Anticipándose a 2017, año en que se celebrarán los 10 años de la vuelta al poder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el Comité de Solidaridad Sandinista de Cataluña presenta un balance crítico de ese proceso político, para que se entienda el significado de las conquistas sociales y económicas alcanzadas y en vías de lograrse. El objetivo es inclusive, entender las dificultades de implantar la “revolución ideal”, soñada por los sandinistas nicaragüenses del siglo XX.
El FSLN
Nicaragua fue objeto de disputas inter-imperialistas en el transcurso de los siglos XIX y XX, principalmente entre los Estados Unidos e Inglaterra. Fue a partir de la revolución [a la postre victoriosa] inspirada y dirigida por el campesino Augusto C. Sandino, entre las décadas 1920/1930, que el pueblo nicaragüense comenzó a frenar la situación opresión y dominación extranjera.
El tratado de paz firmado por Sandino con los opresores del pueblo, se manifestaba como un plan para la toma del poder. Pero militares aliados de los EUA, dirigidos por Anastasio Somoza García, asesinaron al líder popular e instalaron [1936] un régimen dictatorial que duró hasta el final de la década de 1970
En ese contexto, [a comienzo de los años sesenta], surgió el Frente Sandinista de Liberación Nacional, que liderado por Daniel Ortega, [desatando una insurrección popular], llega a derrocar a Somoza y tomar el poder por la vía armada.
A pesar de su llegada al poder, la revolución no pudo vencer a todos los enemigos. Una ‘contrarrevolución’, incentivada, financiada y apoyada por diferentes actores como los EUA y la cúpula de la Iglesia Católica, consiguió [a través de una prolongada y cruenta guerra de desgaste] poner fin al gobierno sandinista, con la victoria electoral de Violeta Barrios de Chamorro, en 1990.
Habiendo conquistado el poder a través de una revolución popular, el FSLN entregó democráticamente el gobierno a la oposición, al cual solo retornaría [17 años después] con la elección de Daniel Ortega, como Presidente de la República en 2006, reelecto en 2011.
Conquistas sociales en Nicaragua
Pese a las críticas a su gobierno, acusado de aliarse con sus antiguos enemigos, Daniel Ortega, viene impulsando en el país importantes avances socio-económicos para la mayoría de la población, en valoración del Comité de Solidaridad de Cataluña.
Ortega recibió un país, sumergido en una crisis de abastecimiento de energía y con dificultades para obtener financiamiento externo. Uno de sus primeras decisiones de gobierno, fue incorporación de Nicaragua en la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA), acuerdo de cooperación económica, política y social entre los pueblos de América Latina y el Caribe. Si por un lado Nicaragua se volvió dependiente de los petrodólares ofrecidos [en condiciones favorables] por Venezuela, por otra, consiguió pagar los compromisos financieros de corto plazo e iniciar una política de desarrollo económico de mediano y largo plazo.
El mismo año que volvió al gobierno [2007], el sandinismo inició una campaña de alfabetización, con el método cubano “Yo si puedo”, lo que permitió al país reducir el índice de analfabetismo a sólo 3,5%, siendo considerado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), un país libre del analfabetismo. Una vez garantizado el acceso a la educación, el objetivo siguiente fue mejorar la calidad de esa educación, que es gratuita.
La seguridad alimentaria de la población nicaragüense viene siendo testificada por la FAO, organismo de la Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación en el mundo. Según Osvaldo Benítez, representante de la FAO en América Latina, en entrevista publicado en Telesur, a pesar del alto índice histórico de subnutrición en ese país centroamericano, “[Nicaragua] es el país de la región que mas avanzó en lucha contra el hambre. Hace pocos años, dos tercios de la población sufría hambre, actualmente esta cifra está por debajo del 20% y continúa cayendo.
Nicaragua, también ha sido reconocida por la ONU, en su Informe Anual, y por Índice Global de Paz (IGP), ranking publicado por el Instituto para la Economía y la Paz, como el país más seguro de América Central, índice que debe ser valorado cuidadosamente, tomando en cuenta los altos índices de violencia presentados en los países vecinos del norte de Centroamérica.
Al igual que en Brasil, en Nicaragua, son las mujeres las destinarias de los principales programas sociales del gobierno, elevándolas al nivel de pilares del desarrollo de las familias. Los programas “Usura Cero” y Hambre Cero”, por ejemplo, ofrecen microcrédito rural, semi-rural y urbano a las poblaciones en situación de vulnerabilidad, beneficiando a cerca de 60 mil mujeres. Según el Foro Económico Mundial (datos de 2013). Nicaragua es el país centroamericano con el menor índice de desigualdad entre los géneros, situándose en la decima posición.
Un Canal interoceánico por Nicaragua
La construcción de un canal interoceánico, como una alternativa al panameño, ha puesto a Nicaragua en lo titulares de la prensa internacional. Para el Comité de Solidaridad Sandinista, la obra, un gran desafío a la ingeniería mundial, representa un triunfo político de Ortega, y será financiada mayoritariamente con fondos provenientes de Rusia y China. La obra se encuentra en fase de estudios técnicos.
Otra acción estratégica es la construcción de la Refinería de petróleo “El Supremo Sueño de Bolívar”, una obra realizada conjuntamente por Nicaragua y Venezuela , este proyecto energético, tendrá capacidad de distribuir derivados de petróleo en toda América Central, potenciando las cuentas nacionales con la entrada de divisas.
El Comité catalán afirma que el gobierno sandinista de reconciliación y unidad nacional es el instrumento fundamental del proceso de transformación socioeconómica por el cual viene pasando el país centroamericano, pero no el único. “Este es un proyecto listo y formulado, pero en construcción, cuyas consecuencias positivas y negativas, solo podrán ser confirmadas o negadas por las generaciones futuras”
Con informaciones del Comité de Solidaridad Sandinista de Cataluña