Producciones Caminos del Centro Memorial Martin Luther King (CMMLK) otorgó el Premio Caminos al filme José Martí: el ojo del canario del realizador cubano Fernando Pérez en la ceremonia de entrega de los premios colaterales del 32 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, realizada en el ya tradicional espacio del Hotel Nacional de Cuba.
El jurado, integrado en esta ocasión, por Pedro Zurita, productor; Mayra Zaldívar, realizadora; Néstor Cabrera, director de fotografía; Ángel Piedra, productor y Marcel Lueiro, periodista se decidió a favor de la película cubana por “humanizar la historia, alumbrarnos al José Martí que todas y todos llevamos dentro en esta hora de definiciones que vive la nación cubana, y por la belleza de un lenguaje cinematográfico que pervivirá en la memoria del cine cubano como uno de sus momentos de mayor altura estética”.
Fernando Pérez, cineasta y escritor, hombre de una inusual cualidad humana nos entrega en esta película una visión personalísima del adolescente Martí, capaz de conmoverse ante cada nuevo descubrimiento, un Martí lleno de contradicciones y dudas, miedos y esperanzas.
Tal vez mucho más identificado por esa parte apenas “tocada” de la vida de Martí y porque su figura, al decir de Lezama, sigue siendo ese “misterio que nos acompaña” y al que tenemos que seguir recurriendo mucho más profundamente cubanas y cubanos, Fernando Pérez entrega su entusiasmo creativo en este, su más reciente filme, convencido de que el arte debe ir a lo que unge y humaniza, a lo que problematiza y provoca desde la emoción y la razón para hurgar allí en lo hondo del alma de la nación, porque “lo esencial sigue siendo invisible a los ojos”.
Desde Suite Habana Fernando Pérez nos conmovió, provocándonos con esas “historias mínimas” que por fuerza de la cotidianidad se naturalizan y no alcanzamos a ver en toda su complejidad. Allí escogió cuidadosamente las pequeñas historias y se arriesgó también estéticamente. En El ojo del canario escogió al personaje y a una particular circunstancia existencial. Ambos filmes son obras de riesgo, de riesgo artístico y político en tanto hunden la mirada en aquello verdaderamente humano que nos identifica como nación y como sujetos de cambio, siempre en cambio, inacabados, felizmente inacabados. El genio de Fernando, está en su sensibilidad para “leernos” como pueblo en nuestras miserias y grandezas, esas luces y esas sombras de las que estamos poblados todos los seres humanos, incluso, aquellos como José Martí, que mantuvieron avivada el alma a pesar de las adversidades, los dolores y sufrimientos, las incomprensiones… Desde Clandestinos Fernando nos ha propuesto que hagamos una lectura propia de nuestra historia. Su cine, él mismo, están atravesados por la historia cubana; pero no la que aprendimos en los manuales y textos al uso, sino aquella otra que nos conmueve, nos duele y nos muestra claves, esencias… (_Hello, Hemingway_, Madagascar, La vida es silbar), que nos alumbra e invita a discernir sobre quiénes somos y por qué queremos seguir siendo.
El ojo del canario nos mira e invita a ejercer nuestra libertad porque por ese ojo podemos hacer el tránsito hacia una espiritualidad que aún buscamos, hacia un sentido de lo que aún nos falta, a encontrarnos también desde la contradicción, desde la diversidad, con responsabilidad, con pasión y desde el ejercicio del pensamiento propio.
Por eso, Producciones Caminos se premia con esta película y con este director que ha demostrado que un gran cineasta tiene que ser, además, un gran humanista y un hombre de su tiempo.
¿Quién es Fernando Pérez?
Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad de La Habana. Director de cine y escritor. Ha publicado artículos y críticas sobre cine e impartido clases de Apreciación Cinematográfica e Historia del Cine en la Universidad de La Habana y en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños. En 1962, luego de cursar estudios de Comercio e Idioma Ruso, se vincula a la actividad cinematográfica como asistente de producción y traductor. En 1971, colabora como asistente de dirección en varios largometrajes de ficción. En 1975, inicia su carrera como documentalista y su filmografía en este género sobrepasa la docena de títulos a la que se suma la realización de numerosas ediciones del Noticiero ICAIC Latinoamericano. En 1987, dirige su primer largometraje de ficción. Su obra cinematográfica ha recibido premios en concursos y festivales nacionales y extranjeros. Recibió en 1982, el Premio Casa de las Américas en el género testimonio por su libro Corresponsales de guerra.
Entre sus principales filmes de ficción también ha dirigido documentales se encuentran:
1988
Clandestinos (Ficc. 103´)
1990
Hello Hemingway (Ficc. 90´)
1994
Madagascar (Ficc. 52´)
1996
Y si fuera cierto (Serie de 8 capítulos para la TV chilena conjuntamente con Silvio Caiozzi)
1998
La vida es silbar (Ficc. 110´)
2003
Suite Habana (Doc. 80´)
2007
Madrigal
2009
Martí, el ojo del canario ( Ficc. 120´)