Buenos días, dios les bendiga
Les doy las gracias a mis tres pastores porque de todos ellos he recibido sus enseñanzas y a mi pastor emérito por confiar siempre en mí y enseñarme el camino del discernimiento. Y a dios nuestro señor que nunca nos abandona, es un gran reto este momento, pero en situaciones difíciles, recuerdo el versículo donde jeremías le dijo a dios que no sabía hablar y dios le respondió: no tengas miedo , he puesto mis palabras en tu boca.
Oremos, padre y madre , derrama tu bendición a las familias que se aman y que aún siguen unidas y también por aquellas en que las circunstancias han hecho que se separen, y te pedimos que, a pesar de las distancias y de algunos conflictos, el principio de familia se mantenga, bendice las familias amén , bendice la mía también, te lo pedimos en el nombre de tu hijo Jesús.
¿qué es predicar, qué mensaje de su palabra dios quiere que aprendamos, que interpretemos?, para que a partir del mensaje podamos crecer como iglesia, ayudarnos a nosotros y al prójimo, porque la palabra sin acción no tiene resultado.
Cuando me propusieron la idea comencé a buscar motivaciones en la vida cotidiana y familiar y observé todo con cierta intención a partir del tema que me proponía. Descubrí que no hay nada original, quisiera que lo tomaran como una observación personal al predicar sobre la soledad y la vejez en el contexto familiar, que actualmente es un gran desafío en las familias cubanas y me fascinó Ruth, esta mujer que ofrece una esperanza para otras familias que enfrentan circunstancias difíciles (rut 1:1-17).
Esta mujer, Ruth, viuda, en vez de abandonar a su suegra, que era ya una mujer anciana, se queda con ella para cuidarla. Habían perdido todas sus posesiones cuando sus esposos murieron y se quedaron sin un hombre que las protegiera, en un ambiente de indiferencia y desamparo.
Noemí, les dijo a sus dos nueras (rut 1:8) que volvieran a casa de sus madres y Orfa regresó, pero Ruth se quedó con ella y le dijo: “no me ruegues que te deje, y me aparte de ti, porque donde quiera que tu fueres, iré yo y donde quiera que vivieres, viviré, tu pueblo será mi pueblo y tu dios será mi dios. Donde tu murieres, moriré yo”.
¡Qué solidaridad tan grande la de esta mujer! Orfa se fue a vivir con su madre y Ruth se quedó con su suegra, que amor familiar el de Ruth. Qué hace Noemí para mantener y hacer crecer la familia, se convierte en una gran estratega, conoce las leyes que gobiernan el matrimonio de una viuda y también con la ayuda de dios, tiene la iniciativa de encontrar un hombre que las cuide y prepara un encuentro con Booz que es familia del esposo de la viuda y fue recibida y se casaron y tuvieron como biznieto al rey David, estas dos mujeres, nos demuestran la importancia de las redes de apoyo entre las mujeres frente a los problemas que nos enfrenta la vida , el conocimiento de las leyes para poder exigir sus derechos y que a pesar del abandono y la soledad, y de que una de ellas era extranjera viviendo en una sociedad patriarcal , se crecen en fortaleza y tenacidad ante su debilidad aparente y logran decidir su propio futuro y del esfuerzo de estas dos mujeres nace la esperanza de un pueblo entero en la unión familiar con la cooperación de todos.
En el pasado los grupos humanos eran menos individuales y la victoria dependía de la unión y de la suma de la fuerza de todos los integrantes del clan.
Las familias han ido cambiando por condiciones externas e internas, se han expandido a otras fronteras, la modernidad ha introducido otras dinámicas y hay otras formas de estar organizados en familia como las religiones, donde hay muchos valores compartidos; de científicos, de artistas, multiraciales… podemos encontrar familias no convencionales hasta con intercambio de géneros y la vida nos ofrece otros patrones de armonía.
La familia se transforma con el tiempo y estos nuevos patrones son válidos mientras se respete la esencia con la que dios nos creó y dijo (gn 2-18) no es bueno que el hombre esté solo.
Actualmente, la familia cubana está enfrentando conflictos con una población mayoritariamente integrada por adultos y adultas mayores. Hay pocos nacimientos, los más jóvenes buscan concretar un sueño relacionado con su profesión y los viejos se ponen cada día más viejos y más solos, como leí en una entrevista que le hiciera la periodista Idania Trujillo a la Dra. Patricia Ares, publicada en la revista caminos. Ahí alertaba los tres puntos de conflictos más evidentes de la actual familia cubana: los pocos nacimientos, los movimientos migratorios de los jóvenes por razones diversas que conllevan a un paulatino envejecimiento de la sociedad cubana. También existen distintas generaciones viviendo en la misma casa, esto ocasiona conflictos en la familia y son los adultos mayores quienes más se afectan
¿Qué aprendemos de esta historia?
