Mientras en el salón principal del Pabellón Cuba, sede del evento, ocurren debates, reflexiones, saludos, y hasta la celebración de un cumpleaños, hay un espacio permanente para recordar a Fidel y su presencia entre las luchadoras y luchadores que acuden al Taller Internacional. Una exposición de fotografías invita a no olvidar la conmoción popular que dejó la noticia del fallecimiento de Fidel, el pasado 25 de noviembre.
Los fotógrafos que comparten en esta ocasión sus instantáneas son Carla Valdés, Kaloian Santos, Fernando Medina y Luis Jorge Gallegos. Ellos no pudieron tomar las fotos del Fidel de la Sierra Maestra, ni en los multitudinarios actos en la Plaza de Revolución José Martí, en los años más cercanos al triunfo rebelde, ni en sus visitas a comunidades afectadas por un ciclón o alegres ante su presencia en la inauguración de una obra social para el beneficio colectivo.
Sin embargo, crecieron admirando la obra cotidiana del pueblo cubano, fundando esperanzas junto al joven rebelde que no dejó de confiar en su gente, en la fuerza de la justicia y la verdad. Por eso cuando supieron que el pueblo saldría a las calles a decirle hasta pronto al Comandante en Jefe, fueron cámara en mano, al camino, a encontrar los rostros de niñas y niños que ya aprendieron a querer a Fidel, a multiplicarlo; de abuelas y abuelos que cargaron con sus mejores recuerdos para llorar como se hace cuando se marcha un familiar entrañable, de estudiantes y trabajadores que buscaron un sitio en sus aulas y centros laborales para sumarse al homenaje.
Esta exposición nos regresa a finales de noviembre y a comienzos de diciembre, cuando la isla caribeña se unió en una voz, en una misma imagen, para afirma: Yo soy Fidel, Yo soy Fidel… Aquí en el Pabellón Cuba está esa galería de fotos que ahora compartimos para que muchas personas más también sean parte del recordatorio y el tributo que se le hace a un hidalgo de la emancipación humana.