_Mateo 16: 2 Biblia Latinoamericana
En el atardecer ustedes dicen: Habrá buen tiempo porque el cielo está rojo y encendido.
Y por la mañana: Hoy tendremos mal tiempo porque el cielo está rojizo hacia el este.
Saben, pues, interpretar el aspecto del cielo, ¿y no saben interpretar las señales de los tiempos?_
Estamos seguros que nuestro pastor ha sabido interpretar las señales de los tiempos pero no solo para interpretarla sino para actuar según demandan esos tiempos complejos por todos conocidos.
Quiero mencionar solamente algunas de las acciones desarrolladas por nuestro pastor en este cronos y kairos dentro de nuestra comunidad, han salido de la conversación con algunos de los miembros que la componemos.
Entendió el momento que se estaba viviendo y fue capaz de vivirlo etapa a etapa, siempre nos decía: “no se adelanten tanto en sus prácticas y mensajes, no quemen etapas que no van a ser entendidos por la comunidad y ella los va a perder de vista”. Todos sabemos, unos porque lo vivimos y otros porque lo han conocido por otras vías, los cambios tan grandes que se empezaron a dar en la sociedad cubana a partir del triunfo revolucionario. Esto provocó que tuviéramos que plantearnos una relectura de la Biblia a la luz de estos cambios y aprender a actuar en esos medios hostiles tanto dentro de la iglesia como dentro de la revolución. Hubo abandono de la iglesia, abandono del país, atrincheramiento en los templos y también personas que creíamos que podíamos vivir a Cristo dentro de esa nueva experiencia. En este grupo había mucho izquierdismo y otros comportamientos que nos separaban del pueblo. Raúl lo entendió y nos enseñó, él pudo seguir siendo pastor de una comunidad que iba creciendo paso a paso.
Otra cosa importante que nos mostró fue que la acción de los cristianos y las cristianas era algo indispensable para el accionar de Dios. No se trata de ponernos a orar a Dios para que Él resuelva las cosas sino que somos nosotros los que debemos hacerlo en su nombre. Nos relató muchas veces el día que arrodillado pedía a Dios para que ayudara a un hermano de la comunidad y de pronto se dijo: “que hago yo aquí por el hermano, voy para allá y seré las manos de Dios resolviendo el problema”. A partir de esa experiencia el trabajo social solidario fue una prédica y práctica que se apoderó de la comunidad que pastoreaba, la fe en Dios demostrada por las obras que somos capaces de hacer logró transformaciones inimaginables, asumimos como nuestra la responsabilidad social que tenemos como iglesia.
La conversión a lo humano es algo que también ha sido predicación y práctica como pastor, reconocer que el mensaje y vida de Jesús estuvieron dirigidos al bienestar de los hombres y mujeres de su tiempo poniéndolos en el centro de la creación, reconociendo los valores que en ellos y ellas estaban presentes y que tanta importancia tenían para Él que les entregó su vida. Este concepto nos ayudó a disfrutar la creación que los seres humanos hacemos con nuestras manos, usando nuestra inteligencia y expresando lo más hermoso de nuestros sentimientos, todo esto logrado en el trabajo creador diario, las obras de arte de las distintas manifestaciones conocidas, el desarrollo científico y técnico alcanzado, su espíritu de sacrificio, su solidaridad, en fin, toda la obra y valores humanos tan hermosos y valiosos, tan admirada y querida por nuestro Dios. Nuestro pastor nos convidó a convertirnos a ello.
Nos mostró una teología que nos liberara, no como algo que está “en onda” sino que nos llegara bien hondo y que nos permitiera andar y vivir a Cristo en todo lugar y momento, no solo dentro del templo los días de reunión sino en el día a día, no aparte del Mundo sino “yendo al Mundo porque el mundo es el objeto del amor de Dios”, como dice parte de la letra de ese himno de su autoría que tanto ha cantado la congregación de nuestra iglesia.
Otra característica que ha tenido como pastor es la capacidad de ayudarnos a cambiar en medio de los cambios que también ha ido experimentando. Aquí les relato que junto a su compañera de luchas también pastora de nuestra iglesia, nuestra querida Clarita, nos enseñó que los saberes de cada uno de los miembros de nuestra comunidad tienen un gran valor, que cada uno de nosotros somos importantes. Nos enseñaron a participar en cada una de las esferas de la vida de nuestra iglesia. Nos mostraron la importancia de la educación popular en la educación cristiana de tal manera que ya nada ni nadie puede darle marcha atrás, esta comunidad no será nunca más pastor-céntrica.
La importancia de tener siempre una propuesta fue premisa importante en su accionar pastoral, cuando nos poníamos a criticar de forma exagerada nos preguntaba: ¿cuál es tu propuesta?, las suyas eran y son tantas, su deseo de resolver las cosas ha sido tan grande que Adalys y yo decíamos recordando el salmo 23: “Raúl es mi pastor, loco me volverá”.
Podemos decir que nos enseñó también a vivir un ecumenismo y más aún un macroecumenismo que podemos llamar de base, comunitario y en el día a día.
Por último y algo que también lo ha distinguido como pastor lo es mostrase siempre como un ser humano a igual altura que cualquier miembro de nuestra iglesia o comunidad, expuesto a cometer errores como cualquier otra persona, experimentando dudas, temores, frustraciones y pasando por dolores tremendos de los que ha salido airoso sustentado por la enorme fe que lo ha caracterizado.
Son algunos datos que puedo aportar como miembro de esta comunidad de la que ayer lo tuvo como su pastor oficial, hoy como pastor emérito pero pastor siempre.
Agradecemos a nuestra Fraternidad de Iglesias Bautistas de Cuba (FIBA) por rendirle tan merecido homenaje a nuestro pastor. Agradecemos la dedicación de una gran parte de su vida a acompañarnos, haciéndose también comunidad, por las veces que lloró junto a nosotras, a nosotros y por nosotras, por nosotros. Por las muchas veces que reímos juntas, juntos, a Dios agradecemos este valioso regalo y a Él le pedimos que le siga dando salud y una larga vida. AMÉN.
Marianao, 2 DE NOVIEMBRE DE 2013