El sector exigió una mayor participación en la toma de decisiones en el país, en el noveno congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
La Habana, 17 jul.- Problemas materiales, de formación profesional y los excesivos procesos de regulación que enfrenta la prensa cubana actual, entre otros, resienten la calidad del periodismo en la nación caribeña, un elemento clave en la actual reforma económica y social.
“Sin los medios de comunicación no será posible lograr las transformaciones que el pueblo cubano se ha propuesto para hacer próspero y sostenible el socialismo”, afirmó Antonio Moltó, presidente de la no gubernamental UPEC, en fragmentos del último congreso de la sociedad profesional transmitidos la víspera por la televisión local.
“Ellos son la herramienta más eficaz y abarcadora para el vínculo de las instituciones, sus dirigentes, el pueblo y el mundo”, continuó el veterano periodista, que fue elegido como representante de la organización durante la cita celebrada el 13 y 14 de este mes.
Moltó, que leyó el informe central del encuentro, mencionó tres factores calificados por profesionales de todo el país de esenciales en la pérdida de calidad en la prensa cubana: los recursos humanos, los materiales y las llamadas “mediaciones externas”, que regulan el trabajo del sector.
Al respecto, el hasta el momento director del Instituto Internacional de Periodismo “José Martí” enfatizó en “la ausencia de instrumentos legales que respalden la gestión informativa y la obsolescencia de resoluciones salariales y de derecho de autor que no se corresponden con las necesidades y características actuales de los medios y su colectivo”.
Asimismo, lamentó que la mayoría de las fuentes institucionales administran y niegan información a los medios sobre cuestiones de interés público, a pesar de las orientaciones del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC) –único legal en el país- sobre la importancia de la eficacia informativa.
Nuevos actores
Por su parte, la periodista Rosa Miriam Elizalde amplió, en su alocución frente al plenario, sobre la existencia en Cuba de un nuevo sujeto de la comunicación que, “gracias a su preparación para el uso de las nuevas tecnologías informáticas, ha logrado adaptarse evolutivamente al entorno en la circunstancia de un país con una débil infraestructura de redes”.
La también investigadora reveló que solo el 18 por ciento de los jóvenes y adolescentes –entre 11 y 24 años- había leído o leía un periódico, mientras que el 82 por ciento tenía memoria flash, un medio fundamental para el intercambio de contenidos digitales, según los resultados de una encuesta nacional aplicada en 2012 por el estatal Centro de Estudios de la Juventud.
A partir de esta realidad, la experta valoró que “la agenda mediática tiene más posibilidades de parecerse a la pública”. “Cuando no informamos (los medios) sobre asuntos de sensibilidad social, eso no significa que la sociedad permanezca al margen de la información. Simplemente otros ofrecen los datos”, advirtió.
Ley de Prensa
Igualmente, Elizalde enunció “el alto consenso sobre la definición de una Ley de Prensa que sustente el funcionamiento de un ente estatal de la comunicación y un presupuesto público, ofrezca garantías a la autorregulación responsable del sistema de comunicación del país y permita al partido (PCC) no implicarse en la gerencia de los medios, reservándose a su papel de conducción política”.
Por su parte, Raúl Garcés, periodista y profesor universitario, recordó los antecedentes del reclamo de la ley de prensa en el congreso de la UPEC celebrado en 1984. Una Ley de Prensa “dotaría de respaldo jurídico el desempeño profesional de los periodistas, reivindicaría la información como derecho público y articularía de modo más orgánico las relaciones con las fuentes, entre otras ventajas”.
Agregó que lograr tal demanda ahora, “dotaría de respaldo jurídico el desempeño profesional de los periodistas, reivindicaría la información como derecho público y articularía de modo más orgánico las relaciones con las fuentes, entre otras ventajas”.
Sin embargo, alertó que esta ley no constituye la solución de todos los problemas del sector.
Alrededor del 50 por ciento de los cuadros del sector no posee formación periodística, un indicador que supera el 60 por ciento en el caso de la radio, informó. Por esa razón, consideró insuficiente el capital humano para dirigir el cambio.
Sobre la relación entre los medios y los representantes del Estado y el gobierno, Garcés valoró que, “o la prensa cubana se convierte en la plaza pública por excelencia para visibilizar las reformas, alentar el consenso en torno al cambio de mentalidad, o asumiremos el costo de que parte de esos consensos se articulen progresivamente al margen de nuestros medios”.
*Periodismo participativo
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“Si queremos que nuestro pueblo comprenda las nuevas políticas, las apoye, hay que explicárselas. Esa explicación debe venir ante todo por las voces más autorizadas”, planteó durante los debates Enrique Ojito, periodista de Sancti Spíritus, a 360 kilómetros de La Habana.
El profesional abogó por la presencia más frecuente de dirigentes en los medios para explicar los cambios y el contexto en el cual estos ocurren.
En tal sentido, Félix Hernández, presidente de la UPEC en Holguín, a 689 kilómetros de la capital, informó sobre un espacio local de debate público que abarca los medios y comunidades urbanas y rurales de ese territorio, y donde participan dirigentes políticos, del gobierno y administrativos para analizar tópicos de interés ciudadano.
Según Hernández, los medios constituyen los protagonistas principales del llamado “sistema de gestión partidista”, un plan diseñado por el acápite local del PCC para enfrentar indisciplinas sociales e ilegalidades.
Así, las emisoras de radio provinciales transmiten en vivo el programa Al corriente, conducido por el primer secretario del comité provincial del PCC y al cual tributan periodistas de la radio y la televisión mediante investigaciones que aportan elementos de juicio al debate público.
Además, el canal territorial Telecristal graba íntegramente los debates y luego los difunde de forma diferida en el programa semanal Con todos, que llega a unas 100.000 personas. El semanario provincial Ahora publica trabajos periodísticos sobre los temas antes mencionados, amplió.
Sobre el intercambio entre la prensa y representantes del poder político y gubernamental, Frank González, decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, remarcó la necesidad de la rendición de cuenta permanente de la gestión del gobierno y el Estado en la prensa. Deben “estar listos para el diálogo. A la política hay que ponerle rostro”, apuntó. (2013)
IPS Cuba
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