• La vicepresidenta colombiana Francia Márquez, junto a una comitiva que le acompaña durante la Feria Internacional del Libro de La Habana, visitó la sede del Centro Martin Luther King Jr. este jueves 9 de enero.

Cuando los nadies de los que tanto había hablado el escritor uruguayo Eduardo Galeano no fueron visibles para los gobiernos de muchos países de América Latina y el Caribe, incluyendo Colombia, ella se alzó por vez primera desde las altas esferas de la política presidencial con una propuesta que representa a los marginados y oprimidos.

“Hay un pueblo que hizo el camino para que yo esté aquí. Devolverle la dignidad a un pueblo que ha estado sometido, marginado, racializado, oprimido. Devolverle la dignidad a las mujeres que sus cuerpos han sido usados como botín de guerra, así como los cuerpos de nuestras ancestras que fueron utilizados para parir hijos que se colonizaron en función de la esclavitud”.

Esas fueron sus palabras en el diálogo que, este jueves 9 de febrero, sostuvo con organizaciones, colectivos, instituciones, la Red de Educadoras y Educadores Populares y Ecuménica Fe por Cuba que anima nuestro Centro Memorial Martin Luther King Jr., en la Iglesia Bautista Ebenezer de Marianao. Un pueblo la acogió, y un templo se hizo místico. Retumbaban tambores que recordaban la tradición africana, fuerzas que se mezclaban por un deseo común: recibir por segunda vez a una guerrera del Cauca colombiano.

Francia Márquez Mina, la vicepresidenta de Colombia tiene una fuerza impresionante en su mirada. Es mujer negra que sabe que “la libertad no es posible sin la autonomía, no es posible sin la autodeterminación y eso se basa en un territorio: por eso la gente negra e indígena en Colombia la han asesinado por defender el territorio como un espacio de vida”. Pero también sabe que hay que juntarse, y la clave está en transitar unidos desde “la resistencia al poder hasta que la dignidad sea costumbre”.

La apuesta de Francia Márquez Mina concibe al pueblo y a la base como fundamento del quehacer político. Por ello para el pueblo trabaja y con el pueblo se reúne, e incluso trascendiendo fronteras. Ello fue visible durante esta visita a nuestro CMMLK con motivo de la Feria Internacional del Libro, donde el país que representa es la nación invitada del espacio literario y desde la amistad que la une, incluso, antes de su posición gubernamental.

Al reunirse con organizaciones de la sociedad civil cubana y con colectivos que apuestan por la justicia social de los nadies, como ella misma nombró al pueblo que quiere construir una realidad social digna, Francia Márquez fue recibida además por la Coordinación Colegiada del CMLK.

 

En las palabras de Izett Samá Hernández, Coordinadora Ejecutiva, teóloga feminista y pastora presbiteriana “recibirla por segunda vez nos da un placer enorme. Estamos en el Centro Martin Luther King que ustedes conocen, que trabaja desde la formación, y tiene un compromiso sólido con las luchas de América Latina. Hemos sido parte de los diálogos y es grato el saber que desde el Centro también se gestó el Capítulo de Derechos étnicos y territoriales”.

También participó la Ministra de Cultura, Patricia Ariza, sobreviviente del genocidio a la Unión Patriótica, quien junto a Márquez visita también por segunda vez el CMLK. Desde la empatía y el reconocimiento de otra mujer, la vicepresidenta confesó que ha aprendido de su resistencia: “Tuve el apoyo de una mujer extraordinaria, sobreviviente de la violencia en Colombia, que se ha propuesto a través del arte sanar a un pueblo”.

“Ella andaba con un chaleco antibalas por las calles de Bogotá. No había más remedio; pero el chaleco era triste y feo. Un día Patricia le cosió unas cuentas lentejuelas, y otro día le bordó unas flores de colores, flores bajando como en lluvia sobre los pechos, y así el chaleco fue por ella alegrado y alindado”. Así contó Eduardo Galeano la historia de Patricia, quien carga en el cuerpo y en alma los destrozos de una guerra, pero que resiste, y entiende que “la verdadera reparación a las víctimas es la paz total en Colombia”.

La paz que necesitamos parir

“Llegar a la vicepresidencia no es un fin es un medio. El fin es lograr parir la libertad y lograr la paz total que empezó aquí en Cuba”, compartió Francia Márquez en el encuentro fraterno quien, además, valoró “que un territorio que ayuda a contribuir la paz de una nación bañada en sangre no puede llamarse terrorista”.

“Seguiremos haciendo las transformaciones necesarias para que ningún niño muera de hambre, para que ningún joven tenga como opción única las armas. Para que las mujeres no sean violentadas”.

Reestablecer las relaciones con el Gran Caribe, con África y América Latina es un desafío por el que apuesta la vicepresidenta colombiana y es “parte de una fuerza de reparación histórica”.

“Cada paso que se da para conquistar la paz es una vida que se salva”, dijo Francia, quien lidera un país donde 14 líderes, lideresas y defensores de derechos humanos han sido asesinados solo en 2023, mientras que 1423 desde el 26 de septiembre de 2016 hasta el 4 de febrero de este año, entre ellos 349 firmantes del Acuerdo de Paz.

“Generar una Colombia distinta, una Cuba para todos los cubanos y cubanas sin racismo, sin exclusión, sin marginalidad”, acotó Francia al agradecer al pueblo cubano, y en especial a los afrocubanos.

Asimismo, recordó que viene de procesos de la comunidad negra colombiana, que hicieron posible que se sintieran orgullosas de ser personas negras. Y ese reconocimiento también fue gracias al Centro Martin Luther King y a su entonces coordinador Joel Suárez.

Vivir sabroso como nos dice nuestra vicepresidenta

La estudiante colombiana Xiomy Giraldo Ramos, quien declara que está en busca de sus sueños y por eso estudia hoy en la Escuela latinoamericana de Medicina, es madre cabeza de hogar, como ella misma se define.

“Hago parte de esos sectores que han sido discriminados en la historia de nuestro país”, compartió Xiomy, no solo por ser mujer, sino por su raza, por campesina, por madre cabeza de hogar, una situación que padece millones de mujeres en Colombia y en el mundo.

No obstante, la historia del país y sus mujeres ha sido de lucha, de búsqueda de todos los derechos que han sido arrebatados, insiste en ese resignificar cotidiano de la resistencia que tenemos las mujeres.

Al reconocer la solidaridad del pueblo cubano la estudiante de Medicina confirmó que alrededor de 800 colombianos y colombianas, entre excombatientes de las extintas FARC, víctimas del conflicto armado, hijos de excombatientes militares, campesinos, campesinas y afrodescendientes, también lideresas y líderes sociales han podido acceder a esta carrera en Cuba. “Nos encontramos en este país, preparándonos como médicos de ciencia y conciencia”.

Al hablarle a la vicepresidenta colombiana, Xiomy Giraldo Ramos refirió que “estamos en un momento histórico de crear una Colombia más humana. Las y los colombianos queremos vivir sin miedo, queremos vivir en dignidad y que se nos garanticen nuestros derechos. Que madres y padres podamos estar cerca de nuestros hijos, y cumplir nuestros sueños para como usted lo soñó vivir sabroso”.

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