Los derechos de las personas del mismo sexo a contraer matrimonio que provoca un amplio debate a nivel mundial por estos días; el respeto a la diversidad sexual desde una actitud responsable y la lucha a favor del aborto como alternativa, han articulado un importante diálogo entre organizaciones y personas que se dedican al tratamiento de estos temas, en un significativo entretejido de experiencias positivas y de discriminación en las distintas sociedades latinoamericanas.
Así un transexual contó cómo, a pesar de saber que nunca podrá procrear, se ha sumado a la campaña en su país por el derecho de la mujer a decidir si tiene o no su hijo, a partir de una posición consciente.
De igual modo se abordó el tratamiento social a las personas que conviven con el VIH/SIDA, con testimonios impactantes y significativos de reintegración a los contextos donde han padecido discriminación. En ese sentido se puntualizó en la necesidad de promover la cooperación para el mejoramiendo de la calidad de vida de las personas que conviven con el virus y velar por sus derechos.
Así mismo, hablaron representantes de organizaciones integradas a la Campaña por la aprobación de la Ley de salud sexual, reproductiva y materno perinatal, en Paraguay, en tanto su importancia por la educación y la información sobre los derechos; cómo exigirlos y ejercerlos. La prevención de embarazos no deseados, especialmente entre las adolescentes o a consecuencia de violaciones; la prevención del aborto; la reducción de la mortalidad materno-infantil; el cuidado ante las enfermedades de transmisión sexual y una atención prenatal adecuada, oportuna y gratuita.
Otro aspecto tratado durante la segunda jornada fue el tema de las domésticas. Historias tremendamente desgarradoras que hicieron aflorar todo un mundo subyacente de discriminación y violencia. En el caso de la delegación brasilera se narró la historia de resistencia que, a través de 20 años, estas mujeres han desarrollado por la construcción del respeto a sus derechos; máxime cuando ellas constituyen un pilar importante dentro de la familia. Sin embargo, en el tratamiento del problema, no había presencia de hombres.
Otra carpa sumamente concurrida es la referida al tema indígena. En este espacio se ha hablado del derecho a la tierra, del regreso a las tradiciones de los pueblos originarios “en el reencuentro con la Pacha-mama”, elemento de restauración en la relación de los elementos de la naturaleza y el dios o los dioses, llámense como se llamen, más allá de las tradiciones religiosas impositivas y colonialistas. A tono con la celebración del Bicentenario se tocó, como eje fundamental, la educación de este sector y el respeto a sus lenguas.
Tal es el caso de los resultados del II Congreso Nacional de Educación Indígena, que fuera convocado por el Ministerio de Educación y Cultura del Paraguay y donde se arribó a importantes acuerdos, en la construcción colectiva, a los que arribaron organizaciones, comunidades, sabias y sabios, además de profesionales docentes que han acompañado ese proceso de integración fundamental para el desarrollo de una cultura por el respeto del otro o de la otra.
De igual modo ha llamado mucho la atención de los más de cinco mil participantes el tema del medio ambiente con los llamados cambios climáticos y el uso de los trangénicos que envenenan la alimentación, cuando muchos elementos sometidos a la ingeniería genética y a la química están envenenando el Planeta, a partir de modificaciones y mutaciones de los elementos orgánicos originales.
La gran contradicción del IV Foro Social de las Américas hasta donde se sabe, es que, a pesar de tener un espacio referido a la construcción de un mundo sin discriminaciones desde los movimientos sociales, no se haya tenido en cuenta un espacio para el tema de la discapacidad, cuando cada día se hace más presente en este tipo de encuentros continentales y de proyección progresista.
En el foro Fe y Política, ya concluido, un indígena del Cuzco alzó su voz para reclamar el retorno al llamado de la tierra, a la sabiduría de saber escuchar sus quejidos, como una alternativa viable de salvar la Creación más allá de religiones y posiciones dogmáticas. En este mismo encuentro se habló no de una Teología de la Liberación que dicte pautas, en tanto se convierte en un neo-esquema, sino la propuesta fue hablar, con más propiedad, de “teologías” (en plural), que interaccionan a partir del sujeto: el ser humano, pero desde contextos y realidades que respeten sus diferencias.
por. José Aurelio Paz