“Ojalá que sea un espacio que articule a personas de una Iglesia local, pueblitos, organizaciones, a toda la gente que está tomando conciencia y está indignada éticamente con los problemas que tenemos y que quiere sumarse a la lucha”, dijo a Radio Mundo Real el activista cubano Joel Suárez.
El coordinador general del Centro Martin Luther King (CMLK) de Cuba e integrante de la Convergencia de Movimientos Populares de las Américas (COMPA), espera que la nueva plataforma no sea un fin en sí mismo y que una su trabajo a otros movimientos y organizaciones sociales que se coordinan hace muchos años. Nombró a Amigos de la Tierra, la Marcha Mundial de las Mujeres, Jubileo Sur, la Vía Campesina, la Alianza Social Continental y a la propia COMPA, que habían acordado cerrar filas en torno a la lucha contra el cambio climático y por eso hoy están en Cochabamba.
Con referencia a la Conferencia en Cochabamba, Suárez destacó como principal mensaje político surgido que el capitalismo es la causa estructural de las crisis de la actualidad. “A pesar de las diferencias políticas, ideológicas, de procedencia geográfica, sectoriales, hay una confluencia de los movimientos, un consenso de que los problemas que estamos viviendo tienen que ver con la lógica sacrificial, depredadora del sistema capitalista, añadirían los indígenas y las feministas, una lógica sacrificial patriarcal, racista y xenofóbica”, dijo.
Destacó como otra conclusión que poco se puede esperar de los instrumentos multilaterales de Naciones Unidas y los gobiernos, por el peso “de los tejes y manejes” que hacen los países desarrollados en las conferencia oficiales de cambio climático.
Suárez agregó que en Cochabamba se reafirma que hace falta movilización popular para ejercer presión a quienes toman las decisiones en el mundo. “Hay que recuperar la lucha de masas, sacar la gente a la calle”, dijo el representante cubano.
Varios de los movimientos y organizaciones sociales que trabajan unidos en la lucha contra el cambio climático mantienen vínculos con los gobiernos del ALBA, especialmente el boliviano, para conjugar fuerzas.
Suárez se refirió también a este tema: “este asunto de dialogar con los gobiernos no es ningún problema, pero hay que acabar de desmontar con toda esa visión liberal de la sociedad civil, con el invento de que los movimientos sociales somos los mesiánicos, los buenos, que estamos en el borde de la cerca enjuiciando a los gobiernos”. “Nosotros estamos en la lucha y nos tocó por lotería biológica y política estar en una organización social, pero mañana tipos que por lotería biológica y política estaban en nuestro campo se tornan presidentes de Bolivia”, agregó. “La gente de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y la Vía Campesina dice que Evo está en prestación de servicios como presidente de Bolivia”, señaló Suárez en referencia a la pertenencia del mandatario a la CLOC desde mucho antes de ser electo.
El activista cubano habló además de otro punto importante en el relacionamiento de movimientos entre sí y con gobiernos nacionales. “Es inevitable si queremos salvar esta nave Tierra que tratemos de sentarnos con todo el mundo en la mesa. Pero no hay que pensar que es una zona donde están desterrados los conflictos”. “Hay que tener paciencia, escucharnos, aceptar la diversidad, pero no pensemos que se trata de un espacio benévolo, bonito, acá hay conflictividad, lugares socioclasistas donde estamos cada uno de nosotros y desde ahí actuamos”, agregó. “Pero hay que echar para adelante, sumar y tratar de llevar al límite los acuerdos, aunque sean mínimos”, sentenció el dirigente.
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