Esas resoluciones son parte de la Declaración final del IX Congreso de los que en nuestro país organizan la solidaridad con el pueblo cubano y los dirigentes de la Revolución, los que señalan que llegaron a su reunión inspirados en el Che y los compañeros que combatieron con él en Ñancahausú (1967) por la liberación de Bolivia. Citamos:
A la luz de estos acontecimientos, unos luminosos y otros sombríos, los y las asistentes al IX Congreso Nacional del Movimiento Boliviano de Solidaridad con Cuba, ratificamos una vez más nuestros principios internacionalistas materializados en la defensa de la Revolución Socialista de Cuba, así como con su valeroso pueblo, guiado por el ejemplo de nuestro líder, el Comandante Fidel Castro Ruz, y la dirección de su presidente, compañero Raúl Castro Ruz, dicen.
Por lo tanto, añaden:
—Condenamos enérgicamente el bloqueo genocida e ilegal impuesto a Cuba por los Estados Unidos desde hace casi 50 años, que la actual Administración norteamericana ha mantenido intacto.
—Nos comprometemos a desarrollar acciones a favor del levantamiento del bloqueo y en apoyo a la resolución que el Gobierno de Cuba presentará el 28 de octubre ante la Asamblea General de las NN.UU. Esperamos que como en ocasiones anteriores, ésta recibirá el respaldo abrumador de la comunidad internacional.
—Exigimos la inmediata liberación de los Cinco Héroes Cubanos prisioneros injustamente en cárceles norteamericanas por luchar contra el terrorismo. Ellos constituyen un ejemplo de consecuencia revolucionaria para todos nosotros y paradigma del hombre nuevo que vislumbró el Che. Decisivos retos nos aguardan próximamente vinculados a la campaña mundial a favor de su liberación, que demandará de todos nosotros la movilización permanente por su libertad definitiva.
—Nos comprometemos a proseguir luchando contra la ilegal ocupación del territorio cubano donde se enclava la base naval de Guantánamo, y exigimos su inmediata devolución al pueblo de Cuba.
—Como uno de los objetivos fundamentales del Movimiento Boliviano de Solidaridad con Cuba, afirmamos nuestra voluntad de continuar apoyando las labores de las brigadas internacionalistas de colaboradores cubanos, en las áreas de la salud, la educación y trabajo social. Con su importante esfuerzo, ellas contribuyen a consolidar las conquistas y anhelos de nuestro pueblo.
_Nos comprometemos a respaldar y promover la labor de formación de trabajadores sociales comunitarios que desarrollan programas de gran importancia para el pueblo boliviano.
—Ratificamos nuestro compromiso con el fortalecimiento de la Asociación de Familiares de Becarios Bolivianos en Cuba, dado el importante rol que esta organización desempeña dentro del Movimiento de Solidaridad con Cuba.
—Trabajaremos por ampliar la participación boliviana en las brigadas de solidaridad con Cuba que anualmente promueve el ICAP. Para ello nuestras organizaciones deben difundir los programas afines a esta iniciativa.
—Saludamos la Cumbre de presidentes y movimientos sociales de países del ALBA-TCP, que se celebrará los días 16 y 17 de octubre en Cochabamba. Nuestras organizaciones se comprometen a participar de manera militante en las actividades de apoyo a dicho evento.
—Repudiamos el golpe militar y fascista que se ejecutó en la hermana República de Honduras. Exigimos la inmediata restitución del presidente legítimo de ese hermano país y la vuelta al sistema democrático.
Enviamos un saludo al movimiento popular de resistencia hondureño.
—Condenamos enérgicamente la instalación de bases militares norteamericanas en Colombia por el peligro que ello significa para los pueblos de la región.
—Declaramos una vez más que la Revolución Cubana es un ejemplo para nuestros pueblos, tanto por su profunda raíz humanista, que dignifica los valores más nobles y hermosos de la humanidad, como por luchar con coraje, honor y profundo sentido de la soberanía, en busca de un mundo más justo y solidario.
—Rendimos nuestro mensaje póstumo al Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, recientemente fallecido. Para él nuestra admiración. Emularlo será parte de nuestra causa revolucionaria.
