No es un libro cargado de elementos conceptuales ni apoyaturas acadmicas. Con un lenguaje fascinante, indaga sobre quines somos, por qu somos y qu pretendemos ser.
Esta vez el profesor ha renunciado a los estudios tericos, y sencillamente ha intentado conversar en voz alta, en este caso en blanco y negro, sobre nuestras races, nuestro presente y nuestro porvenir.
En los lmites entre lo puramente ensaystico y lo potico, el autor nos regala reflexiones intensas que analizan la historia para anclarse en el carcter del cubano, en su cotidianidad y as entender(nos) los cdigos muchas veces complejos, contradictorios, que han sedimentado nuestro devenir en tanto habitantes de una isla, caribea, mezclada y que es hoy un espacio alternativo, otro, diferente, en el manoseado y desgastado panorama mundial.
A partir de tpicos consabidos, relacionados con nuestra peculiar manera de ser, podemos reencontrarnos. De dnde nos viene el sentido de la dignidad?, o la burla? aquel choteo, conceptualizado por Jorge Maach, o este aferrarnos a la libertad de manera incondicional. Por qu el marcado sentido antimperialista y la devocin por seres tan extraordinarios como Jos Mart?; o sencillamente cmo elude el cubano la ley cuando le parece absurda?, de dnde nos viene la gracia, la rumba, la religiosidad y hasta los extremismos? Para reflexionar sobre estos y otros temas, recurre a la formacin misma de la nacin cubana e incorpora ejemplos de nuestra cultura y del accionar cotidiano del llamado cubano de a pie.
El autor de la Historia del tropo potico parte del tan llevado y trado tema de la insularidad, asunto que ha obsesionado siempre a escritores, pensadores, y creadores en general. No olvidemos cmo en la literatura este tema llega a su clmax en la obra de dos autores emblemticos y desde posturas estticas y conceptuales diferentes: Jos Lezama Lima y Virgilio Piera. Ah estn las ventajas y desventajas del agua por todas partes, qu nos da, qu nos quita, qu heredamos los cubanos de la ingravidez propia de las islas.
Este es un libro valiente, de esos que dicen las cosas por su nombre; sobre todo sincero, entraable, que revisa la individualidad para leer a una nacin entera. Sin embargo, extrao en esas individualidades otros sujetos que tambin nos definen. Por ejemplo, hay momentos en los que parece que la marca de la cubanidad est en la definicin masculina, en el hombre, en tanto portador de la mayora de los rasgos identitarios. Aunque adelantado el libro aparece la mujer cubana con sus grandezas y sus peculiaridades, no resulta eficaz la delimitacin de las marcas de gnero en la formacin de las individualidades en un proceso tan contradictorio como el que se alude. Hay otros sujetos olvidados, supongo que conscientemente, pues imagino no eran objetivos del autor, pero que tambin han formado y forman parte de esa dinmica incesante que es nuestro ser y existir.
Vuelvo al punto inicial y reconozco la fascinacin que produce leer cada una de estas pginas, no solo por el lenguaje totalmente coloquial, como apegado a la tierra, que ofrece un sentido del humor, muy cubano, por supuesto, sino y esto sobre todo, porque de pronto se puede escuchar parte de la respuesta a las sempiternas preguntas de dnde venimos?, quines somos?, hacia dnde vamos?, y entonces, casi como en un susurro, volver los ojos al mar.