El lenguaje es también una forma de colonización. Por ello, el pensamiento crítico latinoamericano, tanto el que se halla en la literatura con tintes más intelectuales (en el sentido tradicional del término) como el que emerge en el fragor de la resistencia de las calles o en esos territorios de la región donde ven la luz experiencias o amagos de la emancipación, ha subrayado la importancia de resignificar momentos de nuestra historia con voces propias. El 12 de octubre de 1492, contado desde el discurso colonial como el “descubrimiento de América”, ha sido uno de los acontecimientos cuyo sentido, las luchas populares liberadoras, por el rescate de la identidad y la memoria en Latinoamérica, han ido subvirtiendo.
En ese camino, ha sido esencial el Grito de los Excluidos, una jornada nacida en Brasil en 1995, a solo tres años de la Marcha por los 500 años de Resistencia Indígena, Negra y Popular. El Grito ha permitido visibilizar la deconstrucción sobre “el descubrimiento”, que quedaba en la oralidad popular, en la herencia de las primeras culturas y sobre todo, en la defensa de lo latinoamericano, no como exclusión o negación de otros mundos, sino como posibilidad de la existencia de un mundo donde quepan muchos otros.
Cada año, el Grito de los Excluidos convoca a diferentes movimientos sociales para encontrarse, movilizarse o debatir en torno a las actuales resistencias. Desde la Jornada de Movilización Continental Por Trabajo, Justicia y Vida que dio contenido al primer Grito, varios temas han permeado estas jornadas, entre ellos: Buen vivir, Comunicación alternativa, Defensa de los bienes comunes, Migraciones e integración de los pueblos, Militarización y criminalización de la protesta, Memoria histórica y Soberanía alimentaria y lucha por la tierra.
En Cuba, nuestro Centro, la Organización de Solidaridad de los Pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAAL), el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), la Casa de las Américas, grupos comunitarios y estudiantes latinoamericanos se han encargado de que surja desde acá un espacio de solidaridad con estas luchas. En encuentros territoriales y otros eventos, la Red de Educadores y Educadoras Populares y la ecuménica Fe por Cuba, también han organizado acciones en referencia al Grito de los Excluidos.
Este 8 de octubre volvimos a reunirnos en el CMLK “por la Resistencia de los Pueblos”. Ese fue el mejor lema que encontramos para nuestra celebración. El intercambio también sirvió de homenaje al Che Guevara al coincidir con el inicio de una jornada de recordación al Guerrillero Heroico, a 47 años de su asesinato en tierras bolivianas.
“Aquí se respira lucha”
Recuerdo otros momentos del Grito en Cuba. Cerca de la Casa comunitaria de Pogolotti. Uno más improvisado a la orilla de un río en Alamar, donde un chamán regala su ofrenda a la tierra y a las aguas. Otro es una obra de teatro, como nacida de una clase de Boal, en una plaza de Camagüey. Una murga. Un gesto de sorpresa al otro lado de la calle. Un canto. Una risa. O un abrazo.
Esta vez también quedará una peculiar remembranza. Hay varios invitados e invitadas: luchadores y luchadoras de Colombia, de la organización Marcha Patriótica, que arrastran hasta acá la energía de sus resistencias; estudiantes norteamericanos; representantes de otros movimientos y organizaciones sociales de América Latina; gente de barrios cubanos, específicamente de los talleres de transformación de Pogolotti, Santa Felicia, Buena Vista, La Ceiba, Balcón Arimao. De estas casas comunitarias se exhibirán proyectos y obras de artistas populares, hechas junto a pobladoras y pobladores de esas localidades. Son personas que también están en lucha, desde muchos puntos de vista. Luchas por transformar sus territorios, porque la gente participe, cree alternativas, o el camino para que sean tenidas en cuenta, escuchadas, las que ya dieron a luz la inventiva popular y el trabajo colectivo. Son personas que, como muchos y muchas, quieren, queremos, también hablar de nuestra realidad, de las distintas problemáticas, acumuladas y nuevas, del escenario cubano. Y esta tarde están aquí en solidaridad con las luchas en América Latina.
