Diario de campaña desde la capital de Haití
1. En la base de Naciones Unidas en Haití no cabe ya ni un alfiler. Está a tope, cualquiera que llega a Puerto Príncipe con ganas de ayudar se planta con la tienda de campaña en estas instalaciones, formadas por prefabricados y mucho suelo de gravilla. Hay una sola ducha, así que las colas son interminables. Las mujeres haitianas que limpian los baños se ofrecen a hacer también la colada por 50 dólares.
2. Ya falta menos para que los cuatro niños adoptados por familias españolas abandonen Haití. Ayer ya llegaron a Barajas tres menores que fueron adoptados por familias murcianas antes de que ocurriera el terremoto. Los responsables diplomáticos creen que es cuestión de horas. El Gobierno también ha hecho las gestiones para sacar del país a Kelly, un crío que tiene una parálisis y que tiene que ser operado. Kelly saldrá en régimen de acogida.
3. Poco a poco la prensa va abandonando Puerto Príncipe. Aunque aún queda un gran número de periodistas, ya han abandonado bastantes medios. Los periodistas estadounidenses aún aguantan, en busca todavía de imágenes espectaculares.
4. El edificio de Radio Caribe sigue entero, pero las grietas han hecho que el equipo de locutores se instale en la calle para hacer sus emisiones. Mezclan música con información sobre los lugares de reparto de comida. La radio es ahora mismo la única manera que tienen los haitianos de distraerse.
“La reconstrucción de Haití durará diez años”
El presidente haitiano pide un compromiso de ayuda de largo plazo en la conferencia celebrada en Montreal. La comunidad internacional se compromete a promover una reconstrucción para fortalecer las instituciones y la estabilidad del país caribeño
Haití necesita al menos diez años de reconstrucción. Así lo ha afirmado en Montreal el primer ministro haitiano Jean-Max Bellerive al comienzo de la conferencia internacional para la reconstrucción del país caribeño.
Varias ONG acudieron a la cita de Canadá para explicar sus necesidades a los 15 países que representan a los principales donantes de ayuda humanitaria. Oxfam reclamó de nuevo la cancelación de la deuda internacional haitiana, que asciende a unos 630 millones de euros. “Con todas las necesidades que tenemos ahora por delante, el tema de nuestra deuda es mínimo. Lo que queremos es un compromiso de ayuda a largo plazo, al menos de diez años”, respondió Bellerive.
Por su parte, las delegaciones presentes en la cumbre se han comprometido a a promover una reconstrucción del país que fortalezca sus instituciones democráticas, fomente el desarrollo social y económico sostenible y promueva la estabilidad en ese país. Aseguraron además que al perseguir estos tres objetivos respetarán la soberanía de ese país caribeño, coordinarán sus esfuerzos, procurarán mantener un compromiso a largo plazo de al menos diez años, serán eficientes y no excluyentes y actuarán con transparencia.
El documento subraya, asimismo, el “papel coordinador clave” de la ONU, a la vez que se promete incluir en los esfuerzos de reconstrucción a las organizaciones internacionales, nacionales y regionales, así como a las instituciones financieras.
En la conferencia han participado el ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, y la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en representación de la UE. También han estado presentes ministros de los países del Grupo de Amigos de Haití (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Francia, México, Perú, EEUU y Uruguay) así como de la República Dominicana y Japón, además de representantes de la OEA, el Caricom, el Banco Mundial (BM) el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Durante la conferencia de donantes, el ministro haitiano de turismo local, Patrick Delatour, anunció que las autoridades del país pedirán a la comunidad internacional 3.000 millones de dólares (unos 2.100 millones de euros) para paliar las consecuencias del terremoto que devastó el país.
El ministro explicó que el Ejecutivo usaría 2.000 millones de dólares de la cantidad solicitada para construir viviendas destinadas a acoger a las 200.000 personas que se han quedado sin hogar, según informa el diario The New York Times. El resto iría a parar a la reconstrucción de edificios de la administración e infraestructuras, entre las que se incluyen el principal puerto del país y tres aeropuertos internacionales.
Asimismo, la sede de Naciones Unidas en Nueva York acogerá en marzo una conferencia de donantes sobre Haití, y ya entonces se pondría sobre la mesa una petición concreta. Hillary Clinton reconoció que la ayuda debe seguir “el orden correcto” y que no conviene “comprometer dinero sin saber lo que se va a hacer con él”.
“Creemos que es una buena idea plantear primero la evaluación de las necesidades, después planificar y por último llegaría el compromiso”, explicó la jefa de la diplomacia de Estados Unidos.
Reubicación de supervivientes
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, justificó antes de llegar a Montreal que su país haya controlado el reparto de la ayuda: “Es que es más fácil para Estados Unidos llegar antes que nadie, ya que somos un país vecino”. Clinton también afirmó que Washington estudiaba la posibilidad de aceptar a más inmigrantes procedentes de Haití, pero que Bellerive había desechado la opción. “No queremos provocar un éxodo”, dijo el primer ministro haitiano.
Por su parte, el Gobierno haitiano anunció que esta semana podría comenzar a trasladar a al menos 400.000 supervivientes que ahora están repartidos en más de 400 campamentos improvisados en la capital a refugios temporales, que inicialmente también serían campamentos, fuera de Puerto Príncipe.
El ministro de Sanidad, Alex Larsen, detalló que un millón de personas que vivían en la zona de Puerto Príncipe han tenido que desplazarse. Las autoridades pretenden trasladar inicialmente, con ayuda internacional, a 100.000 supervivientes a varios campamentos en Croix des Bouquets, al noreste de la capital.
Lassègue aclaró que los nuevos campamentos respetarán todas las normas humanitarias relativas al espacio para garantizar que no se producen incidentes violentos y que la gente esté lo más cómoda posible.
Redes de adopciones ilegales
Otro de los temas clave de la conferencia de Montrealfue el peligro que corren los niños haitianos de ser víctimas de las redes de traficantes o de adopciones ilegales. Los traficantes podrían tratar de aprovecharse del caos y de la inestabilidad social generados por el seísmo para llevarse a niños indefensos fuera de Haití, por aire o a través de la frontera terrestre con República Dominicana, según denunciaron el Gobierno haitiano y las organizaciones de ayuda humanitaria.
Las autoridades también temen que algunas ONG hayan sacado del país a menores para llevarlos con familias de adopción antes de que se hayan agotado los esfuerzos para encontrar a sus padres. Por este motivo, el Gobierno haitiano interrumpió la semana pasada este tipo de adopciones.
“No hay duda de que ONG o instituciones de cualquier tipo pueden sacar a los niños de las calles (para que los adopten) y decir que son huérfanos”, dijo el primer ministro, Jean-Max Bellerive, al manifestar su temor de que esto esté ocurriendo.
Kent Page, portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), dijo que unos 700 niños que perdieron el contacto con sus padres durante el terremoto han sido trasladados a campamentos mientras se trata de reunir a las familias separadas.
Un dato que permite hacerse una idea de la magnitud del problema es que una ONG que ayuda a niños en el barrio Delmar 31 de la capital haitiana afirma haber identificado a 3.000 niños que considera que se encuentran en peligro.
por: SUSANA HIDALGO, del Diario Público.