Hoy con tristeza en el corazón, pero también con gratitud. Damos gracias por la vida de mujeres y hombres increíbles que dedican su existencia a la búsqueda de la justicia. Especialmente hoy, damos gracias por la vida de ese hombre excepcional que ha sido Fidel, quien inspirado en los valores más esenciales del ser humano dedicó su vida a construir una sociedad justa, brindando la oportunidad a los más
necesitados de vivir una vida digna.
Gracias por la oportunidad de conocerlo, de coincidir y compartir con él los sueños de todo un pueblo que aún trabaja por alcanzar el ideal de sociedad que merecemos
y necesitamos.
Gracias por la sabiduría de este hombre que no renunció jamás a sus principios y se mantuvo firme sobre la roca en medio de tormentas, que supo mantenerse digno frente a los falsos profetas que se levantaron en su contra y dio a nuestro pueblo la visión de una sociedad posible construida sobre la base de la justicia, la solidaridad y la hermandad.
Te pedimos Dios, que nos des sabiduría para que todos y todas, cristianos y no cristianos nos unamos con el firme propósito de seguir sus ideas, nos des fuerza para no cejar en el intento de buscar el bienestar de nuestro pueblo y fe para entender en Tu Palabra que la verdadera misión está ahí donde más nos necesitan.
Te pedimos por la familia de Fidel, sus amigos, compañeros, por todos aquellos que hoy dentro y fuera de Cuba se unen a nuestro dolor. Te pedimos la guía de tu Santo Espíritu para que no nos falte la fe, para que hoy, en su memoria, la esperanza sea el motor impulsor hacia la plenitud de vida de cada cubana, cada cubano.