El vertiginoso apoyo con que contó la administración depuesta, en especial la reunión de emergencia efectuada horas después del golpe en el marco de la OEA, es una muestra de los cambios políticos que se viene dando en América Latina en la última década. Desde el ultimo golpe en contra del presidente venezolano Hugo Chavez y el irrestricto espaldarazo concedido por la Administración Bush a los golpistas, a la actual actitud asumida por el Secretario General Insulza a favor de Manuel Zelaya, muestran los aires de cambio que se comenzaron a dar desde el mes de abril con la cumbre de Trinidad y la posterior reunión de la OEA en San Pedro Sula.
En Junio 29 la Secretaria de estado Hillary Clinton pidió tibiamente la restitución de Mel al poder, en el marco de declaraciones efectuadas por la diplomática en una conferencia de prensa del departamento de Estado relacionada con los “puntos conflictivos del planeta”.
Las movilizaciones de apoyo al gobierno de facto, están siendo organizadas entre otras por la Sra. María Martha Díaz Velázquez que dirige la supuesta organización cívica denominada Movimiento Paz y Democracia (MPD), la cual ha venido desde hace meses actuando como grupo de presión en contra de la administración de Manuel Zelaya. La Sra. Diaz fue utilizada por CNN en su cobertura noticiosa posterior al golpe, para justificar las acciones emprendidas por los golpistas. El mismo domingo 28, el Movimiento Paz y Democracia convocó a una manifestación en la Plaza Morazán de Tegucigalpa acompañados por la Unión Cívica Democrática, agrupación donde se aglutinan los gremios empresariales ultraconservadores del país.
La polarización en Honduras es un trabajo que se ha venido dando desde hace años, en especial utilizando los medios de comunicación afines a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), especializados en la desinformación tendenciosa. Ha sido un trabajo lento y persistente. Siendo la afiliación de Honduras a Petrocaribe y la iniciativa ALBA los mayores crímenes cometidos por la administración Zelaya, situación que sirvió de pretexto para invocar el otrora demonio del “comunismo”, que tanto caló en el pueblo hondureño durante la guerra fría.
La actitud ambigua asumida por el actual gobierno de Barack Obama, ciertamente es un indicador de la participación de los Estados Unidos en el golpe perpetrado el domingo pasado. Hasta el momento la administración Obama ha condenado el golpe de forma tibia, pero no ha procedido a tomar las medidas concretas. En declaraciones a la prensa los voceros de la casa Blanca llaman el golpe ilegal, pero han evitado declarar los sucesos como un golpe de estado, situación que implicaría una suspensión inmediata de la ayuda económica que se recibe por parte de los Estados Unidos.
Según la Administración Obama está tratando de “reinstalar” a Zelaya, e insiste en desasociarse de los imperantes rumores de la participación de su país en los hechos acontecidos. Según los informes de prensa vertidos por la Casa Blanca, las gestiones para detener el golpe se iniciaron ya antes que éste fuera confirmado, sirviendo la Embajada de Estados Unidos de mediador entre el ejercito golpista y Manuel Zelaya.
Es indudable que existe injerencia directa por parte de organizaciones afiliadas a la extrema derecha estadounidense, tales como la Fundación Arcadia, en la cual esta inmiscuido Otto Reich, nefasto personaje a cargo de operaciones de desinformación y sabotaje, no muy lejano de Posada Carriles y los terroristas cubanos encargados de los trabajo sucios de la CIA. Se supone que uno de los objetivos primordiales de la Fundación Arcadia es la lucha en contra de la corrupción, y desde esa perspectiva a mantenido una guerra de baja intensidad a partir del año 2006 en contra de personeros de la Administración Zelaya.
Por otro lado están las fuertes sumas de dinero recibidas por el Movimiento Paz y Democracia, a través de la USAID y la National Endowment for Democracy (NED), instituciones reconocidas como financistas de golpes y proceso de desestabilización a lo largo del planeta.
Es de esperar que de no crearse un bloqueo económico total en contra del gobierno de facto, la polarización en el país continuará, cobijada en la desinformación existente y en los clamores de grupos afines a los sectores más feudales del país. Desde las iglesias hasta los gremios de empresarios pasando por la apocada clase media, los efectos del trabajo de la NED y la USAID se hacen sentir en el país.
Para la OFRANEH es inminente que la administración Obama debe frenar la labor de los organismos de inteligencia dedicadas a la desestabilización y desinformación, ya que lo que pretenden es crear un choque entre grupos proclives a los golpistas y los defensores de la democracia. Será el gobierno de Estados Unidos los responsables directos de cualquier derramamiento de sangre.
Hacemos un llamado a Barack Obama que muestre de nuevo el singular perfil del hombre que logró mover un país en base a su clamor por la justicia, y que frene las agresiones de los cuerpos de inteligencia de los Estados Unidos que claramente no cejan en perder los que siempre han considerado su patio trasero.
Por eso reiteramos que no basta con declaraciones ambiguas por parte de Obama y su gabinete. Se requiere una vez por todas señalar los acontecimientos como un coup d’état (golpe de estado). Es urgente DECRETAR SANCIONES ECONOMICAS DE INMEDIATO para Honduras y así frenar la agresividad del gobierno golpista y neofascista. Es la única forma que se inducirá la paz y seguridad en Honduras y la estabilidad del continente.
La Ceiba, Atlántida 1 de Julio del 2009.
OFRANEH