Con la presentación de una entrevista concedida a reporteros cubanos por el doctor Luther Castillo, uno de los buenos patriotas que desde Honduras, a pesar de ser amenazado, lucha contra los golpistas, se inició este lunes una tribuna de solidaridad con la hermana nación en la Escuela Latinoamericana de Medicina(ELAM).
Luther, egresado de la ELAM y descendiente de los garífunas, conocidos como los caribes negros, describió los desmanes provocados por el golpe de estado, y manifestó la voluntad de defender la constitucionalidad de su pueblo.
El embajador de Honduras en Cuba, Juan Ramón Elvir, aseguró que cuando existan personas capaces de conmoverse con las desgracias de los demás la esperanza todavía existe y la victoria está cerca.
Como un rayo refulgente en medio de una noche que abate a la democracia no solo de Honduras, sino de toda Latinoamérica calificó el diplomático el acto de solidaridad, pues estamos en un punto de inflexión en el continente, en el cual se está decidiendo en estos días algo tan importante como regresar a las dictaduras militares o continuar con las luchas liberadoras de nuestros pueblos.
El embajador conversó con los estudiantes de la ELAM sobre la desinformación que ha prevalecido en Honduras a raíz de la proclamación de un presidente golpista en el poder. Dijo que las cadenas que estaban transmitiendo, como Telesur y las televisoras nacionales como el canal 36 y Radio Globo fueron sacadas del aire por llevar al pueblo la verdad, así como sus periodistas fueron amenazados y apresados.
«Hoy amanecieron muchas personas que no sabían qué pasaba, porque encendían la radio y escuchaban anuncios de la Coca Cola y en el televisor lo que miraban era los dibujos animados. No había información al pueblo lo tenían engañado».
Denunció que algunos obispos y pastores también hicieron su contribución al golpe. «Los religiosos, los que según definición tienen que servir a los pobres, estaban renegando las enseñanzas de Jesús Cristo, le dijeron a la gente que se quedara en sus casas orando. ¡Sin vergüenzas!, estaban amansando al pueblo para que no saliera a protestar. Claro, dentro de los pastores hay gente honesta que también sabe alzar su voz».
Finalmente dijo que la lucha sigue y en la calles de Honduras la sociedad civil se está manifestando en contra de esa camarilla que se ha autoproclamado como gobierno.
La estudiante estadounidense Casandra Riuska manifestó que este domingo el pueblo de Estados Unidos atardeció en la oscuridad con los detalles del golpe de Estado en Honduras, ocultados intencionalmente por la gran prensa, pero este lunes después de manifestaciones frente a la embajada hondureña en Washington, y después de que varios grupos de activistas alertaron, amanecieron en la claridad, sabiendo que Zelaya es un presidente popular que lucha por la mejoría de su pueblo, y que los militares golpistas trataron de oprimir una lección y que la acción fue dirigida por un militar graduado de la Escuela de las Américas, donde se enseña a torturas a quienes tienen ideas progresistas en el área.
«Hondura el pueblo estadounidense está contigo en este momentos, y aunque esto se parece mucho a los golpes de estado perpetrados en Chile, Haití, República Dominicana y Venezuela, también tiene puntos comunes con lo que pasó en mi país en el año 2000, cuando un presidente tomó la Casa Blanca sin ser elegido, y cometió durante ocho años errores irreversibles que arruinaron la reputación de una nación a nivel global».
La futura médica estadounidense exhortó a los hondureños a no ser víctimas pasivas como lo fueron ellos. «No dejen que una conglomeración de monstruos deshagan su democracia y autodeterminación, no dejen que los últimos gritos de una minoría elitista sean escuchados antes de ser tragados por la historia».
Al término sentenció que en el siglo XXI los pueblos se están independizando y diciendo que basta ya. «Nos estamos liberando y el imperialismo tiene miedo. Gracias a los ejemplos de Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador sabemos que con coraje, confianza, altruismo y solidaridad un mundo mejor sí es posible».