Para ayudar a la soledad y la vejez hay que buscar otros caminos, hay que promover la esperanza, buscar alternativas para mejorar la economía particular, que las instituciones desarrollen la realización de algunos proyectos, también en nuestras iglesias, en la sociedad civil y así encontrar ayuda para ofrecer soluciones
En el caso cubano debemos considerar los círculos de abuelos, la universidad de la tercera edad y los diferentes proyectos desarrollados por las iglesias como el acompañamiento. También desde nuestra iglesia Ebenezer y el CMLK se mantiene encendida la llama de vida de los abuelos miembros de la comunidad con el proyecto del Psicoballet, propuesta del Rev. Raúl Suárez y la Rev. Clara Rodés, entonces pastores de la iglesia. Se creó un espacio de encuentro y acompañamiento de atención a la 3era. Edad para a partir de la creatividad llegar a un estado de equilibrio armonioso que reporte alegría y felicidad. Se utilizan para ello herramienta de trabajo como el ballet, la danza, la pantomima, la presentación escénica, el juego y algunas técnicas participativas de educación popular que apuntan a un mejoramiento integral de su calidad de vida.
Mientras no se encuentren las soluciones u otras alternativas de ayuda para crear espacios para el cuidado de esta población envejecida, seamos más unidos, no provoquemos conflictos, que cuando no hay lealtad en la familia viene una deuda y se generan heridas emocionales muy fuertes.
Con la fortaleza de la formación familiar, de aprender a no faltar a su palabra se fortalece la unión. A veces, nuestro sentido de la responsabilidad se ha desarrollado mucho y nuestras convicciones no han adquirido la suficiente madurez y profundidad y entonces pueden aparecer crisis de ética personales, familiares o grupales, que se pueden manifestar en la falta de lealtad, en la incomunicación, en el egoísmo supremo y en la soledad individual y hasta en la falta de comunicación consigo mismo, que es la incomunicación más grave que se puede experimentar. Por ejemplo muchas personas que tienen una gran responsabilidad en su trabajo no aprovechan los espacios internos en la familia como sentarse en la mesa a la hora de la comida, en la programación televisiva, ante crisis de enfermedad en que aparece la moral de la responsabilidad con su trabajo y todos esperan la respuesta del otro y no saben como arreglar el conflicto.
Tuve esta situación, el padre de mis hijos se accidenta, cumplió un rol social, tuvo errores y aciertos, nadie es perfecto, cuando surge la crisis todos nos pusimos en crisis porque nadie podía ceder su responsabilidad social y esperaba la respuesta del otro. Eso provoca una movilización dentro de la familia para llamar la atención sobre los roles que cada uno debe desempeñar en ese conflicto, pero la principal lección que pude sacar es que la primera respuesta la tiene que aportar uno mismo para generar una dinámica de solidaridad y de entendimiento. Saqué como lección que al dar una respuesta personal activé la moral de todos.
A la soledad se llega de distintas maneras, lo malo es cuando te llega, cuando te sorprende sin tu haberte preparado. Hay individuos que nunca están solos, sino que son solos porque desarrollan una vida interior, un diálogo consigo mismo que no dejan espacio a la soledad.
Es importante mantener el respeto al otro, a la otra. A veces nos volvemos indolentes ante los demás, hacemos comentarios y los ponemos en boca de otra persona y sin haber dicho nada , el sujeto se ve involucrado en un intercambio de criterios en el cual no participó, ni emitió opiniones, pero siempre hay otros dispuestos a crear intrigas y sucede en ambientes familiares, laborales, profesionales, deportivos, artísticos. Se crean malestares en cada una de esas familias que hace que se destruya la unidad y la amistad con lo cual hay que estar alerta. La mayoría de las veces es un proceso inconsciente en el que se ven complicados sin ser protagonistas del incidente. Somos humanos y por lo tanto imperfectos y como dice la palabra (mt. 10: 16) he aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos, sed pues prudentes como serpientes y sencillos como palomas.
El amor en la familia es una bendición de dios y no debemos destruirla. Las dificultades nos deben hacer más fuertes. Las crisis no solo implican circunstancias negativas, sino también la oportunidad de crecer. Este amor familiar entre Ruth y Noemí que se ahonda en el sufrimiento, que ofrece un concepto positivo de familia, fue declarado en el nombre del señor cuando ruth juró su afecto por Noemí y Ruth nos enseñó que su ejemplo, como dije al principio, fue una esperanza para otras familias que enfrentan circunstancias difíciles. También el todo poderoso siempre está a nuestro lado, todos debemos concientizar que hay que realizar proyectos que puedan enfrentar esta situación que ya la tenemos encima.
Todas las generaciones tienen un espacio en los proyectos sociales. Todos tienen su papel en la comunidad. La sociedad necesita de todos los grupos humanos y todos son válidos. Se puede estar en comunidad con la naturaleza, con los abuelos, con la espiritualidad humana, con los que ya no están y así incorporar a nuestras vidas el concepto ya aprendido del buen vivir.
Luchamos con amor por las personas de la 3ra. Edad, y repito las palabras de rut a noemí: no me ruegues que te deje, y me aparte de ti, porque a donde quiera que tu fueres iré yo y donde quiera que vivieres, viviré, tu pueblo será mi pueblo y tu dios será mi dios. Donde tu murieres, moriré yo.
Por lo tanto, las familias aunque estén unidas por la sangre también deben estar unidas por las almas y quisiera terminar con el salmo 71:9, dios mío, no me deseches en el tiempo de la vejez; no me desampares cuando mi fuerza se acabe.
Dios les bendiga
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