Judite, del Movimiento Sin Tierra de Brasil, hizo un breve recorrido del Grito de los Excluidos, gestado en su país. Recordó su surgimiento a partir de la convocatoria de sectores progresistas de la iglesia a los que se fueron uniendo movimientos y organizaciones sociales. Este año, dijo, el Grito de los Excluidos se concentró en un plebiscito popular hacia una Constituyente, y dio algunos elementos de ese proceso. La campaña, explicó, se ha hecho con la fuerza del pueblo, pues la iniciativa presentada por la presidenta Dilma Roussef al Congreso Nacional, donde es predominante el pensamiento reaccionario, fue rechazada. Según la joven brasileña, el plebiscito, que ha involucrado a millones de personas, pudiera dar paso a una ley que incluya también derechos para quienes viven en condiciones de explotación en Brasil, entre ellos, migrantes de países fronterizos y de Haití.
Por Marcha Patriótica, Geriberto denunció la criminalización a la protesta social en su país y habló de la lucha de su organización, que se empeña porque Colombia sea un territorio de paz con justicia social. En ese sentido, agradeció al pueblo cubano que haya servido de espacio para la instalación de la Mesa de conversaciones entre las FARC-EP y el gobierno de Juan Manuel Santos.
Las palabras de Brandon, integrante de una delegación norteamericana que se inserta por estos días en la cotidianidad de Pogolotti, trajeron emoción y esperanzas: “Lo que tienen que saber ustedes es que nuestro país es una mezcla de diferentes culturas, nacionalidades, razas, y por eso no es posible tener una cultura dominante, y somos una nación compuesta por inmigrantes. Yo soy uno de ellos. Mis padres son de Guatemala. En mi opinión Guatemala ha sido uno de los países que más ha sufrido por el colonialismo, y la explotación capitalista(…)Mi familia se fue a los Estados Unidos por causa del conflicto armado y la violencia extrema(…) Pero cuando ustedes hablan con cualquiera de los emigrantes en Estados Unidos todos tienen historias similares. Dominicanos, hondureños, colombianos, todos tenemos historias similares.
“En Estados Unidos hay personas que se preocupan por la paz, que no quieren más violencia, se oponen a las intervenciones en Iraq, en Siria; la gente americana está sintiendo repulsión por el gobierno y el sistema que promueve. Queremos mejores relaciones con el mundo entero. Tengo fe en que nuestros pueblos puedan llegar a la unidad, a crear un movimiento de solidaridad”, expresó.
Durante esta jornada del Grito de los Excluidos también se mencionó la necesidad de continuar la lucha por la salida de las tropas de la Minustah de Haití; por la liberación de Oscar López Rivera, luchador puertorriqueño preso en Estados Unidos, y la campaña por los Cinco.
En otras zonas de Cuba
El Grupo de coordinación de la Red de Educadores y Educadoras Populares en El Salvador, Guantánamo, se unió a la jornada. En el parque La Caoba tuvo lugar la actividad, organizada junto a la Casa de la Cultura del municipio. Entre canciones emblemáticas de Silvio, La Negra y Ana Belén se recordaron las luchas latinoamericanas y se ayudó a seguir llenando con nuestros sentidos el 12 de octubre. Además hubo un homenaje a Ernesto Guevara.
Otros territorios de la Red como Artemisa, Manicaragua y Pinar del Río, también desarrollaron sus iniciativas en honor al Grito de los Excluidos continental. En Artemisa, preparado por estudiantes latinoamericanos, tuvo un especial vínculo con Venezuela, con las resistencias indígenas en ese país y en su trascendencia hasta la actualidad, incluso al interior del proceso bolivariano.
- Tags
- Article