“Encontrarnos en un espacio como este, que rompe con las visiones de gobiernos y otras instituciones que siguen pensando las soluciones a los problemas del hábitat desde el mercado, resulta sumamente importante.
Es la oportunidad que tenemos para encaminar propuestas participativas, evidenciar la gran responsabilidad del Estado ante esta situación y continuar la articulación de movimientos populares de vivienda, y otros que luchan por la defensa de la tierra, del suelo, de la ciudadanía”, nos dice en breve conversación con Caminos Félix Yanes, representante para América Latina y el Caribe ante el Consejo de la Coalición Internacional del Hábitat (HIC) e integrante del programa de Educación Popular del CMLK.
“Tradicionalmente el Foro Urbano de Naciones Unidas se ha alejado de los intereses populares. En ellos a veces podemos escuchar un discurso que se acerca a nuestras demandas, como el referido al derecho a la ciudad, concepción en la que hemos trabajado a lo largo de diez años. Sin embargo, no existe una visión integral, más profunda de la realidad. Para nosotros el derecho a la ciudad es también derecho al trabajo, a la vivienda, a los servicios básicos , a la salud y la educación, por eso luchamos para transformar. Ahora se apropian de algunos conceptos pero privilegian, como refería antes, las políticas del mercado.
“En nuestro Foro Social Urbano, organizaciones como Reforma Urbana de Brasil, Moradías, HIC, la Alianza Internacional del Hábitat y otros movimientos sociales analizamos este contexto, y además aprobamos un documento de apoyo a la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra, que tendrá lugar este mes en Bolivia”.
El evento de movimientos populares también coincidió con la reunión del Consejo Internacional de HIC, y su Asamblea General. En ambos encuentros – nos comenta Félix- las discusiones fueron más allá de la vida interna de la organización.
“Nos enfocamos en la necesidad de empoderarnos, de continuar trascendiendo aquella primera etapa de lucha por una vivienda digna, y contribuir a la construcción de alternativas como una posible Vía Urbana, que enfrente el modelo capitalista neoliberal que hoy tiene una influencia tanto en el campo como en la ciudad”.