Miguel Facussé es sinónimo en Honduras de palma africana. El mayor latifundistas del país, viene dedicando la mayoría de sus predios a la producción de palma africana, estableciendo un imperio local que abarca la producción de derivados de la oleaginosa, al mismo tiempo que es propietario de una de la mayores empresas contaminadoras del país: Corporación Dinant, la que comprende desde producción de palma hidrogenizada (mantecas) hasta productos alimenticios, en especial el lucrativo negocio de la comida chatarra. Uno de sus últimas inclusiones en el mercado es su producto Dina Power (biodiesel de palma africana).
El nombre de Facussé ha sonado en los últimos días en los medios de comunicación local, en especial la prensa escrita afín a la elite de poder nacional y sus intereses feudales. Facussé es uno de los tres empresarios palmeros que se han apoderado del Bajo Aguan además de haber sido beneficiario de la rapiña de la Corporación Nacional de Inversiones (CONADI) y posteriormente se aprovecho de la Ley de Modernización Agrícola, para acceder al remate de las cooperativas campesinas a precio de gallo muerto.
La aparición de Facussé en la Isla de Zacate Grande se remonta a treinta años atrás, y al igual que en otras partes del país, se apoderó del lugar, arrinconando a las familias campesinas que no se someten a sus designios. La presencia de los cinco mil pobladores de las 10 comunidades de Zacate Grande se remonta a un siglo atrás. No obstante como la mayoría de las familias desposeídas de Honduras, carecen de títulos de propiedad.
Facussé y su yerno Freddy Nasser, son los propietarios del Grupo Terra, el que posee fuertes inversiones en producción de energía hidroeléctrica. En Honduras han tramitado varias licencias ambientales para la construcción de represas, tal como la del río Gualcarque (San Francisco de Opalaca) han sido rechazadas de forma vehemente por el pueblo Lenca, mientras en Guatemala construyen la represa de Xacbal (San Gaspar Chajul) señalada por el pueblo Ixil, ante la ausencia de un proceso de consulta.
La reducida elite de poder nacional que ha secuestrado las mejores tierras del país, han hecho lo mismo con las ondas hertzianas, siendo la mayoría de las radios de honduras simples repetidoras del discurso oficial, siendo su programación de una visión mercantilista con fines de sometimiento ideológico.
Las radios comunitarias poseen un propósito social, con miras a educar más que a dominar, imperando un fin destinado a la convivencialidad e irrumpiendo con la meta primordial de las radios comerciales de crear necesidades ficticias bajo el eje conocido como publicidad.
Parece ser que la reciente victoria del campesinado en el Bajo Aguan, ha intranquilizado al Sr. Facussé y sus secuaces, procediendo a hostigar a los campesinos de Zacate Grande. Facussé utiliza la máscara de protector del medio ambiente, para apropiarse de lugares estratégico en el país: Zacate Grande, Punta Hizopo, y Farallones se han incorporado a su peculio. En el caso de Farallones, Facussé se apoderó de forma ilegal de ese estratégico lugar en 1993, el que pertenece al pueblo garífuna. En Farallones, hoy en día aparentemente los narcotraficantes utilizan esa pista de aterrizaje con propósitos siniestros, tal como lo han señalado los medios de comunicación hondureños en diversas ocasiones, sin que las autoridades se hayan pronunciado al respecto.
El 8 de abril del año 2000 la Actual Ministra de Derechos Humanos, la ex jueza Ana Pineda, dictó orden de captura en contra de Miguel Facussé, por la contaminación ambiental creada por una de sus empresas. Por supuesto que la justicia nunca actuó, pues en Honduras a los amos del país no se les toca.
La lucha de Zacate Grande y su radio comunitaria, al igual que la defensa por el derecho a la alimentación que viene librando el resto de los campesinos del país en resto de Honduras, es en contra del grupúsculo de saqueadores que tiene al país sumido en la pobreza y la destrucción ecológica.
La Ceiba 21 de abril de 2010
Organización Fraternal Negra de Honduras
