Más de 89 000 millones de dólares asciende el daño directo causado al pueblo cubano por el genocida y cruel bloqueo económico, comercial y financiero impuesto hace casi cinco décadas por sucesivas administraciones de Estados Unidos contra Cuba, y que con el actual gobierno de George W. Bush ha alcanzado niveles “de esquizofrenia”.
Así afirmó el canciller cubano Felipe Pérez Roque, al presentar la víspera, ante la prensa nacional y extranjera, el informe de la Isla sobre la resolución 61/11 de la Asamblea General de las Naciones Unidas: Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero por los Estados Unidos de América contra Cuba.
El documento, que ya fue circulado en la ONU, se considerará y votará el próximo 30 de octubre y será la decimosexta ocasión —ininterrumpidamente desde 1992— en que Naciones Unidas analizará la demanda de La Habana.
La argumentación actual recoge las afectaciones que esas medidas punitivas de la Casa Blanca han ocasionado al país caribeño en el último año, en el cual se aprecia un especial ensañamiento no solo contra empresas y entidades, sino también contra el acceso a medicamentos y equipos destinados a salvar vidas humanas.
Pérez Roque precisó que en el 2006 se reportaron pérdidas por más de 3 000 millones de dólares, y de esa cantidad alrededor de 1 300 millones están relacionados con la actividad comercial de la nación antillana, aunque, señaló, estos son datos aún conservadores, pero sustentados en una información “exhaustivamente documentada”.
Destacó Felipe que el texto circulado a priori por el Secretario General de la ONU ha recibido respuestas de 115 de los 192 países miembros de la organización, de un Estado Observador (la Santa Sede) y de 23 agencias y programas del sistema de Naciones Unidas.
Recordó que el año pasado la Asamblea General le asestó una contundente derrota al bloqueo, cuando 183 naciones votaron a favor de su eliminación.