A veces la travesía hacia el lugar correcto es un tanto difícil y peligrosa, implica todo un desafío, pero valen la pena los riesgos si su finalidad es la justicia. Así expresaron este 21 de julio los 72 integrantes de la 24 Caravana de la Amistad Estados Unidos-Cuba Pastores por la Paz, al iniciar su recorrido por la Ciudad Héroe.
El reverendo Luis Barrios, uno de los coordinadores ejecutivos comentó sobre la visita: “Estamos emocionados al estar en Santiago, nos juntamos cristianos y ateos de Estados Unidos, México, Canadá y Alemania con un denominador común: la libertad de los Cinco, el levantamiento del bloqueo y la paz.
“Siempre nos preocupan las represalias, no podemos menospreciar el poder del gobierno norteamericano, nos van a hostigar, investigar y hasta nos pueden encarcelar. Nosotros nos anticipamos, al retornar diremos venimos de México, pero estábamos en Cuba”.
Sobre el cariño que sienten por la Revolución Cubana dijo: “Esta nación ha hecho realidad la frase de José Martí, Patria es Humanidad, es increíble su capacidad de compartir lo que tiene. Además desde lo personal debo decir que es el único país que ha enfrentado al imperio en la defensa de Puerto Rico, mi tierra natal.
“Seguiremos protegiendo y bendiciendo el proyecto socialista, venimos a formar una brigada de reconstrucción y a identificar la ayuda humanitaria necesaria para los damnificados por Sandy.”
La delegación se sumó a la comunidad evangélica en un culto unido celebrado en la Iglesia Cristiana Pentecostal, bajo el lema La Fe actúa por el amor. Otro día, plantó en el Bosque de la Solidaridad 203 posturas de especies maderables y frutales como cedro, caoba, guayacán, yarúa, bijaguera, mango, anón y tamarindo.
Vil Gil vive en Arizona y ha visitado la Isla 23 veces consecutivas. Emocionado, refirió: “Estoy aquí plantando árboles, colaborando con la reforestación de Santiago. Nuestro deseo es ayudar y trabajar con el pueblo, eso se logra en buena parte al traer a los extranjeros para que vean cómo es Cuba, así cambian las percepciones erróneas.
“Por ejemplo, mucha gente en Estados Unidos piensa que acá las personas no van a las iglesias, y hemos podido ver que hay una comunidad cristiana bastante grande, compuesta por varias denominaciones.
Vil explicó además: “El gobierno norteamericano nos prohíbe llevar sus productos como el cigarro, el ron, las artesanías, pero tenemos mucho para cargar: el recuerdo de un país donde se cuidan unos a otros, con servicios de salud y educación gratuitos. Tal vez las casas no estén en las mejores condiciones, puede que se mojen, pero son sus casa, nadie los va a desalojar. ”
La Caravana contempla otras actividades, un encuentro con vecinos del reparto Sueño sobre el papel de la familia en la formación de valores, un intercambio con la Unión de Jóvenes, y un trabajo voluntario en diversas labores de construcción junto a la Brigada Venceremos.