—Con la misma convicción y compromiso que apoyamos a la hermana Revolución Cubana, respaldamos el histórico proceso de cambio que vive nuestro país y llamamos a participar masivamente en las elecciones generales del 6 de diciembre, a fin de consolidar los logros obtenidos durante estos años de gobierno del compañero Evo Morales Ayma, y de esa forma garantizar el fortalecimiento de la Revolución Democrática y Cultural.
—Agradecemos a las autoridades locales, al Movimiento de Solidaridad con Cuba de Vallegrande, a la Fundación Che Guevara, a todas las instituciones y organizaciones populares y al pueblo vallegrandino por su hospitalidad y excelente organización de este evento, concluyen.
Nuestro pueblo venció en la Sierra Maestra, en las ciudades de Cuba, en el campo y allí donde se libraron batallas liberadoras con una lucha unida, organizada y consciente (especialmente desde hace 50 años, añadimos) pero —agregan los cubanos— aquella victoria también fue posible con la solidaridad de los pueblos del mundo y de los latinoamericanos en especial.
Solidaridad como una realización del internacionalismo en una doble dimensión: apoyo a la Revolución Cubana y sus dirigentes (Fidel y Raúl, en particular) y lucha en Bolivia contra los enemigos de Cuba: el imperio yanqui y la ultraderecha que conspira sobre todo desde Miami.
Solidaridad política y social, es decir, acciones destinadas a conseguir que sea un verdadero movimiento (amplio por su forma y por su contenido) el que participe de las tareas anotadas en la Declaración resumida. El pueblo boliviano, representado por los movimientos sociales, debe ser el actor principal de la solidaridad que postulamos.
La difusión de ideas y lucha ideológica para crear conciencia, como postula el líder máximo de la Revolución Cubana, Fidel Castro, complementan las actividades solidarias. En aquella dirección es aconsejable tomar en cuenta lo que dice la Federación Latinoamérica de Periodistas (Felap): “Las ideas que no se conocen, no luchan”. Ahora que Bolivia cambia, así como también cambia un área creciente de nuestra América, deben fluir las ideas que expliquen los alcances de los procesos de la región, que contextualicen la situación concreta y el momento en el que se desarrollan, que organicen esa información y que a ésta se la proyecte.
En el ámbito de la cultura, asimismo, la solidaridad debe cobrar un espacio con los propósitos delineados en el último Congreso de la solidaridad boliviana con Cuba.
Tenemos que “atemperar” nuestras diferencias (que no son lo más importante) y articular un solo movimiento solidario con Cuba y su Revolución. Ésta nos enseña tal comportamiento unitario el que no debemos perder de vista ni un solo instante.
Luchar en Bolivia contra los enemigos de la Revolución Cubana, de la Revolución Bolivariana de Venezuela, de los procesos avanzados de Ecuador y Nicaragua quiere decir enfrentar, con vistas a derrotarlos, a los enemigos de esas revoluciones y procesos avanzados.
Aquello comprende, sin duda alguna, que el pueblo boliviano vote por Evo Morales y por sí mismo el 6 de diciembre, para que ganen los pobres. Y, sin arrogancia, es necesario agregar que ahora debemos buscar aquella victoria con dos tercios, que es lo que está en disputa, como han confesado analistas políticamente desafectados del gobierno actual.
Esa victoria será para reproducir la parte del poder conquistado en diciembre de 2005 y avanzar hacia la conquista de todo el poder, así sea en el cauce de la construcción del poder del que hablan otros compañeros.
Se propone, en suma, ejecutar todas las acciones externas e internas definidas en Vallegrande, las que configuran la solidaridad con la Revolución Cubana y los otros procesos mencionados.
Esa, creemos, es la amplitud y la profundidad del compromiso asumido por los activistas de la solidaridad con Cuba, ratificada en Vallegrande, que es lo menos que debemos hacer, incluso en reciprocidad con cubanos y venezolanos por lo que ellos hacen aquí en salud y alfabetización.
Ese compromiso se puede entender, además, como un homenaje al Che y a los compañeros que combatieron y cayeron con él.
La Paz, 10 de octubre de 2009.