por la senadora expulsada del PT, Helosa Helena y dos diputados ms, Luciana Genro y Bab. Otros ya organizaron desde hace algunos meses los denominados Ncleos de Accin y Reflexin Socialista. A las puertas de los actos y debates de campaa, algunos grupos menores intentan convencer a los asistentes de que ya lleg la hora.
Sin embargo, por un buen tiempo todava, como mnimo, el PT continuar siendo el mayor partido de la izquierda en Brasil. Y conservar dentro de l la mayora de expresiones ideolgicas y polticas que ya lo caracterizan hoy. Eso, por supuesto, no garantiza nada a medio y largo plazo. Pero, las trabajadoras y trabajadores brasileos, las clases populares y los movimientos sociales necesitan de una expresin poltica y lo que el PT conserva, a pesar de todo, no es un bagaje despreciable para repensar el futuro.
_____________________________________________ Servicio Informativo “Alai-amlatina” Agencia Latinoamericana de Informacion – ALAI info@alainet.org URL: http://alainet.org